No se sentía parte de algo, su
mirada triste y sus ojos profundos
su mente no era mas que mares en
donde se ahogaba y nunca llegaba al
fondo, al llorar, de entre las lágrimas
brotaban su felicidad, no comía ni
bebía en días, el sueño había
desaparecido, ya no podía dormir.
Aquélla criatura ya no tenia alma,
solo era un cuerpo vacio que
deambulaba sobre la tierra, sus
amigos la abandonaron y sus padres
se preocupaban de su conducta pero
aún así...
Noche a noche dejaba de sentir la
soledad, la tristeza, la felicidad.
Deseaba huir, lo escribía en todo la
que fuese papel o pared, solo ese
era su deseo.
Una noche el estruendo despertó la
curiosidad de los vecinos y al entrar
todo estaba oscuro, al subir las
escaleras, en el cuarto el piso, lleno
de papeles y libros despedazados,
las paredes estaban llenas de
palabras que no se entendían, ella
estaba en su cama, su rostro miraba
a la pared, en su mano un arma y en
su pecho una bala, las sábanas
teñidas con su sangre escondía un
papel que decía: vive hoy, muere
joven y tu cadáver será hermoso.