La llegada de un nuevo huésped al edificio había causado tanto revuelo como cuando ella llego. Era un lugar acogedor, donde no se esperaban encontrar a una persona tan arbitraria como lo será el nuevo vecino.
El reloj marcaba 4:30pm, había pasado la mayoría de su día dibujando nuevos comics para la edición del verano, en su departamento se encontraba un aproximado de 5 personas algunos estaban en su cocina mientras que otros en la sala observando televisión, lo cual no era razón para la molestia de Elizabeth, al contrario la hacía tener más imaginación para sus personajes.
El comic contaba como una chica de 27 años en la ciudad de Nueva York, que aún se encontraba soltera y sin trabajo. A pesar de ser muy guapa, con un cabello rubio, y unos ojos azules capaz de hipnotizar a cualquier hombre, más una figura esbelta que era la envidia de cualquier chica, y jamás había logrado pasar desapercibida por algún sitio. Las personas solían decir que su comic se trataba de una autobiografía, aunque podría parecerse en algunos aspectos a su vida pero no era totalmente ella, por su puesto Elizabeth era estatura promedio su cuerpo solo se veía esbelto cuando se lo proponía, su cabello era un desastre la mayoría del tiempo, pues era castaño y voluptuoso no era fácil de domar, su rostro era típico pues tenía una nariz respingada, y unos ojos grandes con cejas pobladas, y labios carnosos, que podían ser el delirio de cualquier hombre.
Casi eran las 8pm y aun nadie se había marchado de su casa, decidió acercarse a los dichosos vecinos, que estaban cómodos en su departamento. Dio un vistazo y se encontraba Katherine, su esposo Brad con su pequeño Charlie en la parte de su cocina y por otra parte estaban dos estudiantes que vivían en el piso de abajo viendo la televisión. Katherine la logro divisar y no le dio la oportunidad de saludar al resto cuando la lleno de preguntas sobre su vecino de al frente.
– ¿Has hablado con el nuevo vecino? – Intervino Katherine
– No, ni siquiera tenía idea que ya se había instalado en el edificio – Expreso Elizabeth mientras estaba observando que podría preparar con los ingredientes de su nevera.
– Pues ni la señora Smith ha logrado verlo – La señora Smith era la personas más entrometida que ha conocido en su vida, y que no supiera nada del nuevo vecino a daba entender que no era una persona muy abierta.
– ¡Wow! Felicidades a mi nuevo vecino ha logrado, lo que yo jamás he conseguido desde que me mude aquí. – Dijo con sarcasmo.
– Deberías ir a darle la bienvenida al lugar, pues eres la más indicada él vive en el 3B y tú en el 3A – Katherine expreso hacia un poco de presión para ver si conseguía convencerla.
– Ok, puede ser que vaya más tarde y le ofrezca algunas galletas. – Dijo ya cansada de que su vecina la fastidiara con el tema.
– Espero los detalles – Dijo Katherine con un aire de felicidad por su logro de convencer a Elizabeth.