chico malo

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Estaba en el salon esperando que empezara la clase y para mi suerte era lenguaje; el profesor que tanto me gustaba entró por el marco de la puerta, movió su cabello oscuro hacia atrás con su gran mano para luego sentarse en su respectivo puesto. Quedé embobada y sin da——una mano despeinó mi cabello nublando mi visión.

—eres muy obvia, tonta—dijo Sue con su típica mirada.

—Sue—le Sonreí nerviosa, ella puso su mano en mi cara.

—aaaah, que cara más fea Sofi—puso una mueca de asco.

—¿qué dices?—me ofendí falsamente, reí mientras ella mofaba y cruzaba los brazos intentando ser firme y seria.

—bien, a sus asientos—dijo el profesor-lobo. Miré a mi alrededor y una presencia faltaba.

—Max ¿y Natthan?—él se puso nervioso de inmediato.

—b-bueno...veras...él..

—¿él?

—si te digo me matará... —me enojé.

—mira, si no me dices en tres segundos le diré Anna que te——¡TE DIRÉ!—no paso mucho tiempo para que saliera del salón sin importarme el que estuviéramos en clases para ir a patear a cierta persona en donde más le duele a un hombre.

Estaba frente la enfermería echa un demonio, me dispuse a entrar y ahí estaba él,con su camisa llena de sangre y los botones de esta desgarrados, tenia un corte en su labio inferior y su cabello era un verdadero desastre.

—eres un gran gran estúpido.—suspiré.

—calla.—desvio la mirada.

—¿porqué te has peleado?—me aproximé a un estante donde tenían desinfectante, algodón, alcohol y parches.

—no es de tu incumbencia—apreté su labio herido—¡ow! Eso duele estu——prometiste que no pelearias más —él quedó en silencio.

—dejame curarte.—él solo se dejó hacer, toqué suavemente sus raspones y moretones con el algodón empapado de alcohol, sus nudillos estaban raspados, tome sus manos.

—están más grandes...—las toqué suavemente mientras las curaba.

—eso es obvio, he crecido.

—si...

—a diferencia de tu pecho.— irritación instantánea, le pegué en la cabeza.

—¡y yo que me preocupo por ti! ¡niñato!—rió.

—¿no vas a seguir curandome?—mofe.

—tú solo callate—segui con mi trabajo, ahora venia su labio, lo toque con mis dedos haciendo que Natthan se estremeciera levemente.

—¿duele?

—no....apurate.— cogí el algodón y lo limpie suavemente, iba a alejar mi mano al terminar pero él me detuvo cogiendo mi muñeca parandome en seco.

—¿p-pasa algo?—Natthan no me hablaba—¿te sientes mal?—levante su rostro para tocar su frente buscando fiebre y entonces los vi, sus ojos claros tenían color opaco inusual.—¿Natthan?.

—Sofi...lo siento, yo te lo prometí—suspiré.

Hubo un tiempo en el cual Natthan hacia cosas malas, se quedaba hasta altas horas de la noche fuera de casa y cuando llegaba estaba lleno de heridas y apestando a alcohol, tenia muchas novias y jugaba con todas, trataba mal a los tíos y se escapaba de la escuela a menudo para tontear y pelear con tipos.
La madre de Natthan estaba desesperada al no saber que hacer con él, yo estaba muy preocupada y en una oportunidad en la que eran ya las 2 de la madrugada sin que él diera señales salí a buscarlo, en ese tiempo había un asechador por la zona y para mi suerte fui intimidada por él, recuerdo vivamente que me empujó a un callejón y rasgó mi camisa con un cuchillo, estaba más que aterrada, no sabia que hacer y entonces solo una cosa cruzó mi mente, grité el nombre de Natthan con todas mis fuerzas esperando que viniera en mi auxilio y para mi sorpresa, al igual que un súper héroe apareció en mi auxilio, pero no termino bien esto.

Natthan cogió el cuchillo con sus manos causándose un corte, su cara era diferente a la usual.

—Natthan...tu mano—intenté tapar un poco mi pecho y al verme él enfureció, cogió al tipo de la garganta y lo arrojó a la pared del callejón.—N-Natt—empezo a golpearlo brutalmente en la cara, sus manos y el rostro del sujeto sangraban, al parecer el quedó inconsciente pero aun así él no paraba de golpearlo—N-Natthan ya basta....estoy bien—el no paraba, unas personas lo vieron y llamaron a la policía, me abalance sobre él intentando frenarle.

—¡SUELTAME!—Natthan forcejeaba.

—ya...es suficiente...no te ensucies las manos...—paró de luchar, me levantó y me cargó hasta mi casa sin decir palabra, una vez ahí decidí curar sus heridas—Natthan..te curaré... —él no dijo nada, cogí el botiquín y empecé mi tarea—gracias por salvarme...—él se estremeció un poco.

—si yo...hubiera llegado un poco más tarde te habría violado...y seria mi culpa...—apretó los puños.

—Natthan...— acerqué mi mano a su rostro pero él antes de que pudiera tocarlo lo puso entre sus codos impidiendo verlo.

—lo siento....de nuevo...por mi culpa—abrase su cabeza.

—estaba realmente preocupada, no venias a casa y crei que te había ocurrido algo—acaricie su cabello como a un niño—tu madre y yo estábamos muy asustadas...no lo vuelvas a hacer ¿vale?.

Natthan no dijo nada, solo se limito a mover su cabeza en señal de asentir, luego de eso todo cambió en él, ya no peleaba, no hacia estupideses e intentaba dejar los líos....pero seguía siendo frío y distante con todos..¿porqué era así? Salí de mis pensamientos al sentir el frío del viento que entraba por la ventana.

—hace frío...—me abracé a mi misma, de pronto sentí algo caer en mi cabeza.

—tengo una chaqueta en el salón, ocupa mi poleron.—puso su mano en mi cabeza para darse impulso.

—g-gracias—me lo puse—él me sacó la lengua.

— hubiera preferido que una chica de pechos enormes me curara, pecho de tabla

—¡O-OYE!—mis pechos no son tan...pequeños..

—y gracias—se dio media vuelta y se marchó, reí.

—niñato—trate de acomodar mi cabello pero las mangas del poleron me lo impidian, era muy grande, pensé. Salí de la enfermería para ser asechada.

—a alguien le gusta escaparse de clases e ir a la enfermería a hurtadillas para encontrarse con su amante ¿qué castigo debería darte?

Sude frío, hoy seré de devorada.

No somos solamente profesor y alumnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora