“La verdad bajo la lluvia”
Bakugō guardó los talismanes que había estado haciendo toda la noche anterior en su mochila, empacó dinero y un paraguas por sí comenzaba a llover.
Eijirō a su lado estaba sonriendo emocionado de salir a buscar pistas del paradero de su cuerpo.
El rubio le indicó que debía caminar a su lado y no separarse mucho cuando vieran a otros fantasmas, algunos podrían llegar a ser muy problemáticos.
Su madre le había dado un dibujo a lápiz detallado del escenario en el que el pelirrojo había sufrido un ataque por la espalda, un mini súper de 24hrs.
--Miremos alrededor y veamos si puedes recordar algo.
Eijirō asintió enérgicamente y dió vuelta para adentrarse en el callejón a un lado de la tienda. Sentía que el lugar era familiar y que había estado allí antes.
Claro, no por nada la mamá del rubio los había mandado a investigar en esa zona. Lo curioso era que aún al ser una hora pico no había mucha gente por el lugar.
Eijirō se quedó merodeando por allí un rato antes de volver con Bakugō.
--¿Sientes algo familiar? ¿Un flash? ¿Algo?
Kirishima negó.
--Sigamos buscando.
A Eijirō se le hizo un poco difícil pensar en lo que podría estar pasando por la mente del rubio, pero después de conocerlo en esas últimas dos semanas siente que comienza a conocerlo un poco y que realmente no es una mala persona como todos creen.
Pensar que es el único que puede ser así de cercano al rubio, lo hace sentir feliz.
-- Oí, hay un anciano que dice que te vio hace un año por aquí y que te seguía un tipo mayor. ¿Te dice algo? ¿Algún recuerdo de quién puede ser?
Kirishima negó nuevamente con ojos tristes.
--Entonces usaré Kyōkan para ver al tipo.
El rubio le pidió al anciano fantasma que lo mirará a los ojos, murmurando unas cosas extrañas Bakugō entró en trance.
Segundo después Bakugō maldijo y volteó a verlo, Eijirō pudo ver lastima y enojo en su mirada.
--Sé quién te asesinó, pero no creo que podamos hacer algo para que nos diga dónde está tu cuerpo si no es un jodido fantasma después de haberse suicidado.
Katsuki se puso furioso, que el tipo que disfrutaba de asesinar personas inocentes hubiese muerto sin haber pagado por sus crímenes no le pareció justo.
--Volvamos a buscar, el tipo no puede ir muy lejos sí murió hace tres días.
Kirishima asintió y lo siguió en silencio flotando a su lado, Bakugō lo mió de reojo, al estar oscuro por ser de noche Kirishima brilló levemente y Katsuki supo que eso no es una buena señal.
Usualmente los fantasmas no brillan de esa manera cuando están en el plano terrenal y cuando lo hacen es porque su alma está cercana a desaparecer.
Si su alma desaparece sin haber encontrado su cuerpo y haberle realizado un funeral apropiado el Pelirrojo podría no tener la oportunidad de reencarnar.
Y eso a Katsuki no le parecía justo. No quiere admitirlo pero se ha encariñado de ese molesto fantasma y si su alma llegase a desaparecer Bakugō se culparía a sí mismo por ello.
Cuando las nubes comenzaron a pintar el cielo nocturno Bakugō abrió el paraguas que empacó.
Kirishima se detuvo abruptamente y giró sobre sí mismo.
--¿Qué sucede?
Pero Kirishima no respondió, en su lugar comenzó a llorar mirando el callejón frente a él, parecía realmente afectado por ese lugar.
Entonces Bakugō tuvo una sospecha. Probablemente ese era el lugar donde lo asesinaron.
Buscó en su mochila un talismán, lo tomó entre sus dedos y lo lanzó al callejón con un poco de energía espiritual de su núcleo para activarlo.
Inmediatamente entre las llamas azules Katsuki pudo presenciar la manera cruel y brutal en la que el pelirrojo había sido asesinado.
Eijirō estaba usando una chaqueta roja y su cabello estaba peinado hacia arriba, llevaba una bolsa del minisuper en su mano y en la otra llevaba un paraguas debido a que estaba lloviendo al igual que en ese momento.
Entonces el sujeto se acerca a él y le pregunta por una dirección, Eijirō es amable y se gira para señalar el camino al hombre, pero antes de poder hablar su cuello es envuelto con un alambre y lo estrangula mientras el paraguas cae al suelo con un chapoteo junto a la bolsa de las compras.
Eijirō trata de apartar el alambre de su cuello usando sus manos pero no lo logra, sus ojos se ponen llorosos y se inyectan de sangre por la falta de aire, trata de golpear al hombre pero sus golpes son débiles, pronto entre jadeos de dolor cae inconsciente.
El tipo está sonriendo como un loco, parece disfrutar lo que ha hecho, arroja el cuerpo inconsciente del pelirrojo al suelo en el callejón y lo arrastra más adentro.
Saca un cuchillo de su propia chaqueta y abre la boca de Kirishima, Bakugō sabe lo que hará y no quiere mirar pero está en shock y no puede apartar la mirada de esa horrible escena.
Eijirō se convulsiona y suelta gritos de dolor cuando el tipo le corta la lengua.
Bakugō está horrorizado y quiere vomitar, sus ojos le arden y el nudo en su garganta no está mejor después de ver que el hombre se hecha al hombro el cuerpo nuevamente inconsciente del Pelirrojo, se lleva su paraguas y sus compras y se marcha del callejón.
Una vez que el talismán se acaba y el tipo desaparece Bakugō tuvo secadas y vómito todo lo que había comido ese día, sus ojos se llenarón de lágrimas y se tiró al suelo mojado con el paraguas olvidado a un lado.
Cuando Eijirō se lanzó sobre él Bakugō no dudó en envolverlo en un abrazo, no le importaba nada más en ese momento, lo único que quería era proteger al joven y nunca dejar que sea herido de nuevo.
--Te juro que encontraré tu cuerpo, lo juro.
Lloré escribiendo el asesinato de Kiribb, ¿Por qué le hago tanto daño? ¿Cómo puedo ser así de mala con él?
Alguien pegueme por favor...
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Fantasma【Bakushima】
FanfictionBakugō Katsuki es un chico con el don de ver espíritus, su madre era una médium y su padre un sacerdote retirado. Un día como cualquier otro en la odiosa universidad mientras Bakugō se concentraba en la clase de administración aparece un fantasma mu...