*Capítulo 2*

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*5 de la mañana, suena el despertador*

Apagué el despertador y maldecí para mis adentros. Soñé con que una pareja que me resultaba familia me rescataba de la familia con la que estoy ahora y me cuidaban mejor. Me levanté de la cama y me vestí. Me lavé la cara, me peiné y me recogí el pelo. Hice mi desayuno y desayuné corriendo para fregar todo y hacerles el desayuno a los otros. Una vez me quedé dormida y me obligaron a dormir fuera una noche. A las 7 bajaron todos y yo me fui a hacer la rutina de todos los días. Fui a correos a ver si había alguna carta para mí y me dieron una. Era asombroso ya que no conocía a nadie. Abrí el sobre y había un billete para el AVE rumbo a Madrid y una carta. El tren salía a las 10 asi que esa era mi oportunidad para huir de aquí. No fui al instituto y esperé escondida delante de mi casa para ver que salían todos. Cuando ya salieron entré y abrí con las llaves que me dieron. No iba a hacer maleta pero sí cogí el ordenador que me regalaron y un peluche que tenía desde bebé. Dejé las llaves allí y cerré de un portazo. Fui a comisaría y les denuncié por adoptarme para tratarme como esclava. Uno de los policías me acercó a la estación y ya allí le di las gracias. Me metí en el tren y empecé a leer la carta. En ella ponía;

Para María:
Soy Rubén tu hermano, al parecer nos separaron y nos pusieron en diferentes familias. Tal vez no sepas quien soy pero yo si se quien eres. Te dejo este billete de tren para que vengas a verme, te estare buscando con un cartelito.
Saludos, Rubén.

Esa carta me dejó impactada, ¡¿yo tenía un hermano?!. Estuve todo el viaje reflexionando sobre eso, una mujer se sentó a mi lado y parecía simpática.

-¿?: Hola soy Ana, ¿estas sola?

-María: Encantada, me llamo María y sí, estoy sola. He denunciado a mi familia adoptiva para dirigirme a conocer a un supuesto hermano mío.

-Ana: Pobrecita, mira te voy a dar mi número para que me llames cuando estes en apuros. Yo vivo en Madrid asi que si alguna vez estas sola ven a mi casa que yo te acogeré encantada.

Seguimos hablando el resto del viaje hasta que ya lleguemos, me despedí de la mujer y salí con mi mochila en la que dentro llevaba mi ordenador. Era casi de noche y yo tenía frío. Busqué al supuesto hermano hasta que alguien me tocó el hombro...

Hermana de ElrubiusomgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora