𝐓𝐄 𝐎𝐋𝐕𝐈𝐃𝐀𝐑𝐄́ || SEBASTIÁN CÓRDOVA ||

dos

Sofía al terminar de guardar sus cosas en su mochila sale de su habitación rumbo a la cocina donde su familia la espera.

— Buenos días — Saluda Sofía sonriendo

— Hija — Su madre la mira sorprendida — No pensé desayunaras con nosotros

Estas semanas Sofía lo único que hacía era estar encerrada en su habitación, quería estar sola y lo necesitaba, simplemente hoy se sintió con ánimos de estar con su familia, los que siempre están ahí para ella.

— Es bueno ver que lo estás superando hija — Su padre besa su frente y la abraza — Eres una chica fuerte Sofía — Sofía sonríe

Ella se pone a ayudar a su madre y a su hermana a poner la mesa, posteriormente los cuatro pasan una mañana agradable, esas mañanas que Sofía solía echar de menos el tiempo que no estaba en su hogar. Finalmente, Sofía se despide de sus padres y hermana, sino quiere llegar tarde a la universidad tiene que apurarse.

— ¡Sofía! — Su hermana le grita y ella se gira — Johan me dijo que no has respondido sus mensajes

Sofía hizo una mueca — Ou...

— Respóndele, me llamó preocupado ayer después de esa conversación que tuvimos...

— Lo haré más tarde ¿Si?

— Está bien — Sofía le dedicó una sonrisa a su hermana para después subirse a su auto y partir rumbo a la universidad que no está tan lejana a la zona donde ella reside

En el camino pone su playlist y canta cada una de las canciones que se van reproduciendo, la mayoría son sus favoritas. Cerca de media hora de camino por fin llega a la universidad, estaciona su auto en donde siempre, pero antes de bajar toma su teléfono y abre el chat de su mejor amigo, Johan, le escribe un simple: "hola, estoy bien, no te preocupes. Y felicidades por el preolímpico, te lo mereces" y lo envía, después Sofía decide entrar a Instagram, pero aquello fue una mala idea y las lágrimas nublaban su vista al ver aquella foto.

— No puede ser... — Murmura triste

La fotografía era de Sebastián, pero no está solo, sino con ella después de la final del preolímpico. Sofía mira con rencor a aquella chica, ella había destruido todo, la odiaba no podía negarlo, por su culpa su relación se fue al carajo.

El ruido de su teléfono llama su atención, lo mira y lee el nombre de Johan solicitando una video llamada, decide ignorarlo, pero segundos después este vuelve a sonar, suspira y antes de responder limpia las lágrimas y toma aire para tranquilizarse.

— ¡Hola! — Sofía finge felicidad al ver a su mejor amigo, pero él la conoce tan bien así que termina por no funcionar

— ¿Viste la foto verdad? — Pregunta y la sonrisa en el rostro de Sofía se borra — Le diste like a la foto...

Sofía baja la mirada — No puedo Johan, esto es demasiado

— Sofi tienes que seguir adelante por ti, por tu familia...no digas que no puedes, claro que sí puedes, te conozco amiga, puedes con esto y más

— Lo amo mucho Johan, lo amo con mi vida, le di todo de mí, arriesgué todo por nuestra relación y él... él hace esto

— Es un imbécil, siempre te dije que había algo en él que no me agradaba

— Debí hacerte caso — Murmura Sofía limpiando las lágrimas de su rostro — Si tan solo me hubiera dado cuenta de lo que en verdad estaba pasando, me hubiera evitado todo esto

— Sabes que estoy aquí para todo lo que necesites ¿Verdad? Te quiero mucho Sofi, no me gusta verte así y menos por un imbécil como Sebastián

— Lo sé Johan, yo también te quiero mucho, eres quien ha estado conmigo siempre... eres especial — Un brillo se notó en los ojos del jugador mexicano al escuchar esa última frase; "eres especial" — Pero dejemos de hablar de eso — Sugiere — felicidades por el preolímpico, no vi el partido porque ya sabes...

Johan sonríe — No importa Sofi, lo entiendo

— A ver tu medalla — Pide Sofía ilusionada, Johan toma la medalla y la muestra en la pantalla para que ella pueda verla

— Cuando llegue a la ciudad lo primero que haré es ir a verte y festejar esto

Sofía sonríe — No Johan, con quien tienes que estar es tu familia, ellos siempre confiaron en ti y mira ahora, eres todo un jugador profesional

— Estuviste ahí siempre Sofi, esto también es para ti

Sofía y Johan se conocen desde años atrás, ambos estuvieron juntos apoyándose en sus sueños, aquello es algo que caracteriza su amistad.

— ¡Johan! — Se escucha una voz femenina — Te estamos esperando en recepción ¿Por qué no bajas? — Johan le hace una señal y aquella chica se acerca, es Danny

— ¡Sofi! — Danny sonríe ampliamente

— Danny amore, te extraño mucho — Dice Sofía haciendo un puchero

— Bueno ya viene siendo hora que me vengas a visitar eh

— Porque no vienes tú — Bromea Sofía y Danny roda los ojos

— Si tú — Amabas chicas ríen — Hiciste falta aquí en Guadalajara, no tuve a mi compañera de partidos

— Sabes porque no quise ir...no estoy lista aún

— Créeme que ganas de matarlo no me han faltado y ayer...ah qué odiosa es esa chica

— Confirmó — Dice Johan — Insoportable

— Bueno ya le dijiste a Angulo la noticia — Danny sin entender mira a Sofía

— ¿Noticia...? — Sofía negó riendo

— Que estás embarazada tonta — Responde Sofia

— ¡Estás embarazada! — Exclama Johan sorprendido — Danny...estás embarazada

— ¡Cállate pendejo! — Danny le da un zape provocando la risa de Sofía — No le digas a nadie, los únicos que lo sabe son ustedes dos

— Eso confirma que Angulo no sabe nada...

— Así es, pero hoy mismo se entera, tengo todo planeado cuando volvamos a casa, después te llamo y te cuento todo

— Va, va

— Ahora Johan vámonos, tenemos que llevarlo al aeropuerto

Sofía asiente — Entonces no les quito más tiempo, avísame cuando llegues y si le da tiempo paso por ti ¿Si?

Johan asiente — Sí, te aviso amiga y recuerda tu puedes, es cuestión de tiempo

Sofía sonreí — Tiempo...el tiempo dirá, te veo en unas horas Johan y Danny prometo ir lo más pronto posible

— Eso espero eh — Amenaza Danny y Sofía asiente riendo en forma de respuesta

Sofía termina la llamada y se da cuenta que su primera clase ya había empezado así que decide esperar hasta la segunda clase del día que es en dos horas, toma sus cosas y camina por el interior del campus hasta la cafetería, se acomoda en una mesa para terminar unos trabajos que tenía pendientes.

Esa es la forma en que mantenía a su mente ocupada, estudiando...eso le ayudaba de cuenta forma a no pensar en él.