Parte 4

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Cuando estuvo solo William suspiro y fue a bañarse pues el aroma del señor Holmes se había impregnado en su piel. El Aroma de grosellas y almizcle era tan hipnotizante que sentía que sus rodillas se volvían débiles, cuando estuvo en compañía del alfa pudo soportarlo pero ahora que estaba en solitario era mucho mas consciente de lo mucho que le gustaba aquel olor, pues lo hacia sentir amado, deseado y protegido. Se dio un baño rápidamente y se sumergió casi completamente en la tina al recordar los momentos de su visita al centro de la ciudad, el señor Holmes se vio como un príncipe, de aquellos que el rubio solo había visto en los libros de cuentos de hadas que tanto que le gustaban, uno de los pocos gustos omega que se permitía.

-Señor Holmes- dijo saboreando su nombre- ¿Qué debería hacer?

Después de que estuvo completamente limpio fue a vestirse apropiadamente para la cena ya que su hermano menor estaba por llegar. Las ropas de los omegas eran tan delicadas como ellos, sin embargo su instinto le hizo pensar en que le gustaría que el señor Holmes lo viera en todos sus atuendos para después desgarrarlos y tomarlo firmemente. La parte de atrás de su cuello ardía levemente deseando ser mordida y si no fuera por los supresores su entrada estaría completamente lubricada lista para consumar el acto. Esos pensamientos lo espantaban pero según había leído en los libros que le habían hecho estudiar por su condición, esas emociones se debían a que ya lo había escogido como su compañero.

-Recuerda que tu fiesta de compromiso es en menos de una semana, contrólate William- se decía el rubio terminando de ponerse uno de sus bien cuidados trajes.

Cuando llego su hermano fue a recibirlo y este lucia tan feliz de verlo como siempre pero después de darle un abrazo este frunció la nariz percatándose de que pequeños rastros del aroma de un alfa desconocido estaban impregnados en la piel del omega, eran débiles pero allí estaban.

-Hermano, ese no es el aroma del señor Moran- dijo tajantemente y miro con seriedad a William.

-Te lo explicare durante la cena ¿esta bien?- expresó William con una mirada enigmática, pues nunca podría mentirle a su hermano, después de todo los unía un vínculo irrompible.

El beta asintió y acompaño a su hermano al invernadero, ya que a los señores Moriarty no les gustaba comer con el par de hermanos. Pues los habían adoptado solamente para mantener la apariencia de personas caritativas.

Cuando estuvieron allá se sentaron y Jack les sirvió la comida, ambos la degustaron en silencio hasta que William le explico todo a su hermano desde su encuentro inicial hasta lo valeroso que había sido el señor Holmes al defenderlo del otro alfa.

-¿Hermano tú estás de acuerdo con ser cortejado por otro alfa cuando ya estas comprometido? Este señor Holmes no tiene nada que ofrecerte y el señor Moran puede darte la vida que deseas. Nadie se atrevería a meterse contigo sabiendo que eres el esposo del coronel, podrías hacer lo que quisieras porque él siempre te respaldaría.

-Te seré sincero, mi parte racional me dice que el señor Moran es la mejor opción ya que me ama y su estatus me protegería de cualquier cosa pero...

-¿Pero?- preguntó Louis

-Nunca había sentido esta conexión con nadie más, no Louis, no hagas esa expresión por favor yo te amo pero esto es diferente, es algo mas parecido al instinto ya que es mi destinado. Lo pude sentir al momento en que puso un pie en la mansión.- Aclaro al ver como su hermano menor casi rompía en llanto al escuchar sus palabras.

-Pero hermano, ¿Lo amas?- dijo con el miedo en sus ojos, pues si William respondía afirmativamente eso complicaría las cosas muchísimo.

-Puede transformarse en amor ya que la atracción es innegable- dijo sinceramente, ya que no podía ocultarle nada a su querido hermano menor.

Compromiso y huidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora