1. No temas

38 6 0
                                    


Nunca en su vida ha estado bajo una tormenta tan fuerte, con cada paso que da es arrastrado dos por el viento, su ciudad está sumergida toda bajo la feroz lluvia que inunda las calles, está escuchando música mientras sostiene su sombrilla con fuerza intentando que no sea arrastrada por el viento, mientras que el clima parece estar en contra de que llegue a su destino.

La lluvia empapa sus zapatos en lo que él consulta la aplicación de mapas en su teléfono, la cual indica que le quedan apenas 7 minutos para llegar al metro. Se apura intentando no llegar tarde a la cena que organizaron sus amigos. 

Los fuertes vientos no cesan, eso se evidencia en la forma en la que intenta aferrarse a su sombrilla y mantenerla sobre él, mientras hace maromas para evitar que el viento la voltee hacia afuera, cuando de repente oye el sonido de un ventarrón aproximándose el cual golpea las ramas de los árboles, arrastra la basura que hay en el suelo y hasta empuja las mismas gotas de lluvia, segundos después él está empapado y con mucho frio, su sombrilla voló lejos y su cabello es un desastre. 

El chico decide intentar correr lo que le parece casi imposible, ya que el viento lo arrastra muy fuerte, todo su cuerpo es ahora más pesado, a duras penas puede ver entre la lluvia, la arena y las hojas de los árboles que vuelan por todas partes, y es un rato mas tarde de caminar en esas condiciones cuando el chico pasa por alto una especie de desnivel que hay en el suelo con el cual tropieza y cae.

Él pone las manos para amortiguar la caída, pero una de ellas termina aplastando una lata de cerveza que estaba tirada allí, inmediatamente siente un corte bastante profundo en su mano. No tarda en comenzar a sangrar, ve como las gotas de sangre caen sobre el agua de la lluvia y se pierden en cuestión de segundos en el suelo, borradas por la corriente de agua. Grandes y pesadas gotas de agua que caen sobre él.

Él está en shock no sobe cómo reaccionar es como si se hubiese quedado en pausa mientras mira su mano, siente el agua golpear su mano y le duele, esas mismas gotas que se cuelan por todo su cuerpo y lavan cada parte de su ser, pero él, con la mano lastimada y con unos cuantos kilos más de peso en agua se disocia y sigue caminando en automático con la intención de no perderse el encuentro con sus amigos.

Escasos minutos después, se detiene frente a la entrada de la estación, mientras lo invade una sensación de extrañeza al ver por primera vez la estación de metro tan desolada, alcanza a contar unas cinco personas donde día a día sin excepción ve una multitud, luego se ese instante de sorpresa y admiración se dispone a ingresar y esperar el metro que según el horario está por pasar. Una vez adentro decide sentarse en uno de los largos bancos de acero que ve a su izquierda. Camina hacia allí, apretando su mano derecha sobre la herida de la otra mano, mientras mira hacia el suelo, cuando llega toma asiento al lado de una anciana la cual deja de lado por unos segundos el periódico que leía para observar detalladamente al chico, casi como si se sorprendiera de verlo, pero intentara ocultarlo. Desde que la vio se siente incómodo estando allí, y extrañamente siente que su rostro es un rostro familiar.

...

Está escuchando música mientras espera el metro, Keel es el tipo de persona que sin querer termina ignorando todo lo que pasa a su alrededor, tiene la habilidad de sumergirse en su propio mundo y cuando crees que mira en tu dirección en realidad está mirando hacia otro lugar dentro de sí mismo, pero está vez algo hace que salga del mundo de su mente, nota algo inusual afuera de los baños del metro, es como ver un montón de cosas colocadas de una manera extraña, como si se tratara de un ritual o de una especie de mensaje. Algo le dice que debería cancelar la cena e ir a casa, pero de verdad quiere comer con sus amigos, además se niega a que todo lo que pasado sea en vano, espera diez minutos, pero el metro no pasa, son las nueve y quince y se supone que pasaría a las nueve, la cena era a las nueve, no puede esperar más, así que decide salir del metro e ir en taxi, lo cual le costará mínimo unas 5 veces más. <<Quizá ni llegue si me quedo aquí esperando >>, pensó. Se levanta y camina hacia afuera, pero tan pronto está por cruzar la salida, oye el sonido del metro, se da vuelta y ve que el metro está parando, así que corre para alcanzarlo, pero en cuanto llega, las puertas se cierran en frente a él, las puertas se acaban de cerrar demasiado pronto, es como si lo hubiesen hecho para burlarse de él, ve al metro alejarse cada vez más sintiéndose algo tonto. Se siente un poco mareado ya que no acostumbra a correr mucho, observa que todas las personas que estaban esperando se han ido. En ese instante ve como un rayo ilumina la zona verde afuera y toda la oscuridad allí se torna luz al mismo tiempo que adentro la electricidad falla y por unos instantes el lugar se torna oscuro, el agua comienza a filtrarse en la estación, el techo gotea, y, ahora Keel, con más afán que nunca, pero no por la cena sino por salir de allí, se gira y corre hacía la salida, al pasar mira hacia el banco metálico donde estaba sentado junto a la anciana y ve sus audífonos, tirados debajo de la banca, <<No puede ser, no recuerdo habérmelos quitado>> corre velozmente por sus audífonos y en cuanto llega a la banca se agacha para recogerlos, se apoya en su mano derecha, la cual deja una marca de sangre en el frio y sucio suelo, olvidó que en esa mano se cortó con la sombrilla, pero ignora el asco y el dolor y mete la cabeza bajo la banca ya que están hasta atrás, pero en cuanto adentra su brazo para tomarlos, en ese instante nuevamente se corta la electricidad, todo se torna oscuridad, por lo que pierde de vista sus audífonos, ya que no puede ver nada, entonces retrocede rápidamente, apoyando sus manos en la banca, y se pone de pie, para sacar su teléfono y encender la linterna, pero tras unos segundos este se queda sin batería y se apaga así que camina rápida y sigilosamente intentando llegar a la salida, hasta que, pisa algo con lo que se tropieza y cae de frente, en ese momento regresa la luz, alarmado levanta la cabeza, ve que está frente al baño y que ha tropezado con el montón de sombrillas rotas, <<¿qué?>>, dice en voz alta, segundos después nota que sus audífonos cayeron dentro del baño luego del impacto en la cabeza,<<pero, ¿no los había dejado debajo del banco?>>, luego siente vibrar su teléfono <<¡Maldita sea!, ¿no estaba descargado?>>, mete la mano en su bolsillo y contesta, son sus amigos;

-¡Hola Keel! te estamos esperando, ¿dónde estás? -Pregunta Lara.

-Necesito ayuda, algo está pasando -Dice Keel susurrando con miedo de que no esté solo allí.

-Dime que pasa, ¿estas bien?, ¿dónde estás?

-En la estación ...,

La llamada se cortó, intenta llamar nuevamente mientras toma aliento y se pone de pie con un fuerte dolor en la frente, tiene sangre saliendo de su nariz, -"Lo sentimos su dispositivo está sin cobertura"-, se siente muy desesperado, pero no quiere dejar sus audífonos allí, así que entra al baño, los toma y sale corriendo buscando la salida.

Se detiene cuando pasa cerca de la banca gris y camina hacia ella cuestionando que tal vez nunca vio allí sus audífonos, se agacha y lo único que hay es una hoja de un periódico vieja y amarillenta, la toma con curiosidad y ve que en la hoja hay una foto de una anciana, el titular dice; "mujer brutalmente asesinada en el metro de Falltown, se encontró su cadaver en el metro de la calle 77 junto a los cadáveres de un grupo de jóvenes, aún no se han revelado las identidades de las cuatro víctimas" , Keel nota que al final de la noticia pone 13/7/2025, <<eso es más de un año después>>,piensa, <<es imposible>>, se concentra en el rostro de la anciana, y comienza a sentir miedo, e incomodidad, al recordar ese mismo rostro sentado hace un rato a su lado, en exactamente el mismo lugar donde él está leyendo este periódico. Le da la vuelta al periódico y ve al final de la página un dibujo de unos audífonos hecho a lápiz.

Este giro inesperado lo hizo reconsiderar su experiencia en la estación, preguntándose si la anciana era algo más que una figura familiar. La incertidumbre se apoderó de él mientras buscaba respuestas, llevándolo a cuestionar la realidad de lo que acababa de vivir.

LA OSCURA VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora