7. La fabrica

13 2 0
                                    

Tras salir del edificio, contempla la posibilidad de ir a la casa de Lara, pero esta posibilidad se desvanece en el momento en que recuerda que para llegar allí debe tomar el metro de la calle 77 así que no, no va a ir a casa de Lara, luego piensa en Derek, pero no tiene idea de dónde vive, y André debe estar trabajando, así que no tiene sentido ir a su casa, en ese momento recuerda que André le mencionó hace algún tiempo que trabaja en una fábrica de licores, pero claro está que él no tiene idea de dónde queda, así que saca su teléfono al que por lo menos le sirve la red móvil, y busca «fábrica de licores en Falltown», obtiene apenas tres resultados, dos de esas fabricas están en el distrito industrial a las afueras de la ciudad, y la última queda en el area rural a 15 km del casco urbano, Keel piensa que es imposible que André trabaje en un lugar tan remoto, así que por practicidad, decide ir al distrito industrial, aunque llegar allí no tiene nada de practico, y entrar se imagina que mucho menos.

Unos quince minutos después Keel se encuentra en un taxi que pidió desde la app, «¿puedes llevarme al distrito industrial?, por favor», le dijo Keel al taxista, quien no necesitó más indicaciones para saber de dónde se trataba, así que, tras una larga y silenciosa ruta de veinte minutos, el auto se detiene frente a un gran portón blanco que está cerrado.

- ¡Llegamos! - le dice el taxista a Keel, quien luego de cobrar por su servicio se marcha dejando al chico frente a la portería.

Keel camina hacia la cabina del guardia que está al lado izquierdo de la entrada mientras piensa en qué cosa dirá para que lo dejen entrar, pero en cuanto llega, nota que no hay nadie dentro, empuja la puerta de la cabina y ésta cede, está abierta, se debate un par de minutos sobre si entrar o no, pero termina abriendo la puerta, dejando el espacio justo para que pueda entrar. Cuando entra, ve en la parte superior de la cabina una gran pantalla que muestra las grabaciones de las camaras en tiempo real, la pantalla está colocada de tal forma que desde afuera no puede ser vista, ve también un pequeño escritorio, en el que hay un computador de mesa, y aparte de la silla de escritorio y una pequeña papelera no hay nada más que Keel considere destacable, se da la vuelta e ingresa.

Keel se siente tan pequeño al ver las grandes fábricas, todas tienen el mismo color, un blanco que hace contraste con el verde de los árboles de fondo, y el hermoso cielo azul despejado, rodeando cada fabrica hay una línea de arbustos y un césped muy bien cuidado, es un lugar bastante agradable, aunque imaginó que este lugar sería más ruidoso, teniendo en cuenta las actividades que aquí se realizan, pero no, todo lo que oye es el cantar de las aves y el sonido del viento. Keel camina en busca de la fábrica de licores a la que le tomó una captura al hacer la búsqueda en el mapa, pero se da cuenta que eso no servirá de nada, todas las fábricas son iguales, desde afuera no nota ninguna diferencia una de otra, por lo que opta por hacer caso a su intuición y camina hacia la primera de todas las fábricas con la esperanza de que sabrá cuál es la fábrica que busca. Al llegar se detiene de cara a la entrada de la gran fabrica, hay algunos coches parqueados frente a la entrada, pero no observa actividad alguna, se acerca con cautela, ya que tiene miedo de que lo saquen si se dan cuenta que está allí sin autorización, pero al acercar su oído a la puerta para intentar descifrar si este es el lugar que busca, no oye nada en lo absoluto, todo está en una tranquilidad anormal, piensa que allí talvez no trabajan hoy, así que descarta ese lugar y se dirige al proximo.

Keel llega a la próxima fábrica, hay un par de camiones en la entrada, pero no ve a nadie fuera, esta fábrica tiene ventanas a la izquierda, las ventanas están cubiertas con papel periódico, Keel se acerca, pero no puede ver nada, hasta que nota que al final de la fila de ventanas hay una cuyo periódico se ha despegado un poco en la esquina, corre hacia ella y al llegar acerca sus ojos a la superficie que permite que pueda ver hacia dentro, la fábrica tiene las luces encendidas, pero todas las grandes máquinas que hay allí están sin duda apagadas, ya que no emiten ningún sonido, ni hacen ningún tipo de movimiento, y para decepción de Keel no hay una sola persona allí según lo que él ve.

Keel ya un poco cansado pero determinado a encontrar a André, devuelve sus pasos por la fila de ventanas, pero cuando está a punto de llegar al frente de la fábrica oye que alguien está saliendo desde dentro de la fábrica, Keel rápidamente se lanza detrás de uno de los arbustos que hay a su izquierda. Se asoma por el arbusto y ve a una persona, pero el arbusto solo le permite ver sus tenis blancos y unos jeans azules, juzgando por sus piernas parece ser un hombre, cuando este se da la vuelta Keel nota como algo que llevaba colgado de su pantalón cae. El hombre se pierde de la vista de Keel, mientras él permanece escondido en el arbusto, segundos después se oye el sonido de un camión, Keel sale del arbusto mientras el camion, de color rojo con dos rayas azules se dirige hacia la salida y se pierde de su vista. Apenas Keel se asegura de que el conductor del camión está lo suficientemente lejos como para no verlo ni oírlo, corre rápidamente para ver qué era lo que se le cayó, se agacha y recoge lo que parece ser un llavero, son un par de llaves y una USB, el llavero parece ser de esos que regalan las empresas solo que éste no tiene ningún logo, en lugar de eso tiene un búho, y abajo de él las letras «OCM». Cuando Keel se lo guarda en su bolsillo recuerda que tiene el periódico y que vino hasta allí para buscar a André, así que en cuanto decide seguir buscándolo, oye el sonido de un motor acercándose, ya el sol se oculta y la unica persona que ha visto salir fue al señor del camion, que ahora está conduciendo devuelta hacia donde él está, a Keel lo invaden los nervios y sale corriendo rodeando las fábricas, buscando llegar a la salida.

Keel ve a lo lejos la portería, se acerca deprisa, corriendo, ahora lo único que quiere es salir, no desea tener problemas con las autoridades, cuando recuerda que tiene las llaves de ese hombre, lo que multiplicaría por mil las sospechas hacia él, y cuestionarían su intención al entrar allí sin autorización, hasta que finalmente Keel llega a la cabina del guardia, la puerta está cerrada, pero no tiene seguro, gira la manija de la puerta cuando ve la sombra de un hombre ponerse de pie, el hombre está abriendo la puerta, mientras Keel se da la vuelta para salir a correr, Keel está muy nervioso, siente que su corazón está a punto de salírsele del pecho, en cuanto termina de girarse y da un paso, que en realidad es más un salto que un paso, Keel se tropieza, su tobillo se dobla y cae al suelo, en el suelo se gira y ve la silueta del hombre que está a contraluz, inmóvil, observándolo.

LA OSCURA VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora