UN ESCRITO MÁS. By: Melix Fornaris

UN ESCRITO MÁS

- El olvido que seremos

Segundos, minutos, horas, días, semanas... meses, años.

Tiempo que transcurre sin tomar pausa. Nos consume.

No es lo que roba, es lo que deja a su paso: Historias, momentos, experiencias, fracasos, risas, caos, victorias, romance, placer. Personas.

Así como aquellas huellas dejadas en la arena del mar, que siguen a ser borradas sin dejar rastro alguno. Melancólico.

El olvido que seremos: Parte de una historia que jamás volverá a ser relatada. Cavamos nuestra fosa, estando vivos, para finalmente echar tierra a todo, y con ello... a nosotros mismos.

- Déjame

Déjame mostrarte aquel lugar que sin previo aviso tomaste, como un ladrón nocturno. Déjame mostrarte como te apoderaste de mis sentimientos.

Te mostraré cada detalle, cada rincón del que te apoderaste de mí ser: como tatuajes permanentes que recorren mi piel, Te mostraré como tu mirada quema mi piel. Lo único que realmente quiero es amarte.

Permite que me convierta por completo en la dueña de tu corazón, de mi corazón no te preocupes, eres dueño de el desde el primer momento en el que te vi.

- 12:00 AM

Las manecillas del reloj marcan las 12:00 AM, en mis oídos se escucha un eco de gritos y música festiva; puedo ver como todo pasa lento ante mis ojos. Tomo entre mis manos una copa más de vino y una botella de vodka que sigue a ser llevado a mis labios, puedo sentir el ardor que pasa por mi garganta... Mis ojos están borrosos y nublados, no pienso con claridad y todo a mí alrededor da vueltas. Intento ponerme en pie y caminar ¡JA! No puedo ni con mi vida, pero pienso en caminar; Doy uno, dos, tres y cuatro pasos antes de caer, pero, quiero caminar. Vuelvo a intentarlo, esta vez me sujeto de todo lo que vea cerca para no ir nuevamente de cara al suelo.

Las calles de esta ciudad aunque están iluminadas y trascurridas por muchas personas, se sienten tan sombrías y solitarias. Llevo entre mis dedos un cigarrillo encendido. No tengo idea hacia donde me dirijo, estoy sola, en una ciudad muy diferente a mi pueblo natal.

Mis mejillas van húmedas, lagrimas ruedan por ellas y solo puedo maldecir y reír con ironía, mientras el humo sale de mi boca.

En medio de la carretera me desato mis tacones de tirantes... Los sujeto con un par de dedos y sigo mi incierto camino, hasta sentir esa brisa fuerte que choca contra mi cuerpo débil... Esa textura en la que se sumergen mis pies...

La playa: he llegado a uno de mis lugares favoritos; me acerco a la orilla y solo dejo caer mi cuerpo, me siento y me dispongo a ver ese lugar, tan hermoso, bajo la luz de la luna.

Solo mi botella de vino, mi cigarrillo y yo.

- ¿Realidad o imaginación?

Besos que iniciaron siendo inocentes y tiernos, que luego pasaron a ser besos lentos y apasionados en el cuello.

Las películas que comenzamos en el sofá, y dejamos a medias por culpa del sexo.

Verte mientras bailas tus canciones favoritas.

Esas cartas que en palabras quedaron cortas. Escaparnos en medio de la noche, sin pensar en las consecuencias. Ir tomados de la mano, mientras corríamos a causa de una carrera que solo existía en nuestras locas mentes.

Fumar y tomar vino en un parque oscuro y solitario. Perfecto para los dos.

Detalles... detalles que quedarán enterrados en mi mente, como fragmentos de vidrio.

- Maldito sea el Amor

Coincidimos en la misma vida, pero no en el mismo amor; quizá en otra vida sea justo lo que quieres... o puede que en un futuro lo sea, y cuando eso suceda, ya será tarde... muy tarde para reclamar mi amor, ese que ya se encontrará prófugo, huyendo para nunca más volver.

- Valor real 

Un lector llora por un libro que mayormente es estructurado y construido a base de mentiras, imaginación, y aun sabiendo que es así, llora... porque se identifica y lo que él/ella siente, es real.

Es justo ese momento en el que las palabras plasmadas en aquellas hojas toman sentido y valor.

- ¿Conocerme?

Quien diga conocerme, conoce y desconoce de un libro al que antes se le han arrancado hojas, unas han sido quemadas para que se vayan junto con el humo que el fuego deja a su paso; mientras que otras se encuentran ocultas para que nadie pueda leerlas. Un libro incompleto al que muchos dicen conocer.

- Luna

La luna: El único satélite natural de la Tierra, aquella que aunque esté llena de cráteres, mal formaciones, nacida del caos, con una parte oscura, sigue atrapando a millones de vidas alrededor del mundo. Esa que tiene múltiples facetas y sigue siendo perfecta en medio de tanta imperfección.

Luna, luna que con su luz ilumina e interrumpe la inmensa oscuridad de la noche, esa que acompaña a solitarios, y da esperanza a aquellos que en medio del desosiego observan el inmenso cielo y encuentran en él, aquel punto blanco e imperfecto, pero... jodidamente mágico.

Luna, luna que besa sutilmente el alma de los perdidos. Luna que nació a causa del desastre, y ahora es una hermosa e imperfecta luz de paz, en medio de las tinieblas terrenales.

- Di la Verdad

Diles que fui el lugar más cálido que conociste, diles que fui quién quitó muchos de tus miedos y temores... diles la verdad, cuéntales que estuve en tus momentos más duros. Diles que soporté mucho, solo por verte feliz. Diles que como yo, nadie nunca te va amar. Solo di la verdad.

- Aprendí a leerte

Siempre me han dicho que el diseño muy probablemente no es lo mío, pues para ello hay que ser constantemente creativos, y es que en ocasiones quedo totalmente bloqueada. Eso hasta que te conocí, y sentí que quería quererte, pero, para quererte tenía que escucharte, analizarte, entenderte... leerte.

Por lo que ahora sé que cuando estás nervioso, empiezas a jugar con tus dedos y mueves tus pies, en busca de controlar tus sentidos. Así como sé que cuando estas feliz, haces pequeños pasos, al ritmo de una canción inexistente.

Cuando estás muy concentrado muerdes tu labio inferior y haces caras graciosas... cuando estás triste exiges tu espacio, agachas tu cabeza, y vuelves una vez estando recuperado.

Tuve que aprender a leerte, a entender cada gesto, cada mirada, cada expresión que de tu ser brota...

De verdad quiero aprender a quererte, y lo intento... eso hago. Y sin querer, te convertiste en mi acorde de piano favorito, pues sé qué harás, incluso antes de que lo hagas.

Aprendí a quererte... a leerte.

- Una verdad maquillada

Al final del día, todos tenemos una historia que contar: una verdad espeluznante y una mentira que será aceptada por los demás.

Pues es más fácil contar y aceptar una verdad maquillada, que una verdad aterradora. 

Frase #8

 Llamamos escuchar música a lo que realmente es revivir recuerdos y/o nuestros pensamientos plasmados (sin duda) en una gran melodía.