Pasé la mayoría de la mañana tratando de ordenar el desorden que dejé la noche anterior, y  después de seguidas distracciones, pude dejar el departamento lo más presentable posible. Después de tomar mi desayuno y observar la calle que daba frente a mi ventana, pude notar que aún siendo más temprano, realmente mi edificio no estaba en una calle muy transitada, lo cual era bastante bueno porque así el sonido de los automóviles no interrumpía mi sueño. 

Decidí llamar a mi hermana para así no sentirme tan sola mientras me decidía a salir otra vez para observar el lugar en el que estaría situada este tiempo indefinido, quería familiarizarme con los alrededores y con mucha suerte encontrar algún empleo que se adaptara a mis necesidades o por lo menos que no estuviera tan lejos de mi departamento. 

Mientras esperaba a que Sam respondiera, noté que empezó a llover, así que, mi plan de salir se vio arruinado por un momento pero traté de no preocuparme demasiado, porque de todas maneras mis intenciones de salir no eran tan grandes, aunque aun así tenia que hacerlo ya que no pensaba repetir lo que tuve de desayuno, ni tampoco otra hamburguesa, ya que a pesar de que me gustaran demasiado, sabía que no podía sobrevivir de ellas por mucho tiempo. Veo que mi hermana no contesta, así que llamo a mi madre y contesta al segundo tono. 

- Hola hija, qué milagro que llamas- lo dice como si no nos hubiéramos visto en mucho tiempo cuando en realidad nos habíamos visto hacia un día.

- Hola ma, ¿Cómo estas? ¿Cómo están todos por allá?- digo de forma melancólica, la verdad es que escuchar su voz me hizo sentir más sola de lo que ya me sentía y darme cuenta de lo lejos que ahora se encontraba. 

- Todos estamos muy bien, gracias por preguntar. ¿Cómo te encuentras tú?- lo dice de una forma que hace que casi me ponga llorar porque ya la extraño aunque apenas lleve un día lejos de ella.

- También estoy bien ma, aunque me siento muy sola y los extraño demasiado. No sé que fue lo que hice.- lo digo con algunas lágrimas en los ojos que evito derramar. 

- Bueno hija, fue una idea un poco precipitada pero la verdad nunca creí que si quiera serías capaz de subirte al avión tú sola pero lo hiciste y eso me hace sentir orgullosa, tú puedes con esto, eres fuerte, podrás lograrlo, demuéstratelo a ti misma mas que a nosotros. 

- Lo sé mamá, sé que puedo lograrlo solo que no pensé en lo sola que estaría, hasta ahora que verdaderamente lo estoy.- 

- Lo entiendo hija y tal vez así te sentirás por unos días o semanas, no lo sé pero harás amigos, ya lo verás, todo es cuestión de tiempo.- Y sé que tiene razón aunque en este momento me cueste creerlo, realmente las mamás son muy sabias.

Noté que la lluvia había disminuido así que finalicé la llamada con mi madre, no sin antes decirle que la extraño y que me salude a los demás y antes de que volviera a llover mas fuerte, tomé mi paraguas, una chamarra larga, una pequeña bolsa que traje conmigo en donde guarde mi cartera, un brillo labial, las llaves y salí a la calle, no sin antes cerrar la puerta. En cuanto me di la vuelta para bajar las escaleras , observé a una chica alta como de mi edad con el cabello muy rubio y largo que venía entrando mientras sacude su paraguas mojado, trae una playera de Starbucks, jeans y unas botas de hule. Ni siquiera trae una chamarra tan grande como la mía y me pregunto si solo seré yo la que está muriendo de frío, tal vez sí lo sea. Vi que estaba a punto de entrar al departamento que esta a lado del mío y antes de entrar, levanta la mirada ya que en todo el tiempo en el que estuve observándola, su vista estuvo puesta en el suelo, lucía triste aunque también solo podría estar cansada.

En cuanto me ve, sonríe y en ese momento pienso que podría hablarle pero me detengo ya que recuerdo que nuestro idioma no es el mismo y no me gustaría cometer algún error pero también se que eventualmente tengo que hablar ya que estando aquí no me queda de otra. Así que, con toda la fuerza que tengo le dije hola con la voz temblorosa pero lo hago antes de que me arrepienta, ya que necesito hacer amigos. 

- Hola - me contestó con un adorable acento británico y una linda sonrisa pero después ya no dijo nada así que, me di cuenta que su intención no era mantener una conversación conmigo, supuse que no estaba de humor o simplemente no quería hacerlo, me di cuenta de ello y antes de que se tornara incómodo me despedí y continué con mi salida al exterior. 

Bajé los escalones y abrí la puerta de la fachada, me di cuenta que el edificio era muy tranquilo, lo cual era algo bueno. Salí a la calle y las gotas de lluvia empezaron a caer en mi cabeza así que abrí el paraguas y empecé a caminar calle abajo, pasé por el McDonalds al que entre el día anterior y seguí caminando hasta que encontré un gran parque, tomé algunas fotos con mi teléfono, aunque sabía que tendría la vista a este lugar todos los días, me gustó la idea de tenerlas ahí, le mandé algunas a mi hermana y a mi madre para mostrarles el lugar en el que me encontraba y subí algunas a mi Instagram. Encontré un restaurante un tanto grande de comida italiana, se veía apetitosa y más porque adoro la comida italiana así que entré y me senté en una pequeña mesa que había a la entrada para así seguir observando la bella vista del parque. 

Un mesero me entregó la carta y me dijo que regresaría en unos minutos. Observé los platillos y leí algunos que nunca había escuchado en mi vida pero por la descripción de ellos, realmente no sonaban tan mal, aun así terminé pidiendo una pizza Florentina y un té helado. Mientras comía pude observar que se veía un castillo cerca lo cual me animó para terminar de comer e ir a observarlo más de cerca. Trate de terminar la pizza pero me llené bastante, así que me llevé lo sobrante para después, pagué y salí al exterior nuevamente, el día se despejó y pude caminar sin el paraguas. 

Después de caminar unas cuantas cuadras, pude observar el castillo mas de cerca y vaya que era precioso, simplemente no podía creer lo maravilloso que era estar en ese lugar en ese mismo instante, tenia una vista increíble, tomé algunas fotografías y tenía la intención de entrar al recorrido que ofrecía pero llegué demasiado tarde porque ya estaba cerrado, aun así sabía que podía regresar cualquier día que quisiera, seguí caminando un poco más hasta que visualicé una pequeña panadería al otro lado del parque, y en ese momento noté que mi estómago empezaba a gruñir y lo primero que pensé era que tal vez no sería tan mala idea comprar algo de ahí, así que decidí entrar a comprar algo que llamara mi atención. 

Entré en la panadería y una gran cantidad de panes estaban a la vista, no tenía la menor idea de qué escoger ya que todo se veía delicioso pero decidí tomar algunos panecillos salados y un pequeño pastel de chocolate que tenia una muy buena pinta. Cuando pase a pagar a la caja, vi que había un letrero en el que mencionaba algo sobre búsqueda de ayuda y creí que no pude tomar la mejor decisión al hacerle caso a mí antojado ser. Y antes de pensarlo demasiado, le pregunté por informes a la chica que se encontraba detrás del mostrador. Al parecer era un trabajo de panadero que no pedía mucha experiencia, lo cual era perfecto ya que tomé algunas lecciones de panadería en México, por lo tanto no estaba completamente en ceros. La chica me pidió que llenara un formulario y me dijo que me llamarían para confirmar si lo obtenía. 

Mientras salía del establecimiento con un gran foco de esperanza ya que no tuve que buscar demasiado para encontrar un empleo, aunque aun no estaba segura de que lo obtendría, ya me veía trabajando en ese lugar, noté que ya estaba oscureciendo, vi la hora en mi reloj y me di cuenta de que transcurrieron cinco horas desde que salí de casa, y la verdad no lo había captado hasta ese momento, creía que se me haría mas difícil pasar un día completamente sola ya que no estaba acostumbrada en lo absoluto pero creo la mejor compañía que puedes tener, es la tuya misma. 

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Hola chicos, aquí les dejo la parte 4, espero les guste. 

La historia de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora