No somos solamente profesor y alumna

malos recuerdos.

Recuerdo que era una noche fría, Natthan y yo teníamos seis o cinco años de edad, habíamos ido al campo con nuestras familias en una excursión para despedir las vacaciones de verano ya que entraríamos al colegio al iniciar este nuevo año, pero todo se tiño de carmín debido a un pequeño e irresponsable juego de niños.

–oye, ¡Sofi!–dijo un Natthan de seis años susurrando.

–¿qué pasa Natthan?–dije soñolienta saliendo de la tienda de acampar que compartía con mis padres

–¡te quiero mostrar algo! Te va a gustar–se veía feliz.

–primero debo decirle a mamá...

–¡No! Es algo secreto.

–¿secreto?

–sip, algo solo que nosotros podremos ver ¡pero hay que ir rápido!

–¡vale!–después de todo era una niña curiosa.

Íbamos caminando de la mano para así no perdernos, desde jardín de niños estuvimos juntos, nos bañamos juntos y dormimos juntos en muchas ocasiones, el Natthan de ese tiempo siempre estaba junto a mi, protegiendome de los niños malos y ayudandome en todo como si fuéramos verdaderos hermanos, pero después de este incidente él cambió, era más frío y distante, ya no me tocaba o jugaba conmigo, solo se quedaba solo mirando desde lejos.

–Natthan...¿queda mucho?–nos estábamos alejando mucho del campamento.

–solo un poco más adelante, no sueltes mi mano por nada en el mundo.

–vale.....–de pronto Natthan paró en seco.

– hemos llegado.

Mis ojos se abrieron de sobre manera, mi corazón palpitó con fuerza y mi cuerpo sentía la inexplicable necesidad de empezar a girar y bailar, frente a mi se encontraba un prado lleno de luciérnagas tan brillantes como estrellas recién nacidas, era realmente hermoso, como un sueño.

–¿te gusta?

–es como un sueño....tan hermoso.

–¡sabia que te gustaría!–sonrió triunfante.

Esa fue la ultima sonrisa de felicidad que vi en el rostro de Natthan. iba corriendo mientras daba vueltas al rededor de la luciérnagas brillantes, estaba tan sumida en esta dicha que no me di cuenta que estaba a el borde de un barranco.

–¡SOFI! ¡CUIDADO!–Natthan grito en seco.

–¿Natthan?–antes de darme cuenta iba cayendo en picada hacia el suelo frío y duro.

Natthan no pensó dos veces antes de tirarse al barranco a ayudarme, mi brazo fue cortado en un costado por una rama filosa y mi espalda se golpeo dolorosamente al caer de esa altura, recuerdo que Natthan corrió desesperado hacia mi tratando de socorrerme.

–¡SOFI! ¡¿ESTAS BIEN?! ¡CONTESTA!–Natthan golpeaba levemente mi rostro para que reaccionara.

–Natthan...duele....mucho....

– iré por ayuda, resiste un poco.–Natthan trato de escalar la pendiente con todas sus fuerzas pero era inutil.

–Natthan...no más....te haces daño–los dedos de Natthan sangraban.

–reciste solo un poco más–él no pararía hasta salvarme o perder sus dedos, estuvo intentado durante una hora aproximadamente, el frío me ganaba y hacia que mi cuerpo se entumesiera.

–Natthan...tengo frío..–mi cuerpo temblana, él por fin dejo de intentar y se aproximo a mi.

–¿te duele mucho?–oculto sus dedos para que no los viera.

–tus dedos....duelen ¿verdad?–lagrimas brotaron involuntariamente de mis ojos sin parar.

–estoy bien ¿tienes frío?

–si....,no puedo respirar bien, ¿puedo dormir un poco?–mi cuerpo perdía fuerza.

–¡no! ¡Quedate a mi lado!–Natthan tocaba mi rostro dejándolo manchado de sangre.

–ya no duele Natthan, tranquilo, solo dormire... Un poco–senti unas gotas de agua caer sobre mi rostro.–esta ¿lloviendo?

–Sofi...no...no mueras–abrazo mi cuerpo ya frío.

–tengo....mucho..sueño.

–Sofi...no...te lo ruego–la voz de Natthan sonaba entre cortada.

Mi cuerpo estaba tan adormecido que no podía sentir los toques de Natthan, perdía mucha sangre para ser una niña con un cuerpo tan pequeño, sentí como Natthan me arrastro hacia un lado del barranco y me abrazaba, no recuerdo nada después de ese momento, realmente creí que moriría pero esa idea se esfumo al despertar en la cama de un hospital.

–¿dónde.... Estoy?–mi madre corrió a mi lado al ver que desperté.

–en un hospital, hija, ¿te sientes mejor? ¿te duele?

–mamá....Natthan.. ¿dónde está Natthan? –mi cuerpo se estremeció.

–él esta bien ahora, le curaron los dedos.

–él me protegió.....

–lo se mi amor.

–mamá...– empecé a llorar–lo siento mucho....

Mi madre acarició mi cabello–tranquila, estas bien y es lo importante.

–quiero ver a Natthan...

–iré a buscarlo.

–vale...

Vi a Natthan entrar a la habitación, él no me miraba en lo absoluto, solo dirigía su mirada al frío suelo de baldosas blancas.

–Natthan...¿estás bien?–él no contestó.–¿Natthan?–vi que apretó los puños.

–yo...–su voz era apenas audible.

–¿Natthan?

–yo...te prometo que esto no volverá a pasar.–dijo dirigiéndose a mi madre, el timbre de su voz estaba casi inaudible, como si hubiera gritado con todas sus fuerzas.

– Losé.

Desde ahí Natthan no me trataba igual, tardo mucho tiempo que volviera a tocarme, no escuche su voz por algún tiempo, mi madre me dijo que me encontraron porque Natthan estuvo gritando con todas sus fuerzas durante horas asta desgastar sus cuerdas vocales, él dejo de ser un niño cariñoso, en realidad no se que pasó mientras estuve inconsciente pero al parecer fue algo que marcó a Natthan de por vida, pero, aveces cuando Natthan me mira siento como si estuviera reprimiendo algo, después de todo yo soy la única que lo hace infeliz.

–que un niño haya pasado por eso...

–por eso Natthan es así, fue por mi culpa...

–Sofi...

–espero que algún día Natthan cure sus heridas, las físicas se curaron hace tiempo pero las psicológicas aun están abiertas.

Josh me abrazo gentilmente y acaricio mi cabello para consolarme.

–No es tu culpa...–esas palabras que dijo Josh hicieron que me mi pecho doliera, ¿Natthan sentirá lo mismo cuando le digo eso?, no lo se, pero en ese momento solo me deje atrapar por los brazos de Josh que me consolaban dulcemente.