Ojos color de miel

Amor

Vicente Daniel Bottle Ramírez

Edad : 23 años 

Estudios : Cursa la carrera de Psiquiatría

Padres : Alexia Ramírez, tutor legal

Durante mucho tiempo había estudiado a mi madre, me di cuenta que sus actitudes no hablan de lo que realmente es, oculta un sin fin de secretos.
Aquí estoy ahora afuera de la gasolinera más cercana  a casa, le seguí el paso, ella había salido a comprar unas cosas que le servirán para su apertura de la nueva galería.

No se que en momento llegamos a este punto Alexia esta huyendo, corriendo, asustada, agitada y sobre todo lo más sorprendente, está feliz.

La felicidad es un estado de ánimo de una persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno
Es lo que había aprendido en la escuela, fue uno los primeros significados que entendí perfectamente y sin duda ella estaba rebosante de alegría.

¿Qué tanto guardas?
¿Por qué huyes?
¿Por qué estas feliz al hacerlo?

Mientras caminaba de regreso a casa, me percate que solo era yo ahora, no es que Alexia  estuviese siempre conmigo, me acostumbre a estar solo a pasar la vida de una manera tan infeliz, es por eso que decidí estudiar Psiquiatría, tal vez no entendía porque me tocó esta miserable forma de vivir, pero si podía entender a mi querida y amada madre.
Alexia podía ser feliz aún rodeada de pura basura, me cuestionaba mucho acerca de su persona, es alguien irreal, si la ves por primera vez, te cautiva y te deja tirado en el piso, de forma literal, quiero descubrir sus secretos.

Pero no estoy solo ahora.

Conocí a una linda muchacha en el McDonald's favorito de Alexia, le gustaba porque los nuggets de pollo eran crujientes.

Hoy era ese viernes, en donde la encontraba siempre sentada en el mismo lugar, es muy hermosa no hay que negarlo, pero su rostro me trasmite un gran secreto, es por eso que es perfecta para ser la ayudante que necesito.

La fila es lo peor que puede pasarme, pero para poder acercarme debo ser paciente.

- ¡Hola!

Para mi gran sorpresa era alguien fácil de conocer, me gusta los juegos, me gusta hacerme el interesante así que

- ¿Hola, nos conocemos?
Claro que te conozco Connie, claro que sí

- Realmente no, pero compartimos algo, todos los viernes venimos y pedimos algo rico de comer ¿no es así? -
Su voz es dulce, es refrescante, te llena el estómago de mariposas.

- Es un buen punto,  mucho gusto ¿te llamas?
Algo que aprendí es que ser educado es lo principal para poder entrar en confianza, le extendí la mano para poder saludarla.

- Frida ¿y el tuyo? -

- Dani, pero puedes decirme Dani
Los nervios se presentaron, la sensación de que ella sabía, me invadió así que empecé a ponerme mal y a sudar.

- Mucho gusto -
Soltó mi mano de una manera fría

- ¿Vienes sola? dude en preguntar, ya que no me conoce ¿por qué darle información a un desconocido?

- No, está por ahí mi amiga
Su voz ya no era dulce, sino amarga y con temor

- Muy bien, entonces nos vemos el otro viernes
Ya no había mas que decir, me retire le di una pequeña sonrisa.