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- ¡¡Ya estoy arto!! - grito con fuerza y tiro el hermoso florero de porcelana fina al piso - ¡¡Yo soy tu esposo!! - lágrimas amargas salían de sus ojos - ya no puedo... No puedo más... estoy arto de esperarte todas las noches con la cena lista... de esperar a que llegues y que pasemos un tiempo juntos... ya estoy arto... No puedo más... ya no...

Por primera vez esos ojos alegres derramaban lágrimas, por primera vez lo habían visto llorar.

- ¿Crees que llorando y haciendo un escándalo me tendrás en esta mentira? - hablo de manera fría y miro sin expresión alguna al menor - admítelo nos casamos sin amarnos y ese sentimiento jamás albergará en mi corazón

Limpio sus lágrimas con sus manos y miro dolido a su esposo.

- Si... nos casamos sin amarnos pero cinco años es mucho tiempo para que en ambos naciera ese sentimiento... en mi nació hace años atrás... te amo... pero... pero ya no puedo dejar que esto se pase de mis manos - llevo su cabello hacia atrás - tarde me Di cuenta de que jamás me amarías... tarde me Di cuenta de que fue un grave error dejar que entraras en mi corazón, tarde me Di cuenta de que jamás debí aceptar tu propuesta - nuevamente empezo a llorar - fuiste un maldito bastardo al decirme después de casarnos que no me amabas cuando ya me tenías muy bien engañado... creí en ti cuando tu ya tenías a alguien a quien amar, cuando tu te revolcabas con esa puta

- No voy a mentirte, jugué con tu corazón ¿creíste que iba a desaprovechar la oportunidad de casarme con un niño rico con falta de amor? - río sinico - fue tan fácil engañarte y mi puta como lo llamas es mejor que tu mi amor - se acerco al menor - a el siempre lo ame... y todas las noches que no llegue a esta casa de fantasía estaba en sus brazos haciéndolo mío tantas veces

- Eres un maldito imbécil - su voz estaba quebrada - te odio tanto... tanto...

- Si amor - tomó el mentón del menor - soy un maldito imbécil al cual amas tanto que ni siquiera puedes pedir el divorcio - sonrió y dejo un beso fugaz en los labios del menor.

El mayor salió de la sala de estar donde se encontraban, el menor se dejó caer al suelo y se arrodilló sobre la alfombra ploma que valía millones, las empleadas y su mejor amigo se acercaron a el para darle consuelo, ellos no podían meterse en los problemas en el matrimonio quebrado del menor.

- Tranquilo joven Akihito ahora mismo le traeré un poco de agua - dijo amablemente la criada que lo había cuidado, ella no tan mayor que el - por favor Kirishima San cuide a mi amo - pidió de favor y salió corriendo.

- No llores... - abrazo al menor - No llores por alguien que no vale la pena... - Lo pego tan fuerte a su pecho - quisiera retroceder el tiempo... quisiera haber impedido esa boda

- Kei... - se aferró con fuerza y su llanto se volvió un grito aterrador, un grito lastimero, un grito de dolor, un grito de salvación - ya no puedo... No puedo más... ¡¡YA NO!! - grito amargamente

- Tranquilo... tranquilo Akihito todo estará bien - sólo eso podía decir, sólo ese consuelo le podía dar a su amigo - yo cuídate de ti... te juro que cumpliré la promesa que te hice... jamás te dejaré sólo...

Cinco años atrás

Apenas cumplía veinte años y debía casarse por el bien de su familia, no les hacia falta dinero, no estaban en la banca rota, pero un docel no podía llevar sólo el cargo de las empresas de su padre, de su familia, sus ingresos eran trillonarios y su familia era la más conocida y admirada por todo Japón, después de todo eran los Takaba una familia fina con un gran prestigio y eso era lo que sus padres querían mantener, sus padres... ese debería ser sólo una palabra sin validez alguna Takaba Akihito era el único heredero de toda esa fortuna, era alegre y nada lo ponía triste, no desde esa vez que se juro a el mismo y con un amigo el que jamás volvería llorar, nadie nunca más lo volvería a ver vulnerable y cumplió su promesa, sus empleados o amigos que trabajan para el siempre veían esa sonrisa hermosa que caracterizaba al menor esa sonrisa roba corazones, una sonrisa que alegraba la vida de cualquiera.

No soy más tu jugueteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora