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Los gritos de los alumnos, mientras corrían en la cancha detrás de una pelota entre sus manos, hacían del gimnasio un lugar más grande de lo que realmente era.

Wei WuXian encestó el balón terminando así el tercer tiempo, se reunió con su equipo para hablar de la siguiente estrategia del último periodo. Jiang Cheng tomaba de su botella de agua mientras observaba las gradas, donde aquellos ojos ocres miraban con disimulo en su dirección.

Lan Huan hablaba con su mejor amigo, Nie MingJae y a un lado, abrazando su brazo como una esposa adinerada, estaba aquella pequeña molestia de la que se burlaba Jiang Cheng todos los días. Jin GuangYao, reía sobre los comentarios seguramente amables y dulces de su esposo mientras calmaba el vocabulario hostil de su amigo.

Parecían una pareja perfecta, pero no lo eran.

—La enana está marcando su territorio —dijo Wei WuXian mientras secaba el sudor de su frente con una toalla, ambos miraban al trío en las gradas—. ¿No vas a hacer algo?

—Cállate, concéntrate en tu hombre.

Jiang Cheng alejó su vista de aquella hermandad con algo de enfado, siguió tomando agua mientras miraba el suelo de la cancha.

—Mi hombre está completamente a mis pies, mira.

Wei WuXian señaló a las gradas más cercanas donde un chico de rostro similar a Lan Huan miraba en su dirección, sus ojos dorados brillantes queriendo eliminar la presencia de Jiang Cheng de la tierra. No podía negarlo, ese chico estaba loco por su hermano y no hacía falta que despertara ningún sentido especial para saberlo.

Los ojos de Lan WangJi no mentían en lo absoluto al ver a Wei WuXian.

El entrenador llamó a todos para el último tiempo. WuXian gritó palabras de aliento para el equipo y empujó a su hermano a la cancha. Jiang Cheng lanzó una última mirada a lo alto de las gradas, Lan Huan le sonrió. No su típica sonrisa amable, la cual era alabada por toda la institución, fue una cargada de lujuria y reto, de verlo seducirlo en la cancha con sus movimientos justo frente a su esposo.

Lan XiChen sin duda era una persona muy descarada.

El partido comenzó. La pelota fue a parar a las manos de Nie HuaiSang, quien compartía varias clases con Jiang WanYin, pero el chico repetía siempre "No lo sé" "Por favor no me preguntes, yo no sé nada" y era algo gracioso verlo esquivar las miradas de los profesores cuando preguntaban algo. Además era un muy buen amigo de Wei WuXian. A la hora de jugar este podría decir que no era un experto, pero tenía una habilidad muy buena. Pocos lo tenían en cuenta, así que no lo marcaban y eso era una oportunidad para cualquiera ya que simplemente pasaba la pelota al primero que la pidiera.

El balón terminó en manos de un rápido Jiang Cheng, que se liberó de su marca y pasó cerca de Nie HuaiSang. Saltó sin pensarlo antes de que fuera marcado por sus contrincantes, su ropa se levantó ligeramente dejando a la vista su cintura y vientre. Pudo sentir como los ojos de su amado profesor se posaban en la piel descubierta por unos segundos. El balón encestó marcando tres puntos más para su equipo.

Así fue el tiempo restante. El menor levantando la ropa para sacar el sudor de su frente, tirando su cabello hacia atrás para volver a atarlo, incluso llegó a subir aún más sus pantalones cortos para dejar más piel de sus muslos visible. Al terminar el partido, su equipo había ganado y muy seguramente su amado profesor tenía un problema que ocultar en sus pantalones.

Jiang Cheng no le dirigió ninguna mirada, no lo necesitaba. Lo ignoró olímpicamente.

Se quitó su remera deportiva, dejando su pecho al descubierto y su espalda, el tatuaje de un loto con una serpiente, provocó el grito de las chicas que venían a admirar los cuerpos varoniles y apoyar partidos de práctica como esos.

❛ Infieles Infernales ❜ | 异教徒 | XiChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora