Y con todo lo que pasó. - Sk8 the infinity

Especial 10k lecturas 1/3

No saben la alegría que esto me trae, de veras. Como especial, no se me ha ocurrido otra cosa que mostraros como fue uno de los día de campamento de Reki (como monitor) y Koyomi (como campera). A parte, tendrá dos partes más, una será las presentaciones de los personajes a la temporada dos; la otra, un preguntas y respuestas. Sin más que decir, que esto empiece.

Dejen sus preguntas aquí →→→

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Koyomi

Despierto en el no tas suave colchón de mi litera y bajo las escaleras con cuidado. Una vez con los pies en la tierra, me estiro y desperezo para levantar a las otras ocho personas con las que comparto habitación. Seguido, voy al baño y me lavo la cara y los dientes. Me acerco de nuevo a mi litera, cojo mi mochila y rebusco la ropa de hoy. Tres días fueron más que suficientes para adaptarme a cómo serás los próximos tres meses. 

Una vez ya lista, una de las monitoras nos dice que en diez minutos harán el llamamiento matutino, también conocido como "diana". Yo salgo de la cabaña y me dirijo a la zona central, buscando a mi hermano con la mirada.

Lo veo saliendo de la caseta 5, donde duermes otros compañeros, y me acerco a él. Le doy los buenos días y él me palpa la cabeza. Desde que bajamos del avión parece que si chip cambió positivamente, definitivamente le irá bien desconectar.

Un silbato suena  y todos nos dirigimos a formar un círculo en el terreno central del campamento. El monitor jefe, Hayamoto, nos da los buenos días y empieza con uno de los bailes que solemos hacer para despertar nuestro sistema. Siempre suelen haber dos monitores haciendo el baile en el centro para que los demás le siguieran, hoy le tocó a mi hermano. 

Nos dirigimos por grupos de nombres elementales para ir a desayunar, el orden va cambiando según el día. Yo soy del equipo fuego, hoy me toca comer de las primeras. Eso me beneficia bastante, ya que puedo elegir dónde sentarme y no como pan con sobras de mermelada o mantequilla. 

Limpio mi bandeja y salgo a ver que están haciendo los demás de mi grupo, los veo haciendo trenzas junto a Reki y Tobirama, los monitores del grupo. Yo me les uno sonriente y así pasamos la primera media hora.  

A las 9:30 nos llaman para explicarnos las actividades de la mañana. Hoy iremos a una playa de la cual no quise recordar el nombre. Nos pidieron que nos pusiéramos el bañador y que para las diez en punto hayamos subido al bus para partir al lugar.

Una vez llegamos, nos comentaron que había una caja con gafas de buceo, palas y discos, y que las podíamos usar a placer. No tardamos en jugar en el agua con amigos que hice en esa época.

Cerca de la una de la tarde, nos llaman de vuelta con otra caja, esta tiene bocadillos de distintos sabores y zumos. Comemos y nos dejan seguir con lo que hacíamos, pero, tres horas después nos comentan que ibamos a hacer una expedición a una cueva que había cerca. Como una prueba de valor pero de día y nadando.

Se encargaban un par de monitoras, mientras que los demás, seguían vijilando y disfrutando de la playa.

La expedición fue entretenida e interesante. Pude ver varios tipos de corales coloridos y extravagantes. La monitora dice que es una de las playas más bonitas de Japón.

La tarde siguió un rato más y nos llamaron de nuevo, ahora tenían un balde gigante con agua del mar y muchas bolsas de un polvo verde.

-Vamos a darnos una mascarilla de arcilla verde.- explica Reki mientras Hayamoto abría los sacos y los echaba en el balde.

El agua de tiñó rápidamente de verde y también se volvió más espesa. Hayamoto saca un poco con sus manos y le da en toda la espalda a Reki, él suelta un gritito. Hayamoto es muy imponente al lado de Reki.

-La arcilla verde suaviza muchísimo la piel aparte de limpiar en profundo.- continua Hayamoto ignorando los quejidos de mi hermano. -Vamos a aplicarnoslo por el cuerpo, esperar a que seque y bañarnos.

Algunos se ven rehusados ante la idea pero los más animados, yo incluida, no tardamos en empezar a jugar y tirarnos del barro en la espalda. Cuando seca apenas nos podemos mover pero nos consuelan diciendo que es lo normal y que ahora debemos bañarnos en la playa para quitarnoslo de encima.

Fue el último baño que tuvimos antes de secarnos y subir de vuelta al auto bus. Por el camino cantamos diversas canciones y demás. Al llegar, nos mandan a las chicas a la ducha para ponernos ya el pijama. Cuando ya todas las chicas terminamos, fue el turno de los chicos. No siempre es así, nos contaron que va cambiando.

Mientras esperamos a que los chicos se terminen de duchar, las chicas nos quedamos hablando y, cuando los chicos ya están listos, nos mandan a cenar de vuelta en grupos. Esta vez a fuego nos toca los últimos.

Cenamos y nos lavamos los dientes, aún quedan los juego nocturnos. Hoy era el econdite con linternas, nada del otro mundo pero lo suficientemente capaz para cansarnos y dormir bien. Sin embargo, esto a Reki no le hace falta, quien se caga de sueño mientras mira el móvil. No juega, los monitores no juegan, pero tampoco es que les quede energía.

Veo de reojo, cuando esperaba en la zona libre del juego ya que me habían cazado, cómo Reki contesta a una llamada mientras se escaquea al cuarto de monitores. Seguro es una llamada de Langa.

Se hacen las once de la noche y nos mandan a dormir, mas todos nos quedamos hablando en nuestras camas hasta horas de la madrugada. Quedo dormida antes de darme cuenta.