[𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈𝐈] 𝐂𝐚𝐦𝐞𝐥𝐨𝐭

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Merlin's P. O. V.

-Merlin has esto, Merlin has aquello, Merlin, Merlin, Merlin-

-Será mejor que dejes de quejarte y hagas tus labores- escuché la voz de Gaius a mis espaldas.

Demonios me había escuchado.

-Lo sé Gaius es sólo que- me interrumpio antes de que terminará de hablar.

-Si lo sabes no tienes que estarte quejando todo el tiempo-

Suspiré.

-Desde la mañana Arturo no ha parado de darme órdenes, no es ni medio día y ya tengo deberes para la noche-

-Si es así, será mejor que te apresures- Gaius iba a seguir hablando pero lo interrumpí.

-Y dejé de quejarme-

-Exacto- hizo una breve pausa -por cierto Merlin necesito que me traigas unas plantas que se me están a punto de acabar, te deje la lista en la mesa-

Tras decir eso Gaius salió supongo que a entregar alguna medicina o algo así debido a que es el curandero real.

Me acerque a la mesa a checar la lista, eran más de 5 plantas diferentes.

Suspiré, este será un largo día.

[...]

Veamos ya tengo el tomillo, la pasiflora, el agave, la manzanilla, el ajo y jengibre lo compraré de regreso al castillo, así que solo me falta la árnica y las mil tareas que me puso Arturo.

Sinceramente creo que hoy no esta de buen humor, bueno nunca esta de buen humor pensándolo bien.

Concéntrate Merlin.

Me diriji a donde sabía que encontraría la árnica, cerca de una pequeña colina.

Camine durante unos minutos sosteniendo entre mis manos la lista que me dejó Gaius junto a un pequeño saco en donde tenía las demás plantas y algo de dinero.

Bien por aquí debe estar la árnica.

Ahí esta bajando esta pequeña colina, esta cerca de un árbol algo grande a mi parecer.

Veamos, saqué la lista para ver cuantas flores de árnica me había pedido llevar, eran 12.

Con cuidado de no caerme baje la colina que no rebasaba los 40 centímetros de inclinación.

Me acerque a las flores y comenze a recojerlas.

Cuando estaba por acabar note algo un tanto extraño, mejor dicho se escucho un quejido.

Voltee a mi alrededor para identificar de donde venía aquel peculiar sonido.

Logré ver una mano que sobresalia detrás del gran árbol que había en ese lugar, así que con precaución me fui acercando a ese lugar.

Al estar lo suficientemente cerca pude divisar a una chica un tanto peculiar.

Estaba en medio del bosque, asi que era extraño que hubiera otra persona tan cerca mío.

Parecía estar herida, la sangre brotaba de su cabeza, me preguntó cómo se habrá hecho esa herida.

¿Alguien la habrá golpeado?

SOMOS DIFERENTES || Arturo Pendragon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora