cap 3.

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Robert Grant se encontraba en la tranquilidad de su nuevo departamento tocando su saxo, hasta que escucho el sonido de su puerta, ¿Quién osaba a interrumpirlo mientras estaba tocando su saxo? Al asomarse al picaporte observo una chica como de 27 años o algo parecido, lleva una gran camiseta y unos pantaloncillos cortos, con todo su cabello recogido en una coleta. Decidió abrir la puerta no sería tan descortés a pesar de su molestia.

Por lo que me dijo se llama Elizabeth, me ofreció unas galletas de chocolates y se disculpó repetidas veces por interrumpirme, pero eso no me impidió ser un poco brusco con ella.

Las mejores galletas que había probado en mucho tiempo, debía felicitarla de alguna manera, pues me hicieron volver la inspiración para seguir realizando la mayor obra de teatro que había realizado.

Su dignidad se encontraba muy en alto para no irle a pedir disculpa por como trato a Elizabeth, esa chica debía tener en claro quién era su nuevo vecino no se dejaría llevar por los instintos de nuevo.

El día para Robert transcurrió tranquilamente, puedo seguir relatando su obra de teatro, pero desde la mañana no había dejado de pensar en la chica del 3A pues repetidamente se escuchaba el abrir y cerrar de la puerta.

No es que fuera entrometido pero saber que pasaba en aquel departamento lo estaba comiendo vivo así, que decidió usar una de las tácticas que había visto en la película que vio la noche anterior. Se fue hacia su cocina y busco un vaso de vidrio, para luego reincorporarse en su sala para pegar el vaso a la puerta. Donde puedo divisar la voz de Elizabeth.

–        Le dije a la señora Smith que no iba a salir con su insoportable nieto, quien la invito a meterse en mi vida, si estoy soltera es porque aún no he encontrado el indicado, pero al parecer no entendió lo que le dije y tengo una cita esta noche – Se escuchaba la voz muy alterada.

–        Te dije que no fueras tan amigable con esa señora pues suele abusar – Escucho la voz de una mujer un poco más madura.

–        Katherine no quiero ir, aparte fue a conocer al dichoso nuevo vecino y sabes me quede sin palabras –Suspiro–  Es terriblemente guapo, pero lo que tiene guapo lo tiene de idiota. – Volviendo al estado de molestia del principio.

–        Debes soportarlo es tu nuevo vecino, pero no lo será por mucho, pues por lo que escuche en el pasillo solo se quedara por unos meses, el departamento le pertenece a tu abuelo por si no lo recuerdas – especulo Katherine.

–        Pensé que lo había vendido, pero ese no es el punto en este momento, la razón por la que te llame es para que me des una idea para no salir con el nieto de la señora Smith. – Se escuchaba la voz de Elizabeth desesperada.

–        Puedes hacer algo tan simple como dejarlo plantado – especulo.

–        Eso sería muy inmaduro de mi parte.

–        Te doy una solución y no te parece, pero sabes se me ocurrió otra grandiosa idea, ya que me dijiste que tu nuevo vecino es tan guapo, podemos pedirle el favor de que salga contigo y le cancelamos a la señora Smith. – Se escuchó la voz de la tal Katherine ilusionada y feliz por su “Grandiosa” idea.

–        Estas loca, si me trato tan mal solo por ofrecerle galletas – Dijo Elizabeth

–        Vamos no seas cobarde, no creo que niegue eres guapísima. – Dijo con entusiasmó.

–        Ok si esa es mi última opción – Escucho a Elizabeth resoplar un aire de desilusión.

Robert no hizo más que alejarse de la puerta, como si jamás hubiese escuchado esa conversación, eso le pasa por entrometido. Fue hasta su ordenador con una galleta en su mano, sí que estaban deliciosas aquellas galletas. Archivo todo lo que tenía listo en parte de su obra. Y escucho el sonido de su puerta repetidas veces. Al asomarse observo a su hermosa vecina.

–        Sé que no tuvimos un buen comienzo pero necesito que me ayudes en algo – Pronuncio a penas el abrió la puerta, dio un suspiro y se mordió el labio con nerviosismo.

–        Pues solo vine a proponerte un trato, te puedo ofrecer 100 dólares para que salgas conmigo es una urgencia, no quiero salir con el tonto nieto de la señora Smith y tú eres mi última opción, no te pido que seas amable solo que digas que si – Finalizó.

–        Ok no creo que allá problema, en 5 min estaré listo–Dijo con indiferencia

–        ¡Oh por dios! Eres el mejor vecino – Grito

–        Nos vemos en unos minutos –  Cerró su puerta. 

La Vecina Perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora