Capítulo 27

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Una semana pasó y Peter no fue tan frío conmigo, el ambiente se había entibiado, mi cabeza y mis nervioso lo agradecieron.
Empecé a comer mejor, más animada, Peter me acompañaba con los antojos, buscaba lo que sea en cualquier horario, me daba penita volverlo loco con eso pero él me cumplía esa clase de deseos.
Puse algo de música en volumen bajo porque Peter estaba en la oficina de su departamento viendo cosas del trabajo.
De un momento a otro apareció y me atrapó bailando, quería escaparme porque había hecho el ridículo.
-¿Terminaste?-cambié de tema.
Él negó con la cabeza y se acercó hacia mi, me hizo una reverencia y no supe que esperar.
-¿Queres seguir bailando? Conmigo-agregó a último momento, elevé mis cejas y asentí con la cabeza.
La música lenta me relajaba, me apoyé sobre su pecho mientras nos movíamos, Peter rodeaba mi cintura, cerré mis ojo, quería quedarme así para siempre, borrar rastros del pasado para tener un nuevo comienzo, unas lágrimas se me escaparon.
-¿Que pasa ahora?-quiso saber.
-Las hormonas y... Mi cabeza que maquina y maquina-fui sincera, besó mi frente.
-Estaría bueno que dejemos de pensar, ¿que decís?-me miró firmemente y asentí con la cabeza- solo disfrutemos de este momento, este instante-hizo una caricia sobre mi panza.
-¿Y jugar a ser la familia feliz?
Peter se quedó pensativo antes de responderme.
-No estamos jugando Lali.. No pienses en esas cosas, solo estamos pasando un lindo momento, uno feliz.. A veces las personas solitas nos jodemos la vida-suspiró y se encogió de hombros- todo a veces es más simple de lo que parece..
Me quedé mirando sus ojos en silencio, tratando de descifrarlo sin éxito.
-Mañana tenes que irte de viaje, ¿cierto?-elevé mis cejas, él asintió con la cabeza.
-No voy a tardar mucho, me quedo una sola noche-besó mi mejilla- solo eso
Esbocé una pequeña sonrisa y le hice una caricia en el pelo.
Cenamos y cuando llego el helado me sentí feliz, Peter se sentó en el borde de la cama hablando conmigo de tonterías, filosofando y conociéndonos de otra manera hasta que el sueño me venció.

Cuando desperté y fui a la cocina, había una nota, Peter se había ido antes de que me despertara, suspiré y fui a lo de Eugenia que me recibió con una sonrisa.
-Hola La-me abrazó-¿que haces que no estás con Peter?
-Se fue de viaje por trabajo-asentí con la cabeza-¿acaso no puedo visitar a mi amiga?
Eugenia se rió y después se quedó mirando li panza.
-Esta grande..-me dijo maravillada y la acarició- que linda estas La
-Después te pago por todas las cosas lindas que me estas diciéndome-me reí.
Ella me preparó la merienda y después nos quedamos mirando una novela mexicana.
-¿Viste Rubí? Ella era una chica muy linda, mala, mala mala y bueno, en el final pasan los años y quién se venga de todo lo que su tía pasó es su sobrina, tu historia se parece medio a la tuya eh-Eugenia me miró y le devolví la mirada algo mal- es una novela nada más..
-Pero yo no soy una persona a la que el dinero la mueve-suspiré- tal vez hay cosas medio similares pero.. ¿Podemos dejar de hablar del pasado? Ahora siento que con Peter estamos más en paz
Mi amiga me abrazó.
-No vuelvo a sacar el tema-me prometió- me alegra verte feliz, lo mereces Lali
Nos quedamos mirando la telenovela hasta que el episodio terminó, besé la mejilla de Eugenia y me quedé sola en el edificio de Peter, intenté distraerme hasta la hora de dormir.

Mi celular no paró de sonar y me desperté por eso.
Cuando lo revisé distintas personas me habían mandado fotos de Peter con Manuela, ¡¿qué?!
Ella lo miraba "acaramelada", ambos estaban tomando en un café en Paris.
Mis ojos se llenaron de lágrimas e intenté aferrarme a lo que me había dicho Peter, que ella solamente era una persona superficial e interesada en su fortuna.
Cuando regularicé mi respiración y había dejado me entró un mail con una nueva foto, Manuela y Peter besándose, eso fue la gota que rebalsó el vaso para que todas mis ilusiones se derrumbaran.
Todo mi mundo se vino hacia abajo y no pude ni llorar de lo mal que me sentía.
Me quedé en la cama en silencio, apagué mi teléfono celular, no quería saber más nada, había perdido, solo que había sido ciega como para no verlo.

La luz entró por la ventana y cuando caminé por el departamento Peter estaba trabajando, ¿cuando había llegado?, ¿porque estaba trabajando desde acá?
-Hola...-me saludó desde lo lejos y me lo quedé mirando.
-¿No vas a decirme nada? Bueno, no me digas nada..-me puse mal y di media vuelta para irme, él se puso de pie y me agarró del brazo.
-Mariana-me llamó por mi nombre y volteé a verlo.
-Ya está Peter, ya entendí que perdí, hasta nos divorciamos, perdón por haberte hecho perder tiempo, tiempo que podrías estar usando para conocer a otras personas, trabajar, viajar-me puse a enumerar mil cosas mientras que Peter me miraba.
-¿Ya terminaste?-elevó sus cejas.
-Podría seguir hablando, pero no me debes explicaciones, acá la que sobra soy yo
Quise irme pero él no me soltó.
-¿Te mandaron un mail, cierto?-me pregunté, asentí con la cabeza, Peter suspiró- fue Manuela, llamó a unos fotógrafos, quiso hacer plata de nuestro viaje laboral, ya le dije que no pienso aliarme ni hacer ningún tipo de negocio con ella
Yo me quedé mirándolo sin saber que decir.
-La mayoría de las cosas que salgan sobre mi en un diario, revista o internet no suelen ser ciertas-se acercó y me hizo una caricia en mi mejilla.
-No me debes explicaciones de nada..
-Lo se... Pero se que ver algo así seguro fue feo para vos y quise aclararlo, yo.. No estoy para nadie ahora-suspiró- no tengo la cabeza en alguien, solo en arreglar problemas del trabajo
Peter volvió a sentarse en su escritorio.
-¿Te espero para cenar?-lo miré y él asintió con la cabeza.
-Como quieras, voy a tardar algo, si tenes hambre comé, no me esperes
Cerré la puerta y lo dejé terminar sus cosas.
No puede esperar mucho y terminé comiendo, estaba muy concentrada en eso cuando escuché una carcajada.
-Me gusta verte comer.. Alimentando a nuestro bebé
Esas palabras fueron como una caricia para mi, se sirvió comida en su plato y se sentó frente a mi, comimos, hablando, riéndonos, eso me hizo bien, me dio un respiro.
Cuando nos sentamos en el sillón para mirar algo mi respiración se aceleró.
-Peter..-lo llamé y volteó su cara- hay una pregunta que me desvela todas las noches.. ¿Me queres algo?

En mi esenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora