Tu cara decía...

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Apenas aquellos dos chicos entraron al gimnasio, el ojiazul juntó lo más rápido posible las puertas del lugar, esperando que nadie los hubiera visto o tuviera una mera sospecha de lo que estaban haciendo. No eran horas apropiadas para usar el gimnasio pues la práctica comenzaba mucho más tarde y de por sí, no había recibido ningún tipo de autorización para su uso.

Ryouta se estaba saltando una clase, ya había dicho que no era del todo estudioso, pero era la primera vez que estaba metido en algo así.

|| DING DONG ||

••¡Dios!, ya todos deberían estar dentro del aula.••

De la nada sonidos rítmicos empezaron a expandirse a todos los lugares del gimnasio en forma de eco; Aomine se encontraba tonteando con un balón de baloncesto.

Kise ante eso, solo se limitó a sentarse y dedicarle toda su atención, siguiendo todas sus acciones y expresiones con su vista, bien, el rubio quizá no estaba participando o realizando algo interesante, pero no se aburría de verlo.

••Es genial. ••

Sus movimientos eran rápidos y fuertes, a la vez que eran tan naturales y relajados, él jugaba solo y aun así parecía tan emocionado, se notaba desde lejos aquella cercanía tan sólida con el balón.

Cuando él estaba con gente, ansiaba desaparecer la mayor parte del tiempo y cuando estaba solo, pensaba que quizá debería llevar a cabo aquella idea lo antes posible, con o sin gente Kise estaba rodeado de inseguridades desde la cabeza hasta la punta de sus pies.

Deseaba ser así de libre, pero lo que debía hacer para ello... ¿Qué era lo que debía hacer en primer lugar?

A pesar de que estaban en el mismo sitio...

A pesar de que estaban a tan solo unos metros de distancia...

••Es como si estuviéramos en extremos distintos.••

Por otra parte, desde que bajaron las escaleras, no habían compartido más palabras, eso lo inquietaba y más porque fue el moreno quien lo arrastró a ese lugar, ¿debería decir algo?

-Aominecchi.

El nombrado seguía haciendo de las suyas, ¿No lo escuchó?, que mal, sentía que hasta llamarlo tomaba esfuerzo.

-¿Vas a hablar o qué?

Juzgó mal, si lo había oído, solo esperaba que él siguiera la oración. Se generó un breve silencio antes de continuar con lo que dejo.

-¿Cómo sabías donde estaba? -. Preguntó finalmente.
-Se lo pregunté a Murasakibara. -Lo único que miraba era la pelota.

Boteó unos minutos antes de dar un tiro libre.

Encestó.

-¿Murasakibara? -. Repitió para mostrar su desconocimiento sobre dicha persona.
-Es mi compañero de equipo... eh... creo que va en tu clase.

••¿Murasakibara? ••

Trataba de recordar lo mejor que podía, estar desmemoriado no era algo que a todos les gustará.

Devolviéndole La Luz Al SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora