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Hoseok despertó muy temprano en la mañana, miró la fecha en su teléfono y la emoción invadió su cuerpo, era el cumpleaños de Taehyung, su amor platónico desde haces ya 2 años. ¿Cómo ocurrió? Ni el sabía, bueno sí. Fue cuando recién había empezado a trabajar en esa secundaria, era el nuevo maestro, y además bastante joven y atractivo, por lo que en su primer día fue bastante llamativo para todo el mundo, y le fue imposible pasar desapercibido.

Cuando se presentó con todos los profesores en su primera junta, todos se asombraron al escuchar la edad que tenía, 24 años, recién egresado de la universidad de Seúl y con un promedio perfecto en la carrera ingenieria química. Las profesoras soltaron un suspiro enamoradas, guapo, inteligente y joven, era el hombre perfecto. Desde ese día, gran parte del personal femenino y alumnas lo perseguían a todos lados mientras le regalaban miradas coquetas, Hoseok estaba más que acostumbrado a ese tipo de comportamientos, desde que estaba en la universidad solía ser el centro de atención de todos, era considerado perfecto, cosa que abrumaba mucho al pelinegro, pues él no se consideraba en nada perfecto, tenía muchos defectos, defectos que tenía que ocultar frente a las personas, ya que lo tenían en un estándar tan alto, que desde su perspectiva, una mínima muestra de sus defectos y debilidades, haría que se decepcionaran de él; se sobre exigía demasiado para que todos vieran al hombre que querían ver, al guapo, inteligente y perfecto Jung Hoseok.

Sabía que las chicas con las que había salido y las que lo pretendían, no se molestaban en conocerlo a fondo, solo les interesaba su físico y se habían cegado por la falsa imagen de un hombre perfecto. Todas sus novias lo habían utilizado como un simple accesorio, ¿qué era mejor para aparentar y generar envidia que tener por pareja a alguien como él? Ninguna de esas mujeres se preocupaban por ver más allá de esa apariencia, por lo que Hoseok, ya harto de aquello, se decidió por rechazar a cada una de sus pretendientes, sabía que la misma historia se repetiría, salir con el chico guapo a todos lados, presumir su relación, intimar con él y se acabó, no había un acercamiento y una conexión verdadera, él ya no quería ser utilizado de esa manera.

El pelinegro había mandado a la basura su vida amorosa desde hace ya un año medio, hasta que conoció a Taehyung, el tímido maestro de arte, mayor que él por 3 años y el segundo más joven de los profesores. Pasó desapercibido para él en un principio, era algo que no negaría, pero eso cambió cuando una tarde intercambiaron sus primeras palabras.

Hoseok estaba por calificar unos exámenes en la sala de maestros, Sacó las hojas de papel y de ahí cayeron 3 cartas de amor, el pelinegro soltó un suspiro cansado y las tomó. Sabía que eran de algunas alumnas.

—Es la segunda vez esta semana, y apenas es Miércoles— se quejo en voz alta, pensando que estaba solo en la sala, pero al parecer no.

La puerta fue abierta justo en ese momento y Hoseok levantó la mirada, Taehyung había entrado y escucho todo.

—P-perdón por interrumpir, pensé que la sala estaba vacía...— el castaño bajó la mirada.

—Oh, no te disculpes, pasa, yo solo califico esto y me voy.

Taehyung asintió y se sentó al otro lado de la gran mesa donde estaba Hoseok sentado. La habitación fue invadida por un silencio incómodo.

—Mhm...eres el profesor de arte, me imagino— dijo Hoseok mirando que su ropa estaba algo manchada de pintura y que tenía en las manos hojas con varios dibujos.

—E-eh sí...tú eres Hoseok, el profesor de química— dijo Taehyung apenas audible.

—Perdona, pero ¿cómo te llamas? No puedo recordarlo— Hoseok le mostró una sonrisa avergonzada.

—No te preocupes, suelo pasar muy desaparecido por aquí, y nunca me presente contigo como los demas, s-soy Taehyung—

—Bueno, es un gusto Taehyung—Hoseok le regalo ahora una sonrisa amable.

☁️ℂ𝕙𝕖𝕣𝕣𝕪 𝕄𝕒𝕘𝕚𝕔☁️ [ₕₒₚₑᵥ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora