Estar a tu lado

Parte sin título 33

"¿Dónde estamos?"

Una pizca de mi conciencia se aferró a las palabras murmuradas contra mi espalda, aunque me tomó unos segundos procesarlas. Entre la dulce satisfacción, el zumbido de la energía curativa a través de mi cuerpo, la cálida luz del sol y la piel más cálida presionada contra la mía, difícilmente podría esperar que entendiera tres palabras completas, y mucho menos articule una respuesta. Me estiré un poco, me tumbé de costado en el suelo, la tierra y las hojas podridas del año pasado, y me sentí completa, absolutamente contenta. De repente vino la imagen de anidar cerca, tejiendo cuellos largos y colas largas en un espacio estrecho de calidez y seguridad, el aroma del calor compartido y la especia de mi amada. No mi vida, no entonces, no ahora, porque mi amor era humano entonces, humano ahora. Tal como estamos, me recordé a mí y a Hyorinmaru. Pero fue un sentimiento muy bienvenido.

"¿Mmm?"

"No importa, amor."

Las manos se deslizaron por mis costados. Siseé ante el contacto con las heridas más profundas, pinchazos en la parte blanda de mi torso justo dentro de cada hueso de la cadera. Entre mi propio poder y el suyo, el dolor se desvaneció rápidamente, trayendo una ligera punzada de arrepentimiento seguida de gratitud por nuestras habilidades. Qué básico estar agradecido por una curación rápida, no porque nos permitiera luchar por aquellos que no podían defenderse, sino porque permitía hacer el amor con más frecuencia, facilidad y ternura, y follar mucho más agresivo de lo que un mortal podría manejar. No podría castigarme mucho, considerando que esta es mi justa recompensa por 2000 años de esperar a que la única alma que podría ser mi pareja regrese a mí.

"Es una de las casas que tenía preparadas para nosotros. Tennessee. ¿Te gusta?"

"Precioso."

No tenía nada de sexo y, sin embargo, era puramente sexual. Solo abrazándome, curándome, lamiendo, todavía lamiéndome con esa lengua larga y áspera aunque Zangetsu estaba más distante. Y lo dejé, sabiendo perfectamente que no deberíamos estar aquí. Todo el mundo nos esperaba, un pequeño lío que dejamos en las manos de Urahara, el gran lío que estábamos causando en la Sociedad de Almas, todo ello necesitando nuestra completa atención en este mismo momento. Dejé escapar un profundo suspiro, abriendo mis ojos a los acres de bosque virgen, los cielos despejados de principios del verano, la cabaña a la que nunca llegamos se encaramó frente a nosotros, testigo silencioso de mi yo desnudo siendo limpiado lentamente de sangre y suciedad. por una lengua.

"Ichigo, hay una bonita bañera a unos 200 pies de esa manera."

Un gruñido contra mi espalda baja, otro deslizamiento de su lengua y suspiré de nuevo.

"Animal."

oooooooOOOOOooooooo

Tuve que admitir que me sorprendió, habiendo esperado volver para encontrar a Grimm con las ataduras de nuevo, gritando y peleando y siendo en general él mismo. Lo que no esperaba, en absoluto, ni en lo más mínimo, era Grimm sentado en la mesa baja, hablando tranquila e intensamente con Yoruichi, un brazo sobre Lilynette que estaba sentada apoyada contra su costado, la mano apoyada en la máscara con forma de casco de el pequeño se apretó contra Lilynette.

Considerando regresar por el pasillo y dejar el extraño pero semi-pacífico momento sin ser molestado, hice una mueca. Toshiro había encontrado a Urahara de inmediato. Los dos y Tessai ya hablaban un idioma diferente, ladrando sobre kido y caos y esa piedra espeluznante. Le había contado a Toshiro sobre la cosa, cómo podía sentirla ahora dondequiera que estuviera, cómo me saludaba cada vez que veníamos aquí. No había otra forma de describirlo, aunque no podía entender cómo un siniestro y poderoso paquete de energía podía sentirse feliz de tenerme cerca. Me puso nervioso, aunque mi dragón juró que era bueno que mi conexión con el Hogyoku fuera tan fuerte.