No faltes

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Sus compañeros anotaban con aceleración la mayor cantidad de apuntes que podían, era increíble, la mayoría de la clase movía la cabeza al ritmo de aquella tiza molesta, parecían hipnotizados. Por otra parte, la minoría hacía un gran esfuerzo de "no aportar en ni un carajo".

Kise era parte del último grupo.

Se sentía inútil viendo a sus compañeros tan atentos, pero no importaba que tanto escribiera o cuanto pegara su cabeza al encerado verde, nunca podía concentrarse, los estudios nunca llegaron a ser su fuerte sin importar cuanto intentara, era otra cosa más en la lista de "razones por las que Ryouta apesta".

De todas formas, aunque fuera un estudiante ejemplar con calificaciones extraordinariamente altas, hoy no podría poner atención en lo más mínimo, pues su cabeza se encontraba flotando en cualquier lado menos en su aula, su cuerpo estaba presente y su mente ausente. Sus ideas se agitaban como electrones, chocando con las paredes de un globo imaginario que el mismo había creado.

¿Podríamos culparlo? Después de lo que pasó era inexorable que las imágenes de la azotea no brotaran de golpe en su cabeza. Se sentía enfermo.

••Sin querer la termino cagando, ¿eh?••

Y como si fuera una cachetada, la escena donde respondió a los comentarios agrios del moreno lo golpearon, ni siquiera él se lo creía, le plantó cara a otra persona.

Tanto sus mejillas como el resto de su cara se pintaron de rojo.

No pudo contenerse, tenía que taparla con sus manos.

••Maldita sea, que vergüenza...••

¡Clap!,
Otra cachetada mental vino de la nada, haciéndole recordar como aquellas hojas en las que escribió tanto, de un momento a otro se esfumaron por el viento frente su nariz y todo bajo esa mirada airada. Al memorizarlo un gran escalofrío escaló por toda su columna vertebral.

-Kise Ryouta, aún no estamos en receso.- ¡oh!, es el profesor.

-¿Ah?, ¿Qué con eso?- Aún no aterrizaba de la nube, incluso apoyaba su cabeza tranquilamente en su mano izquierda.

-...¿Perdón?

-¿Eh?...¡ah!, ¡perdóneme no quería decir eso!

Se incorporó de golpe en el asiento, a la par que movía las manos desesperadamente, su nerviosismo era bastante notable. El mayor solo entrecerró los ojos en señal de desaprobación, para luego terminar alejándose paso a paso para seguir con su trabajo. Ante eso, nuestro chico no evitó soltar un suspiro de alivio.

-Mejor ve poniendo atención Kiseeeeeeee.- unas cuantas risitas acompañaron al comentario.

Incluso unas lapiceras y unos papeles aplastados en forma de bola no tardaron en aterrizar tanto en su espalda como en su mesa. No había razón para reírse, no entendía para nada su humor, ¿qué era tan divertido?, no lo comprendía ¿la broma era pésima o él era muy aburrido?

Ryouta odiaba a esos chicos, pero al parecer su odio se veía tan pequeño a comparación del aborrecimiento que le expresaban. A pesar de lo mucho que tiritaba y lo incómodo que le resultaba la presencia de esos tres, tuvo el ánimo de recoger todos los papeles y guardarlos en el bolsillo de su pantalón.

•• sería problemático tener un puesto sucio... ••

-para tener una cara bonita eres bastante tontito, ¿no perra?, ¿Eh?, ¿Kiseeeeeeee?

《 Mizoguchi Asa 》

Solo él hacía que su nombre sonará tan desagradable.

Devolviéndole La Luz Al SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora