Capitulo III: Cimientos

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Algo mareada Camila tomo asiento reposando delicadamente sus bellas manos en sus piernas contemplado el acuerdo de Nero con los muchachos, escuchando todo pero sin decir una palabra. Nero se acercó a los jovencitos:

-Buenas noches,-al decir estás palabras, Camila se percató del tiempo que había pasado,ella pensaba que el viaje duró unos cuantos segundos,pero al parecer, pasaron horas-Me preguntaba si ustedes querrían salvar a su especie del exterminio,ya se que puede sonar repentino,pero no contamos con la cantidad de tiempo necesario.

Los jovencitos se asustaron,como era de esperarse. Se miraron con algo de motivación y luego se volvieron a Nero.

-Habló por mi cuando digo que acepto tu propuesta. Mi nombre es Sun Lumia-El chico hace una leve reverencia y mantiene su postura sería.

Agradezco tu participación,¿Y que hay de usted, señorita?-.
La muchacha mantiene cierta distancia y medita un poco más la situación.

-Acepto.-Dijo bastante sería.

-Me parece bastante extraño que nadie pregunté condiciones,pero está bien.-Nero extiende su mano y la que parece ser mayor extiende su mano hacia la albina que , en respuesta, lleva su mano a la de cabellera rosa que le estiró su mano para que ambas se las estrecharan.

La rosa Nero soltó la mano de la chica para comenzar a hablar- Ya estando hecho el trato es momento de darle sus habilidades- Nero miro a la chica esperando que esta dijera algo, pero su mirada era serena y no parecía que está tuviera intenciones de hablar, aún así tenía una pequeña sonrisa dibujada, aparentemente ansiosa por recibir los poderes, pero su semblante cambio a uno de sorpresa al caer en cuenta que no se había presentado, junto las palmas de sus manos y acto seguido dice su nombre-. Siento no haberme presentado, soy Moon Lumia.

Ante esto la rosada rió, se tapó los labios con sus finos dedos para luego aclarar su garganta y llevar su mano derecha al frente.

"Te otorgó el poder de la vida, protege y sana a quien lo necesita, tu eres la esperanza, la luz que dicta el camino de todo lo que existe y tiene la fortuna de vivir, levantarás la espada que aclarara la senda".

La albina comenzó a flotar, se sentía una calidez reconfortante y una luz la rodeó para luego penetrar su pecho confirmando que ya tenía el poder de la vida. Se sentía fuerte, la alegría la invadía, miro felizmente al otro chico que la miraba con algo de seriedad pero mostrando sus relucientes perlas, vaya que son personas interesantes....

Proyecto Fate FallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora