╭ 爱 7

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"No quería mostrarte el caos que tenía dentro, no quería que te vayas, y aún así me derrumbé frente a ti sabiendo que quizás te irías, pero no fue así, ahí estabas tú sosteniendo cada trozo de mí"

(...)

Zhou Zishu abrio los ojos cuando escucho en fuerte estruendo que resonó en todo el lugar, le tomo unos segundos enfocar su vista. Sonrío ligeramente, escucho gritos y el humo ya llegaba a sus fosas nasales, se preguntaba si alguna vez Lao Wen dejaría de ser tan dramático.

— Yo te dije que si iban a venir por mi — Habló despacio, la falta de comida había debilitado su cuerpo.

— Que pena que su esfuerzo sea en vano — Xie quien había entrado a la habitación con rapidez, sonrió con prepotencia.

— No lo creo —

No obtuvo ninguna respuesta, solo escucho un gruñido. El rey escorpión tomó uno de sus brazos obligándole a pararse, sentía sus brazos entumecidos por haberse mantenido en una sola posición por tanto tiempo, si no fuera por las cadenas que rodeaban sus muñecas pensaría que no tenía sus brazos en su lugar, lo hizo caminar hasta la puerta de la habitación, pero escucharon pasos en las escaleras. Xie no lo pensó dos veces y empujó hacia atras a Zishu quien se tambaleó un poco y calló de trasero mientras maldecia a todo sus ancestros.

— Mierda — susurró Xie, cerrando la puerta con seguro, como si eso lo salvaria del ser que se aproximaba.

Después de algunos segundo no se escuchó nada afuera, Escorpión estaba ligeramente nervioso por el expectante silencio, Zhou en cambio simplemente se acomodó en el piso sin poder levantarse.

Escucharon dos golpes en la puerta y como la persona del otro lado se aclaraba la garganta, para después decir: — Ah-Xu ¿Estas ahí?

Zhou Zishu bufó ¿no podría simplemente entrar? ¿Por qué tenía que jugar siempre? Iba a hablar si no fuera porque Xie'er le tapó la boca rápidamente dejando que solo salga un quejido de ella. Oh no, definitivamente esa fue una mala idea.

Lao Wen gruñó y mando la puerta a volar, la puerta chocó contra la pared y solo cenizas de ella llegaron al suelo, Xie se encogió un poco en su sitio cuando vio a Wen Kexing pasar por su lado y meterse a la habitación, pensando que el fantasma no los había visto, jalo a Zhou Zishu quien soltó otro quejido.

— Te daré tres segundos para que  sueltes a mi esposo, solo porque soy una buena persona, deberías  aprovecharlo — Wen Kexing suspiró — Uno... — Abrió su abanico jugando con ella — Dos — Zhou Zishu rodó los ojos y mordió la mano del rey Escorpión, haciendo que lo soltara al instante.

— Lao Wen no siento los brazos — Eso bastó para que con un solo movimiento Wen Kexing lancé el abanico, directamente a Xie quien rápidamente lo esquivó, sin embargo no se dio cuenta que Du Pu Sa estaba tras suyo, el abanico rozó el cuello de la chica y volvió a la mano de su amo, Du Pu Sa ahogó un grito y cayó al pido inconsciente.

(...)

Zhang Chengling soltó el cuerpo inerte del hombre y lo lanzó hacia un lado haciendo una leve mueca.

— ¿Desde cuándo eres así de despiadado? — Gu Xiang quien también estaba encargada de matar a los hombres del Rey Escorpión, preguntó confundida.

— Mi padre me dijo que no tenga piedad — Chengling se encogió de hombros — Además esta vez no puedo defraudarlo.

Cao Weining que estaba tras de su esposa cuidandole la espalda, claro esto sin que ella se de cuenta, sabía que Gu Xiang podía cuidarse muy bien sola, pero el miedo de perderla era muy fuerte en su ser. Cuando los escucho empezar a conversar supo que tenía que mantenerse más alerta ¿Quien en medio de una pelea se pone a conversar?

— Aja, entonces ahora quieres jugar al héroe ¿no es así? — Gu Xiang amaba molestar a Chengling, era como su pan de cada día.

— No estoy jugando — Chengling gruñó volteando a verla.

— ¿Ahora eres valiente también? —

— Mi maestro dice que siempre soy valiente —

— Tu maestro te tiene pena —

— ¡Eso no es cierto! —

— ¿Como sabes que no es cierto? — Gu Xiang levantó la quijada frunciendo el ceño.

— Mi maestro siempre dice la verdad — Chengling sabía que su maestro siempre le sería sincero, a pesar de amenazalo todos los días con romperle las pierdas, Chengling había aprendido que no lo decía de verdad, su maestro no era muy bueno en demostrar sus emociones, pero siempre lo cuidaba, un ejemplo de ello era cuando tenía alguna pesadilla él se encargaba de arrullarlo hasta que se volvía a dormir.

— Tu maestro- — Gu Xiang fue interrumpida.

— Ah- Xiang, Chengling, estoy seguro que pueden resolver eso después — Weining había estado peleando solo.

Para Gu Xiang los escorpiones eran como una plaga, plaga que ella exterminaria por completo, ya no quería ver a su Amo así de desesperado, además Zhou Zishu fue el único que le creyó cuando le dijo que no tenía piojos. Siguiendo esa lógica, él merecía una vida tranquila.

Dejando eso de lado, Gu Xiang estaba guardando un pequeño secreto, tan solo ella y Zishu lo sabían, incluso el esposo de su amo se encargó de que él Gran Chamán, la tratara y confirmara su estado, cuando le dijo que lo que pasaba por su mente era completamente cierto no pudo evitar llorar de alegría, se sentía tan completa y feliz, que ni siquiera se dio cuenta de las lagrimas si no fuera por que Ah-Xu se encargó de limpiarlas, regalándole una dulce sonrisa. Ambos acordaron guardar el secreto por pedido de ella, llevaba apenas trece semanas de embarazo, así que aún no se darían cuenta de eso, la idea era decir la noticia cuando ella y Lao Wen volvieran del Valle Fantasma, pero los planes no salieron como deberían.

La situación la había asustado mucho, quería que la pequeña personita que llevaba en su vientre tenga una vida tranquila, sin escorpiones asesinos que la acecharan día y noche, tal vez esta sea la oportunidad de terminar con la maldad. De construir un mundo mejor para su pequeño o pequeña. Ya no más  muertes, ya no más sangre, ya no más escorpiones, ya no más gente mala, ya no más peligro.

Eso se terminaría hoy.

𝗗𝗼 𝗻𝗼𝘁 𝘁𝗼𝘂𝗰𝗵 𝗶𝘁 [𝚆𝚎𝚗𝚉𝚑𝚘𝚞] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora