Empezaré contando una historia, creerán que será una historia como todas las demás, en donde llega el príncipe encantador que rescata a la princesa, se enamoran y viven felices para siempre... bueno, esta no es esa típica historia (aunque tal vez no esté descartada una historia de amor).

Iniciaré diciendo que dada las circunstancias de que tal vez a muchas personas les ha pasado lo que trataré de contar en estas hojas blancas, podrían decir que es algo que ya leyeron antes y tal vez lo sea un poco, pero trataré de contarlo de una forma diferente.

La verdad creo que es difícil empezar a contar una historia que es tuya, nunca lo he hecho (sin contar las muchas historias que tuve que inventar para la clase de español) aunque que creo que en parte es interesante el poder expresarte de la forma que quieras sin tener que dar explicaciones a nadie en concreto. Pero bueno, me presento me llamo Maya Mendes, tengo 23 años y por el momento vivo en México en una pequeña ciudad que parece pueblo. No considero que sea muy baja pero tampoco tan alta, tengo una estatura promedio, con la piel blanca, cabello castaño, rizado y un tanto corto. Considero que soy muy bonita, adoro mis ojos que no son muy grandes de un color entre verde y azul y grandes pestañas rizadas. Mi cuerpo no es el típico cuerpo super delgado, tengo curvas pero considero que es mi mejor atractivo, aún así esto antes me trajo muchos problemas, pero eso es algo que contaré a continuación.

La verdad es que toda mi vida ha sido privilegiada, no soy rica ni tengo una gran casa con alberca o esas otras comodidades que las personas ricas pueden mantener, pero soy privilegiada porque vivo en una casa bonita, no tan pequeña que tiene todo lo que puedes necesitar, tengo una gran y bonita familia con dos hermanos y ambos padres, con la que soy feliz, que me quiere y me apoya, claro que siempre existen los desacuerdos y no siempre pensamos de la misma manera, no es perfecto pero la perfección no existe y creo que esto es más que suficiente.

Mi infancia siempre fue buena, no sufrí de abandono o algo parecido, nada me ha faltado y eso se lo agradezco mucho a mis padres, aunque claro, como lo dije en un inicio, no todo era tan bueno, lamentablemente a veces hay cosas que tus padres hacen o dicen que, sin darse cuenta, puede afectarte de una forma u otra cuando eres mayor, y no solo los padres, también los hermanos, abuelos, tíos y demás.

Y así es como comenzaré esta historia, y sé que, a pesar de no haber vivido demasiadas cosas, puedo decir que las que he vivido, me han ayudado a seguir adelante y lo seguirán haciendo mientras me mantenga con vida.

Después de terminar la preparatoria la cual puedo decir fue una de las mejores etapas de mi vida, debo decir que al vivir algunas no tan agradables experiencias en la secundaria en donde compañeros que se hicieron pasar por mis "amigos" provocaron que esos tres años fueran algo no tan emocionante por vivir, siempre dicen que esas son las mejores etapas de tu vida pero debo decir que para mi no lo fueron y la mayoría de esos recuerdos no son los mejores, no diré que todo fue malo, tal vez hay algunos recuerdos rescatables, como mi primer concierto, o cuando llovía demasiado y me mojaba sin preocuparme en terminar enferma de una fuerte gripa o algo parecido, aunque ahora que lo pienso, no hay tantos recuerdos rescatables, la mayoría de ellos son de las veces en las que mi apariencia física terminaba siendo el foco de atención en los demás y al no ser la que "es aceptada", siempre era más difícil adaptarme pero, a pesar de todo, lo terminé y pude pasar otros tres años magníficos en donde encontré buenas amistades que sé que fueron sinceras y en donde los recuerdos son de alegría y no de enojo o tristeza.

Creo que la mayoría de las personas hemos experimentado bullying en nuestra vida, lamentablemente, yo fui una de ellas, desde que tengo memoria, tal vez empezó en primaria como en tercero o cuarto en donde empiezas a crecer y poco a poco tu cuerpo va cambiando, y no es exactamente como los demás quieren que sea por que no es el aceptado por la sociedad o por tu misma familia. Recuerdo esos comentarios que mi padre hacía cuando al ser una niña, me gustaba comer dulces y cosas no tan" nutritivas" en donde siempre quieren demostrarte que no deberías comerlas porque tu cuerpo no se nota tan "delgado" o "bonito" como el de otras niñas. Esos comentarios con el paso del tiempo fueron afectándome poco a poco, odiaba pensar que mi padre e incluso mis abuelos o tíos no me querían por el simple hecho de pensar que no me veía como ellos querían que lo hiciera, a pesar de eso, ahora ya no me afecta, o por lo menos no como antes, pero si me trajo muchas consecuencias al seguir creciendo.

Puedo decir que hasta en el tiempo actual estoy aprendiendo a quererme como debo hacerlo, por como soy, por como luzco y por todo lo que doy. El hecho de que no te des cuenta de que pequeños comentarios como "deja de comer eso" "te ves más llenita" "deberías ponerte a dieta" y demás se quedan tan adentro de tu subconsciente que, sin darte cuenta, desarrollan un gran desbalance en ti y en cómo te relacionas con la comida, en donde el sentirte culpable por comer lo que quieres comer es un constante martirio en donde vives haciéndote sentir mal. Esto lo he aprendido a la mala, en donde ir con varios nutriólogos, en donde no puedes comer lo que sea cuando se te antoja porque si no "subirás de peso" "perderás lo que has logrado" y al final terminar teniendo atracones y luego sentirte más culpable, en donde tu eres la única que debe comer diferente solo porque tu eres la que "debe perder peso" cuando la realidad es que todos deberían comer de la misma forma porque en si lo que se debe cambiar son los hábitos alimenticios y la forma en como se ve y se cataloga la comida.

Como lo dije antes, se aprende a la mala pero eventualmente, se aprende. Y se que no soy la única que ha vivido este tipo de cosas y por eso escribo esto, para demostrar que no estás solo y que se puede salir.

A lo largo de estos años, también empecé a experimentar problemas con relación a los niños que me gustaban o a los que yo les gustaba. Siempre notaba que el que ellos se acercaran a mí, me provocaba cierto rechazo, nunca me gustaba. Después de varias platicas con mi profesor de psicología y después con mi psicóloga en busca de un bloqueo mental, descubrimos que abusaron de mí a una muy corta edad, creo que al saber algo que creías que nunca pudo haberte pasado y más que nada, por el hecho de no recordarlo, es algo bastante triste y difícil de pasar, pero aprendes a aceptarlo, perdonarlo y con el tiempo, dejarlo atrás.

Y con todo esto dicho, empezaré a contar cómo todo empezó a mejorar al momento de empezar a quererme demasiado y aceptar que todo lo que quieres puede volverse realidad si lo piensas y lo crees.

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Hola chicos, bueno esta es la primera vez que me animo a escribir algo, no me conocen aún pero espero esto les vaya gustando. Aquí esta la primera parte, disfrútenla y ojalá les guste.

La historia de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora