𝓔𝓻𝓮𝓼 𝓶𝓲 𝓹𝓻𝓸𝓹ó𝓼𝓲𝓽𝓸.
Sus caminos se separaron. Él se convirtió en una estrella internacional y ella en una bailarina famosa. Lo último que imaginaron es que sus vidas se cruzarían y brotarían sentimientos del pasado. Una historia de sexo...
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- Llévame a mi casa ahora- Ordené furiosa. - No lo haré- Seguía sonriendo. - ¿Por qué no? - No quiero. - Justin, no estoy jugando, mañana tenemos ensayo, tengo que ir a mi casa a descansar. - Pues duerme aquí. - Estás loco, yo me voy.
Iba a abrir la puerta del carro pero él me detuvo.
- ¿Ves que algún taxi pase por aquí? - Me iré a pie. - ¿Sola? No lo creo. - Entonces llevame a mi maldita casa ahora, Justin, hablo en serio. Lo último que quiero ahora es estar contigo, has jodido mi amistad con Thomas. - Calmate, sólo dale tiempo, verás que lo superará. - Eso no tiene porqué importarte a ti, yo era la que se lo debía decir. - Nunca lo habrías hecho. - ¿Y a ti en qué mierda te afecta eso?- Hablé alto- Para empezar, ¿Por qué se lo dijiste? Parece haber una razón. - Él tenía que saber la verdad. - No te creo que sea por eso- Lo miré fijamente- Te molestó que me acostara con Dereck, eso te jodió y por eso hiciste esto, ¿No es así?
Él me miraba fijamente sin decir ninguna palabra, su sonrisa se había borrado y ya no mostraba ninguna expresión.
- ¿Cuál es tu puto problema con que haya estado con Dereck? Pareces un niño. Dios, es que en serio eres imposible. Te escuché cogiendo con la rubia en el club, apuesto que ni sabes su nombre, ¿Pero cuando yo hago algo así está mal? Es que no entiendo, además no entiendo qué hago aquí- Él escuchaba atentamente- Ya, maldita sea, dime qué hago aq...
Él cogió mi cara con sus manos y me acercó con fuerza hacia él haciendo que nuestros labios se juntaran, al comienzo no podía creer lo que estaba pasando y quise intentar alejarme de él, pero mi cuerpo no me lo permitía, no pude evitar seguirle el beso, sus labios eran tan cálidos y suaves, era un beso delicado y eso causó un corrientazo por todo mi cuerpo, nuestras lenguas empezaron a jugar, nos separamos pero mi boca había quedado con ganas de más, aún así no hice nada y él pegó nuestras frentes mientras teníamos la respiración acelerada.
- Quédate conmigo esta noche, Isabella, por favor.
Mi celular empezó a sonar, tuve que alejarme de él para poder responder.
- Dios, al fin contestas, ¿Estás bien? Estoy preocupada- Dijo Amanda al otro lado de la línea. - Estoy bien, sólo...- Miré a Justin, él miraba hacia el frente, solté un suspiro- Todo está bien, duerme tranquila, te veré por la mañana, te quiero. - ¿Qué está pasando, Isabella? - Te hablaré después, en serio no te preocupes, te quiero- Colgué- ¿Por qué quieres que me quede? - ¿Vamos a la playa?- reí irónica. - Me va a dar hipotermia, Justin, está haciendo mucho frío. - Ten- Buscó en el asiento trasero un buzo negro grande y me lo pasó- Pontelo.
Salió del carro y se sentó en el capó, yo me puse el buzo y salí también, me hice al lado de él. Empezamos a caminar por la playa sin hablar y luego nos sentamos en una silla, estaba un poco oscuro, la luna y algunas luces cerca a la playa me permitían ver el perfil de Justin mirando al mar, su mandíbula estaba apretada y él no decía nada, miré al mar también y después de unos segundos él suspiró y habló.
