╭ 爱 3

2.7K 363 177
                                    


Siempre hay una historia detrás de todo. Cómo surgió esa cicatriz, cómo esa mancha llegó allí. Algunas son simples, algunas consiguen emocionarte y otras pueden llegar a romperte el corazón.
Sin duda no podemos juzgar a las personas por lo que son, por lo que nos muestran o por lo que tratan de hacer, sin conocer el porqué antes.

Eso aprendió Zhou Zishu, cuando Lao Wen al fin le abrió su corazón y le contó absolutamente todo, él al fin pudo entenderlo del todo  y así apoyarlo.
Pero claro si estás frente a alguien peligroso no te vas a poner a pensar que es lo que lo atormenta por dentro o como lo puedes entender. Sin duda en el mundo no hay algo que se defina como complemente "malo" o completamente "bueno". Al final ¿cuál es la diferencia entre lo malo y lo bueno? ¿Quien dijo que ciertas cosas son malas y buenas? Y si ¿lo que consideramos bueno es malo y viceversa?

Si lo pensamos son cosas que probablemente cada persona respondería según sus ideales.

[...]

Nuestro poderoso rey escorpión llevaba casi un tercio de mes observando desde las sombras a la familia que vivía en aquella montaña, sabía que al comienzo del atardecer Wen Kexing y Gu Xiang partirian rumbo al valle fantasma hacer el chequeo que normalmente hacían cada bimestre.

Esta era su oportunidad de atacar y llevarse a esa "debilidad" y por lo poco que el pudo observar supo de inmediato que era aquel chico de piernas largas y cintura fina, sin embargo no pudo ver su rostro, dado el echo que Wen Lao siempre lo tenía entre sus brazos, algo que dejó pasar fue el sentimiento amargo que invadió su ser cuando aquel chico de hermosa figura fue acariciado y mimado por Kexing, no supo descifrar el sentimiento, pero sin duda no era agradable.

Llegada la media noche supo que era hora de atacar, moviendo a su gente y dando las respectivas órdenes esperando que no se salga nada de sus manos, partió rumbo a la montaña. Estando en la falda de aquella alta montaña sintió el frío chocar contra su rostro y por primera vez en mucho tiempo se sintió bien. Eso lo volvió a la tierra de golpe, ¿por qué se sentía tan bien?

Ignorando cualquier sentimiento extraño, empezó a subir la montaña.

Los cuatro asesinos eran encargados de prender la montaña, nada los divertía más que causar problemas y como si fuera un simple juego dentro de pocos segundo la montaña estaba echa llamas.

Zhou Zishu se levantó de golpe por el olor a humo que llegó a sus fosas nasales, algo no iba bien, después de ponerse sus túnicas salió de su habitación directamente a la habitación de su pequeño discípulo, abrió la puerta de golpe sobresaltando a Chengling, quien aún adormilado trataba de orientarse.

— Maestro — Susurró.

— Chengling vístete, tenemos que irnos, iré por Weining — Después de escuchar la afirmación de su discípulo salió rápido hacia la habitación de Cao Weining quien ya estaba despierto y atento a lo que pasaba alrededor.

Los tres se encontraron después de algunos segundos fuera de su hogar, quedando sin aliento al espectáculo que precenciaban, en la montaña no se podía ver nada más que las llamas de fuego que se expandía con rapidez y el humo que empezaba a ingresar en sus pulmones.

— Que pena, que pena — Susurró una voz suave y extrañamente dulce tras ellos.

Las tres personas se sobresaltaron dando vuelta rápidamente, Zhou Zishu puso detrás suyo a Chengling quien aún así estaba listo para lanzarse.

Zhou rápidamente al ver el rostro de la persona supo inmediatamente de quien se trataba.

Por otro lado el rey escorpión no sabia como reaccionar exactamente, su cuerpo se había paralizado, y su sonrisa demoniaca desapareció al instante que observó el rostro de Zishu, su corazón latía espantosamente, parecía querer salirse de su pecho.
Aún sin salir de su trance avanzó dos pasos, se sintió tremendamente mal, cuando la mirada rencorosa del chico se posó en el, tragó saliva y se obligó a salir del trance fingiendo que no pasó nada, volvió a sonreír.

Weining no pasó por alto aquel cambio de personalidad.

— ¡Tu...! — Dijo Chengling, lo recuerdos en su mente iban y venían. Él ya había pasado por esto, el deja vu no se hizo esperar.

En milésimas de segundos se vieron rodeados de muchas personas, incluyendo a los cuatro asesinos.

— Vaya... vaya, ya entiendo porque tanto cuidado — Su mirada se centró en Zishu quien se enderezó incomodo — Siento mucho arruinar su estadía.

Avanzo otros dos paso, Cao Weining se pudo rápidamente en alerta sacando su espada.

— No me malinterprete joven, no quiero dañarlos, solo quiero una cosa. —

— ¿Que es lo que quieres? — Preguntó Zhou rápidamente.

— Quiero que vengas conmigo dulzura, fácil ¿no es cierto? — Su sonrisa podría estremecer a cualquier persona.

— ¡Sobre mi cadáver! — Chengling habló con determinación y sin esperar más se abalanzó hacia el hombre.

Su ataque no llegó a la persona que él quería, pero ya era tarde toda la gente de su alrededor se movió hacia él.
Zhou Zishu y Cao Weining no lo pensaron dos veces, corrieron hacia Chengling.

En menos de tres minutos, ya habían muchos cuerpos sin alma tirados en él lugar.

Xie quien no podía quitar sus ojos de Zhou Zishu embelesado por su forma de moverse hizo una seña casi imperceptible y otra oleada de "escorpiones venenosos" llegaron hasta los tres hombres que parecían tener suficiente energía para vencerlos.

Du Pu Sa (Una de los cuatro asesinos) quien observo a su jefe arrugó la nariz con desagrado acercandose a él, con uno de sus dedos acaricio el hombro del contrario, Xie suspiro alejándose.

Después de un tiempo casi unos treinta minutos. Chengling penso que estás personas parecían multiplicarse cada vez más, no parecía que hayan menorado, estaba agitado y su cuerpo dolía, paró un instante, mala idea, ante su descuido uno de los escorpiones lo tomó del cuello poniendo su espada contra su cuello, Chengling ahogó un grito pero no se movió.

Aquel sirviente avanzo sin soltarlo hasta quedar a lado se su jefe quien lo miro orgulloso.

— ¡Chengling! — Cao Weining entró en pánico, parando bruscamente sus movimientos recibiendo un fuerte golpe en las costillas cayéndo al suelo.

Zhou Zishu dio dos paso hacia adelante la sangre chorreaba de su túnica.

— Sueltalo — Hablo algo ronco, su garganta estaba seca por el esfuerzo.

Él rey escorpión se escho a reír.

— Cariño, ¿crees que soy lo suficientemente tonto como para hacer algo así? — Él caminó hacia adelante acercándose a Zhou.

Zishu lo miro indiferente, Xie estuvo encantado con la valentía de aquel chico, lo cual era lógico, su novio era el mismísimo Jefe del valle de los fantasmas ¿por qué le iría a tener miedo a alguien inferior como el? Eso lo llenó de rabia.

Saco una navaja que tenía escondida en una de sus mangas y la acerco al rostro de Chengling rosando su pómulo.

— Esto es simple, vienes conmigo o él sufre las consecuencias. —

En efecto, estaban en serios problemas.



°•○°•○°•○°•○°•○°•○

MAUDWJI espero que les haya gustado.

Nos leemos bubus.

𝗗𝗼 𝗻𝗼𝘁 𝘁𝗼𝘂𝗰𝗵 𝗶𝘁 [𝚆𝚎𝚗𝚉𝚑𝚘𝚞] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora