Cuando Kurapika perdió el conocimiento durante varias horas, la voz sobre el incidente corrió a lo largo del campamento del catorceavo príncipe de Kakin, debido a esto, la reina Oito Hui Guo Rou ordenó a sus tripulantes tomar descansos cortos por turnos, también recomendó asistir a inspección médica para una evaluación rutinaria. La madre del príncipe más joven, Woble, se dio cuenta de una cosa, si deseaba obtener un desempeño ejemplar de parte de sus protectores y empleados en general, cada uno debía conservarse en óptimas condiciones, física y mentalmente. Así fue como consiguió varias citas para que cada uno de sus subordinados lograsen asistir a la enfermería por tiempos, por supuesto que obtener los pases no fue una tarea fácil, por ello, ninguno de los navegantes a su cargo pudo negarse a ir, a pesar de que uno que otro lo hizo en primera instancia.
Que una persona se moviera de su cubierta original resultaba algo complicado, tomaba tiempo llegar de un lugar a otro, por ello, las citas debían espaciarse y acomodarse en tiempos amplificados.
Al segundo día, tocó el turno de Bill y Kurapika. Asistió el primero de ellos, cuando Bill regresó a la habitación del príncipe, Kurapika se dirigió hacia la tercera cubierta, directamente hacia el centro de atención médica.
Kurapika caminó por los extensos pasillos de la ballena negra, mientras lo hacía, su mente divagaba más allá del presente, sus piernas vacilaban conforme se acercaba a su destino.
Cuando arribó a la pequeña sala de aguardo, soltó un lívido respiro al divisar a la presidenta de la asociación hunter, Cheadle Yorkshire. La mujer perro se levantó del asiento que ocupaba detrás del escritorio tan pronto distinguió a su colega, uno de los más nuevos del zodiaco, el reemplazo de Pariston.
-Bienvenido, Kurapika, rata del zodiaco. – ella sonrió un poco, sus manos se menearon al frente haciendo un ademán suave y elegantioso. Kurapika devolvió el saludo, un tono educado más no amable. Era obvio que la rata había venido hasta acá en contra de su voluntad. Cheadle expulsó una espiración ahondando lo menos posible en la expresión estoica del rubio.
-Kurapika, siéntate. – ofreció -Te estaba esperando, la sala está sola. Sabes, requiero una permuta, Mizai se halla en medio de un embrollo, necesita mi presencia, así que, debo salir. No obstante, está a punto de aparecer mi reemplazo. Estoy segura de una cosa, la persona que me suple te simpatizará mucho más que yo. – ella sonrió con delicadeza. Pronto volvió al escritorio de antes, tomó unos papeles que acomodó apresuradamente en un folder, tomó su teléfono celular y partió. A continuación, el kurta se sentó después de asegurarse de que la mujer había desaparecido de su campo visual. Se acomodó con una pierna cruzada en escuadra sobre la rodilla opuesta, se cruzó de brazos, cerró los ojos, desafortunadamente, cerrar los ojos lo hizo más consciente de las raudas palpitaciones de su interior, estaba alterado, sabía que la persona que a continuación estaría frente a él sería nada más y nada menos que Leorio Paladiknight, a quien no había visto desde hace un largo tiempo. Durante los meses pasados, se había esforzado por contactar lo menos posible con él, ¿por qué lo había hecho? esa era una buena pregunta, probablemente, no estaba capacitado para definir la razón exacta.
Abrió los ojos de golpe al escuchar pisadas lejanas que se volvían más y más fuertes por cada segundo transcurrido. Respiró demasiado aire, colmó sus pulmones hasta que ya no entró ni un gramo de aire, por un momento retuvo el oxígeno en su interior, expulsándolo lento por la boca un segundo más tarde.
El ruido de las pisadas cesó y escuchó un jadeo, señal de sorpresa. Volteó, y, ahí estaba, su amigo Leorio, vistiendo un traje de enfermería, para ser honesto, no le sentaba nada mal.
Ambos cruzaron la mirada, la expresión en sus caras, indescriptible, ¿era sorpresa, pena, turbación, alegría?
-Kurapika, es una grata sorpresa. – un tono entrañable.
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Besar y... La ballena negra "Una expedición al continente oscuro"
RomanceLeorio y Kurapika viajan a bordo de la embarcación que cruzará el mar rumbo al continente oscuro. "La ballena negra". Por motivos personales, la tensión del reencuentro es alta, Kurapika y Leorio no se sienten cómodos al haberse vuelto a encontrar e...