Cap. 6- Sucesos extraños.

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Cuando llego a casa la nota y el dinero encima de la mesa del comedor están ahí, como siempre. Dejo la mochila en la mesa. ¿Que encargo hoy de comida? ¿Un italiano? ¿Un oriental? No le doy más cieltas y al final me decido por una pizza, mi amigo Lucas trabaja en Rizzo el mejor lugar donde puedes encontrar las mejores pizzas de Chicago, no quiero estar en casa todo el día encerrada un viernes, luego llamare a April haber si quiere ir a comer conmigo. Leo la nota, mama tiene otra vez turno de noche en el hospital, trabaja el la sección de maternidad. Y por otro lado esta papa, que esta en un viaje de negocios en Nueva York, según él, aunque en más de una ocasión en mi mente aparece la terrible idea de que pueda tener otra familia.

Suspiro.

Estoy cansada, hacer flexiones sin parar es agotador. Me quito los zapatos y camino en dirección a mi habitación que esta en la segunda planta, algunas prendas también desaparecen a medida que avanzo. No soy una exhibicionista ni nada parecido, pero esto es lo que pasa cuando no tienes ni hermanos, ni novio, además es una costumbre. En cuanto mis pies tocan suelo seguro, es como si mi cuerpo sintiera la necesidad de quitarse todo tipo de prenda incómoda que sujeta durante el día, cosa que yo agradezco. Subo los escalones de dos en dos canturreando una canción, normalmente suelo odiar que mi habitación este en la planta de arriba por las mañanas ya que estoy recién levantada y mi cuerpo o mente, o las dos juntas no funcionan del todo bien.

Mi habitación no es nada del otro mundo, una cama doble en el centro con dos mesillas a juego en cada poste, un espejo en la esquina de la puerta, un armario blanco cerca de la ventana y el escritorio de madera roble cerca del armario. Las paredes están pintadas de un azul pálido, es bastante sencilla, como yo. Oh, y un corcho colgado en la pared adorna la habitación con fotos de April y mías haciendo el tonto por la playa. Me acerco a la cama sin hacer y me pongo el pijama- una camisa dos tallas mayor que la mía, con una chaqueta por encima, y short-. Me acerco a la ventana, esta mañana se me olvido correr las cortinas. Y lo veo. Ahí esta. Veo salir a Justin con dos bolsas negras en cada mano por el porche de su casa. Abre el maletero rojo y las bolsas negras desaparecen en interior. Espera...¿maletero rojo? ¿coche rojo? Me apostaría una chocolatina s que hace una semana lo vi circulando con Range rove negro.

Algo pasa, soy como un imán a la deriva y el mi atracción. Justin levanta la mirada antes de abrir la puerta de copiloto, y me ve. Su mandíbula se endurece. Me aparto de la ventana silenciosamente. Al menos en mi casa estoy a salvo, pienso.

Una risa burlona me hace compañía.

Eso es lo que crees, chica tonta. Susurra muy bajito mi subconsciente.

Aún no tengo hambre, supongo que veré un poco de televisión, me encierro en mi habitación y me recuesto en mi cama, encuentro una película que hace mucho una chica me recomendó, aún no empieza así que opto por verla con un gran tazón de palomitas de maíz. Me hago una cola de caballo y bajo tranquilamente las escaleras, escucho que la puerta principal se azota. Paro en seco a la mitad de las escaleras.

-¿Ay alguien ahí?- digo con algo de miedo, apostaría lo que sea que cerré la puerta cuando llegue. Bajo con cuidado dirigiendome a la puerta. Trato de abrir pero esta como yo la deje, cerrada. Probablemente fue el aire o soy yo, eh tenido un día muy pesado y de seguro estoy alucinando cosas por que esa es la respuesta que encuentro a esto. No se puede abrir una puerta cerrada y luego ser azotada amenos que... "No, no, no Estefania, no es nada" me digo a mi misma, mejor iré a hacer mis palomitas. Este día se vuelve cada vez mas extraño. Subo más rápido de lo común con mis palomitas hacia mi habitación, me da algo de miedo estar sola halla abajo. Vuelvo a recostarme en mi cama y veo que la televisión esta apagada, recuerdo haberla dejado en el canal de la película, estoy alucinando otra vez, creo que me esta haciendo mal, tengo que calmarme, son cosas mías.

Termino de ver la película, eh dejado algunas palomitas, hago el tazón a un lado y me acurruco para echarme una siesta.

"Que hermoso cabello tienes Fanni", "lastima que seas morena", "tu no tienes la culpa", "quisiera tocarte como quiero pero no debo", "perdoname, tienes una larga vida por delante, perdoname por quitartela."

Esa ultima frase me despierta de golpe, eh soñado algo raro, es confuso, muchas cartas de juego, chicas morenas y sangre... Estoy sudando y muy asustada, noto algo raro, la ventana esta abierta, el tazón de palomitas cerca de mis pies con algunas regadas en la cama. Me duele la cabeza, me siento bien en la cama y noto que ay palomitas en el piso, yo no las tire, no se que pensar. Me agarro la cabeza y mi cabello esta despeinado, no veo por ningún lado mi liga, juraría que tenía el cabello amarrado antes de dormirme, es como si me hubieran acariciado el cabello pero no sin antes quitarme la cola de caballo, no encuentro otra respuesta, de otra forma estaría aquí mi liga y no esta, precisamente soñé algo parecido.

Mi ventana, alguien entro por mi ventana, se sentó alado de mi mientras dormía, sacó mi liga, me despeino y acaricio mi cabello y al irse agarro palomitas y... Es algo descabellado pero obvio. Ahora estoy mas nerviosa, ya no quiero estar sola aquí. Noto la hora, solo dormí 15 minutos, 15 minutos que parecieron eternos.

Llamo a Rizzo y afortunadamente me contesta Lucas.

-Hola, si, ¿Lucas? Soy Fanni.

-Ey, hola chica, cuanto tiempo.

-Ah, si, mucho verdad.- trato de reír pero me sale una risa nerviosa, ya no quiero estar aquí.

-¿Estas bien Fanni?-pregunta Lucas algo preocupado

-Si... No, podría ir a tu pizzería, me invitas una y te platico, vale?

-Vale, aquí te espero.

Cuelgo, me arreglo lo mas rápido que puedo con unos shots cortos, una polo azul y tenis. Me siento en mi tocador y me miro al espejo, mi cabello, lo miro un momento, ¿que estará pasando? Cierro los ojos y agito la cabeza para alejar los pensamientos que pudieran llegar, agarro una nueva liga y me hago nuevamente una cola de caballo. Al salir le llamo a April y quedo con ella para vernos en Rizzo con Lucas. Entro a mi carro y al hacerlo siento que alguien me observa, me siento rara, deben ser los nervios que aún tengo por lo de ahorita, es mejor ya no pensar en eso. El día sigue pasando extraño. Arranco y voy en dirección a la pizzería.

Lσvε MυяdεяεяDonde viven las historias. Descúbrelo ahora