Fantasma en la maquina

19.- En masa

XIX.

En masa

Accelerator la miró por un largo e interminable momento, y el aire se sintió denso entre ellos, tenso, pero no mal. Es como un sparring, el medio segundo de miradas fijadas que presagiaba los golpes finales y ...

"¿Qué diablos," respiró, lentamente, mientras se giraba para mirarla completamente. Hay vendajes envueltos alrededor de su mano derecha, y entrecerró los ojos hacia ellos, en cualquier lugar menos en su rostro. "¡¿Qué demonios estás haciendo aquí ?!"

Su única respuesta fue una inclinación de cabeza. Incluso a unos metros de distancia, Accelerator aún podía distinguir el ceño fruncido que se estaba formando a mitad de camino bajo su flequillo cuando la chica vio la escena frente a ella. Ella está en su uniforme escolar, y él con su habitual camiseta negra y jeans descoloridos. Él la mira con el ceño fruncido, pero el enfoque de la chica se centró en el matón cuyo collar todavía sostenía en su lugar.

"Esto es trabajo", le dijo, y se detuvo a mitad de camino. ¿Desde cuándo sintió que tenía que explicarse?

"Parece medio muerto".

"Ese es el trabajo".

"¿Puedes dejar al chico por favor?"

"Él escapará."

"¡Le rompiste ambas piernas!"

—Muchacha —cerró los ojos y respiró hondo entre los dientes. No durmió lo suficiente para esto. "¿Qué diablos quieres?"

"Necesitamos encontrar a Kihara. Y no puedo hacerlo solo".

"...¿Oh?"

Murmuró Accelerator. ¿El Railgun admitiendo la derrota y pidiendo ayuda? De él de todas las personas. Retiró las manos, dejando que el chico cayera en un montón en el suelo mientras se ponía de pie y se volvía hacia ella.

"¿Qué pasó? ¿Tu pequeño grupo de Justicia no es suficiente para ti?"

"N-no, no es eso." Mikoto parpadeó. Una ola de nerviosismo de repente recorrió todo su cuerpo mientras lo veía girar su gargantilla y subirse el suéter para cubrirlo. Incluso medio envuelto en la oscuridad, el aura imponente del chico seguía siendo abrumadora a veces, especialmente cuando su mirada estaba sobre ella.

Pero ella sabía que era mejor no renunciar ahora.

"Ellos no lo saben". Ella admitió.

Por un momento hubo solo silencio. Mikoto frunció el ceño, preguntándose si debería repetir lo mismo cuando de repente el chico salió de la oscuridad y salió completamente del callejón. La luz del sol de la tarde se derramaba sobre los iris rojos de su mirada mientras la miraba hacia abajo, medio inclinado a un lado de su muleta.

"¿Y yo lo sabría?"

Dijo, solo porque puede. Considérelo una pequeña venganza por toda la mierda con la que tuvo que lidiar cuando ella estaba dentro de su cabeza.

"Desafortunadamente". Mikoto suspiró. "Mira, lo he estado buscando por mí misma durante una semana, pero sigo saliendo vacío. Las HERMANAS tampoco tienen ni idea. Es como si hubiera desaparecido de la faz de la Tierra. Estaba pensando que tal vez tú y Last Order sabrá dónde excavar ".

El se encogió de hombros. "Coulda preguntó a Last Order a sí misma."

"Sí ... ella no es tan fácil de encontrar como el tipo que anda golpeando a la gente".

"Es trabajo."

"Tu trabajo es horrible".

"¿Tu punto?"