Break my heart

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Siempre fui la que da el primer adiós
Tuve que amar y perder cien millones de veces
Tenía que equivocarme para saber lo que me gusta

- Muy bien, eso es todo por hoy- dijo la entrenadora. Asentimos y nos dispusimos a guardar los materiales usados.

Pasamos un trapo por toda la cancha, desarmamos la red, guardamos las pelotas y nos fuimos a asear.

Una vez lista tomé mis pertenencias y salí de los baños. Varias personas me miraban, en su mayoría chicos.

- Se rumorea que Tanizaki quiere invitarte a salir- la voz de una de mis amigas no se hizo esperar. Bufe.

- ¿El presidente estudiantil?- pregunto otra de mis amigas del otro costado quedando yo entre medio.

- Ese mismo- dijo sonriendo la pelirubia.

- Seguramente no es más de esos idiotas que sólo quieren más fama de la que tienen, entonces me usan a mi como trofeo- dije con desgana.

- Quien sabe, tal vez es el chico que estuviste esperando todo este tiempo- dijo la contraria de cabellos azabaches.

- Ella puede tener al que quiera- dijo la rubia- aún que la tomo más como una rompe corazones.

- No, te equivocas en eso- dije apartandome- debo de ir a mi casa- dije mirando la hora- nos vemos.

No espere mucho para comenzar a correr a la salida. Suspire cuando estuve fuera y mire a un costado cuando al mismo horario el equipo masculino también salían.

Suspire, al fin aire libre sin alguien a mi alrededor juzgandome por cosas que no conocían.

Ahora me estoy enamorando
Dices mi nombre como nunca antes lo había escuchado
Soy indecisa, pero esta vez, estoy segura

- Ya llegue!- Dije entrando a mi casa. Deje los zapatos en la entrada y la mochila en el sillón de la casa- ¿Abuelo?

Camine por toda la casa buscando al contrario pero no logre hacerlo. Suspire y me coloque las zapatillas y salí por la puerta trasera yendo al patio, lo crucé hasta llegar a la puerta al final de esta dando a un galpón.

Abrí y la crucé. Mire al contrario con una pelota de Voley mirando la red a unos metros suyo. También los pequeños niños que venían a aprender.

- Ya llegaste- dijo el contrario y me lanzo el objeto en sus manos, lo atrape sin muchos esfuerzo.

- Así es- dije con una sonrisa.
- Bien, cambiate y come algo, luego ven a ayudarme- asenti y salí de allí.

Mi abuelo poseía una escuela donde le enseñaba voley a niños, también alquilaba la cancha para que los que quisieran jugarán.

También la usaba yo para entrenar.

Cuando hice todo lo dicho, no tarde en volver al galpón y ayudar a mi abuelo con los pequeños. Estos aprendian rápido. Sonreí mientras los veía mejorar.

Llegó el momento en el que los fueron a buscar por lo que me quede sola allí. No lo desaproveche y me puse a hacer saques.

- Disculpa- el llamado me hizo girar mi cuerpo para ver al contrario.
Este era de cabellos negros rizados, tenía dos lunares en la frente Y usaba un tapa bocas, sin faltar la campera de mi escuela. Itachiyama.

🏐One-Shots Sakusa Kiyoomi🏐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora