Dark; j.m ➳ Spanish Version

Dos

Punto de Vista de Kylie

—Disculpa, ¿luzco como un perro para ti?— Le siseé a Dark. ¿Qué estaba pensando? Él puede dormir en el piso.

—Más o menos.— Dark se rió entre dientes.

—Okay entonces, en ese caso, si quieres tú puedes dormir en el piso, ¿soy clara? No me importa si te gusta o no.— Crucé mis brazos sobre mi pecho. Dark inmediatamente se puso de pie y caminó hacia mí, tomándome por el cuello.

—Escúchame perra, tú no eres nadie aquí, y no te atrevas a hablarme así nuevamente.— Él miró profundamente mis ojos con los suyos marrones que, en este momentos, lucían negros.

Traté de zafarme pero el estaba siendo muy fuerte. —Sabes que debes tratar a tus invitados de manera cortés.— Sonreí.

Él se alejó. —Eres una molesta zorra.

—Lo dice la princesa que se molesta por absolutamente nada.— Me burlé.

—Sugiero, que ni siquiera empieces.— Me miró pasando de mí, yendo fuera de la habitación. Yo, por supuesto, lo seguí, sin recordar realmente donde estado cada habitación. Él caminó hasta la sala de estar, justo a donde yo quería ir.

Se sentó justo como yo lo hice. Me miró con el ceño fruncido, noté su mirada con el rabillo de mi ojo. —¿Qué?— Me volví para encararlo.

—¿Por qué me estás siguiendo?— Murmuró.

—No lo hago, simplemente no recuerdo donde está cada habitación.— Miré hacia abajo, sonrojándome, la vergüenza recorriéndome por completo.

Él suspiró. —Ralph se molestará y creerá que no te he mostrado nada. ¿Necesitas otro tour?

—No, estoy bien.— Sonreí.

Lo vi caminar hacia la cocina y al siguiente minuto gritar: —¿Quieres una cerveza?— Lo pensé por un momento, nunca había bebido de esa mierda. Oh, bueno, no soy ninguna cobarde, simplemente iré a por ello. —Uhm... sí.

Dark estuvo de vuelta pronto, con dos botellas de cerveza. Me entregó una. Tomé un sorbo e inmediatamente lo escupí. —¿Qué es ésta mierda?— Jadeé.

Dark rió a causa de mi pequeño show. —¿Cerveza? Y, sabes que tendrás que limpiar eso, ¿verdad?— Asentí.

—¿No tienes algo mejor?

—¿Quieres jugo de manzana?— Dark ofreció.

—No, no como eso, me refiero a algo como Jack Daniels.— Alcé una ceja. Él negó con su cabeza.

—Bueno, entonces vayamos a una tienda.— Dije levantándome.

—¡No!— Gritó. —Quiero decir, no.— Dijo una vez más, esta vez en un tono normal.

—¿Por qué?— Fruncí mis cejas juntas.

—Simplemente no podemos, ¿okay? Debemos esperar a Ralph.— Suspiré y me senté en el sofá una vez más.

—Éste lugar es aburrido.

—Hasta que los negocios comienzan.— Dark sonrió malvadamente.

—¿Huh?— Fruncí mis cejas.

—Ya verás.— Dark me guiñó un ojo.

[...]

Después de un rato oí la puerta abrirse y un montón de gente hablando. Abrí mis ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en el regazo de Dark. Sobé mis ojos para tener una mejor vista de Dark sonriéndome y de todos los demás quitándose sus sudaderas y zapatos para entrar.

—¿Fue mi miembro cómodo para ti?— Dark preguntó.

—¿Disculpa?— Me reí entre dientes, aún yaciendo en su regazo.

—Duro, ¿no es así?

Golpeé su brazo juguetonamente. —Cállate, pervertido.

Ralph caminó hacia nosotros y se sentó en el sofá, sonriendo. —Ahh, Dark, ¿ya, tan pronto?

Dark sacudió su cabeza. —Aún no.

—Esta va a ser una de las difíciles.— Informó Ralph.

—¿De qué están hablando?— Interrumpí su conversación. Ellos sólo estallaron en risas.

—Ya verás... o sentirás.— Dark me respondió.

—Ya veremos que tal resulta eso.— Ralph rió entre dientes.

¿De qué me estaba perdiendo? ¿De qué estaban hablando? ¿Y cómo puedo sentir lo que están hablando? Ellos son raros y simplemente yo soy tonta.

—¿Dark?— Alcé la vista hacia él. Él miró hacia mis ojos color caramelo.

—¿Hm?— Sonó más como un gemido. Raro. Todo lo que tengo para decirte, es raro. Él es raro. Y apenas lo conozco.