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Era la hora de cerrar  y Maddie estaba dormida en el patio de la florería, con la boca abierta y su rubio cabello estaba lleno de ramas y muy enredando. Parecía un cachorro.
Harry sonrió, porque pensaba que esa pequeña era lo mejor que le pasó en la vida. Era como una hija para el.

«Aún recordaba el día en el que su madre vino del hospital muy tarde, y el estaba estudiando para sus exámenes de la escuela. Grande fue su sorpresa cuando vio en los brazos de Anne a un pequeño bebé de pocos días de nacido. Su madre le había explicado unos días atrás que una adolescente había dado a luz en el hospital y no sobrevivió a la cesárea que le practicaron, llamaron a los abuelos de la pequeña para que se hagan cargo pero estos se negaron. Ellos no querían a la bebé. El padre tampoco se presentó y decidieron llevarla a un orfanato, pero Anne intervino diciendo que ella podía adoptar a la bebé y tenía las posibilidades de hacerlo. La evaluaron durante dos días y aceptaron su petición, con la condición de poner como apellido el de su madre biológica. Maddie Bryce, ese era su nombre oficial.»

-Corazón, levántate-Harry se sentó en el césped artificial del patio junto al cuerpecito de Maddie.- Debemos ir a casa.

-N-no quier-ro.

-El duende de las flores vendrá pronto y te llevara a su cueva si no te levantas.

-Si viene le pego porque no me deja dormir.

-¡No te compro el Furby que me pediste si no te levantas!

-Pero debes comprarme mi Furby, hasta ya decidí como se llamara.

-¿Y como se llamara?

-Niall, igual que tu amigo. Se parece mucho a un Furby.-dijo Maddie levantándose y limpiando su vestido. Le hizo gestos a Harry con las manos para que la cargue.

-Espera a fuera linda, en un momento salgo.-Vio de reojo como la pequeña salia aun soñolienta.

Apago el interruptor de luz, encendió la alarma y contó las ganancias del día. No era mucho, ni muy poco. Llamo a Karen para avisar de que ya estaba cerrando y cerro la puerta haciendo sonar la campanilla de esta.

Un cielo oscuro, estrellado y con una luna llena lo recibió. Pero Maddie no estaba afuera.

Antes de que pudiera siquiera asustarse y correr a buscarla, esta apareció de la mano de uno de los tipos del parque comiendo un cupcake. Se veía tan cómoda con aquel tipo y eso era totalmente raro porque la gente usualmente no soportaba su manera de ser.

-Entro a mi tienda y pidió que le invitara uno de mis cupcakes-explico el chico, mientras le lanzaba una pequeña sonrisa.

-¿Se lo agradeciste?-pregunto Harry. Era obvio que no le agradeció, nunca lo hacia.

-¡Si, lo hice! También le pedí que me haga uno de esos dibujos pero no quizá. Eres un enano tonto-le mostró la lengua a Louis.

-¡Maddie!-Harry estaba muriendo de vergüenza.

-Soy mucho mas grande que tu-dijo haciendo gestos exagerados de diva.

-Papi Harry es mas alto que tu.

Entonces, el chico de los tatuajes y el chico de las flores hicieron contacto visual. El azul vio a el verde. La pureza a la rebeldía. Harry vio en los ojos de Louis cosas tulipanes azules. Louis vio en los ojos de Harry un obra de arte. 

-Lamento eso, suele ser un poco "rebeldita".- se rasco la parte trasera del cuello.

-No hay problema. ¿Vas  a tu casa?.-Louis quería llevarlo.

-Si, Maddie y yo debíamos ir a la parad...

-¡Yo lo llevo!, eh bueno, si desean.-mordió su labio.

-¡Si, que nos lleve! ¡No me gusta ir en bus, la gente es muy tonta!.

-Apenas y nos conocemos no creo que sea segu...

-Bueno pues tendremos bastante tiempo para conocernos, tengo una tienda de tatuajes al costado de tu florería.- Estaba tan desesperado por pasar mas tiempo con Harry que no tenia idea de que decía.

-¿Que tienda?.- Giro la cabeza y efectivamente estaba la tienda con aspecto muy urbano.- Oh, esa tienda. 

-¿Y bien?.- Insistes mucho Louis.

-De acuerdo,llévanos a casa.- dijo Harry cargando a Maddie.

-¡Yupi!- Ella alzo sus brazos en señal de alegría.

Y los tres caminaron hacia el auto de Louis, estacionado en el parque.

Perdón si hay algún error ortográfico y si demoro en subir. Las amo x

tattoo's and flowers <l.s>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora