Las palabras no sirven para expresar lo mucho que siento haberte dañado el corazón, ese corazón que en el día de nuestra boda jure proteger, me entregaste todo tu amor y yo lo destruí al hacer tal acto de locura. Pero quiero que sepas que no importa...
La belleza de esta aldea francesa era fascinante, era incluso mejor que en Arendelle, tiendas y tiendas por doquier de diferentes artículos, sin embargo teníamos que concentrarnos en el objetivo: recuperar la caja precursora de las manos asesinas y cumplir con el trato. Hubo impresiones por parte de los muchachos ya que no esperaban que la hermana de Robert estuviera aquí. Por otro lado se puede decir que estoy metido en problemas.
A un día de la llegada de la caja precursora:
- Es lo mejor que tienes – dijo Elisa mientras me inspecciona de arriba abajo.
- ¿Hay algo de malo? -.
- Oh no, claro que no..... solo llamas la atención de las personas y de algunos guardias por llevar tu ropa de cazador templario, y que además huele a muerte y lodo – dijo en un tono de crítica y sarcasmo.
- Es la ropa con la que hago mis misiones y no huele mal -.
- Lo sé, pero llamas mucho la atención. Ven sígueme -.
Después de elegir entre varios trajes.
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- No me siento cómodo, prefiero llevar otra cosa a esto – dije molesto
- Calmado, te ves bien – dijo Elisa con una sonrisa.
Hoy podía ser el día en que obtenga esa caja y el misterioso libro, ya todos estaban preparados con mosquetes y colocados estratégicamente, sin embargo teníamos algunas fallas y la principal era Elisa que quería formar parte del ataque, el Maestro Kenway le prohibió participar ya que esto puede ser nuevo para ella, sin embargo esta aquí con algunas municiones.
La operación estaba preparada, todos estaban en sus puestos para emboscar a los asesinos que transportaban los instrumentos que mis amigos y yo desearíamos tener en nuestras manos.
El barco atraco dejando a ver a cinco asesinos y varios de sus soldados escoltando a uno que no llevaba capucha puesta. El hombre era un poco más viejo que yo sin embargo la larga caballera negra y esa barba lo hacían ver como un vago, portaba un uniforme verde agua, su espada de caballería francesa en la parte izquierda de su cintura y una hoja oculta en la mano derecha.
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Van avanzando y apartando a la multitud de su camino, es nuestro momento, le hago señas a Lee quien trae un mosquete en mano para que dispare a uno de los asesinos y los muchachos hagan caer a los soldados.
- 3.... 2.... 1.... – dije para mis adentros en voz baja.
Los disparos salen al aire, las personas huyen y varios hombres caen muertos, algunos asesinos se cubren en cajas de madera para luego disparar, sus lacayos hacen lo mismo mientras el extraño hombre corre para esconderse, mientras nosotros nos ponemos a cubierto para recargar lo más rápido posible. Al momento de salir algunos de nuestros disparos chocan entre si y otros acaban con más de los soldados, fue en ese momento que el hombre al que venían resguardando sale de su escondite para empezar a correr.
- Atrápalo Shay, nos quedaremos aquí – dice el maestro Kenway.
Sin más empiezo la persecución del asesino, sabe que le estoy siguiendo el paso ya que no se atreve a subir por los edificios, sin embargo, también sabe que es un blanco fácil en tierra. Veo un carruaje que le espera a metros de donde estamos es mi oportunidad.
Narración general:
Shay salto para emboscar al asesino francés, sin embargo este lo logro evitar para quedarse mirando a las caras mientras sacaban sus espadas y hojas ocultas.
- ¿Enserio crees que me puedas matar templario? – dijo el asesino.
- Esa es la idea -.
Shay y Bellec corrieron para atacarse con sus espadas generando varias chispas, eran contados los golpes que acertaban en los trajes de los dos combatientes al igual que los destrozos que dejaban hasta que ambos se empezaban a cansar, solo fue cuestión de un golpe para que ambos estuvieran a punto de quedar en el piso.
- Crees que te podrás quedar con los artefactos, hombre.... Jajaja – dijo Bellec.
- ¿De qué te ríes? – dijo Shay.
- No podrás matarme hoy, y yo no te podre asesinar ya que eres buen muñeco de entrenamiento. Sin embargo estas empezando a sentir la edad, cazador de asesinos -.
Bellec aprovechando el desconcierto de Shay tiro una bomba de humo que aturdió al cazador momento que fue utilizado por Bellec para huir del carruaje.
- Fue un placer combatir contigo mendrugo – fue lo único que escucho Shay entre el humo.
- ¡Maldito! - dijo mientras se recuperaba.
- Shay ¿Estas bien? - se escucho una voz atrás de el, era Elisa.
- Elisa... ¿Qué paso, donde están los otros? - dijo Shay.
- Están bien, logramos acabaros y capturamos a uno de los asesinos pero tenemos que irnos, los guardias vienen para acá - dijo mientras ayudaba a Shay a ponerse de pie.
