-Orario- Mi Familia-

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-Danmachi-Destello blanco-

-Orario- My Family-

A la mañana siguiente Bell despertó exactamente a las 5 de la mañana, ¿Cómo lo hacía? Simple tenía un reloj interno que cualquier persona envidiaría, este le indicaba aproximadamente que hora era. Se lo había ganado después de tantas horas con su abuelo y su tío en el campo, junto con un cuerpo, este era algo envidiable por otros niños e incluso hombres, ya que a pesar de que no resaltaban sus músculos y de su edad, su complexión algo delgada y definida.

Amaneciendo con un dolor de cabeza y unos brazos envolviéndolo, no recordaba que pasó anoche después de decir sus últimas palabras (SÍ, ¡LO HARÉ!), aplicando un poco de fuerza para salir del agarre de su <Mamá Alfia> no esperaba las siguientes palabras

-...5 minutos más, bell

Palabras dichas por su madrastra

-Hai!!!

Bell gustoso aceptaría, pero había notado algo de melancolía en su voz, cambiando su semblante a uno un poco triste lo había comprendido algo que era lógico, esa melancolía provenía después de hablar sobre su madre anoche, después de todo era su <Hermana> de la que estábamos hablando. Aún no lo había superado completamente

Después de los 5 minutos, Alfia lo liberó, iniciando su día normalmente lavándole la cara y lavándose los dientes para finalmente tomar una ducha con Bell, como normalmente lo hacían.

Se habían dirigido a desayunar donde su abuelo y su tío lo recibirían con un gran desayuno para después ir al campo a cosechar sus frutos, la rutina de su día era esa, desayunar, pasar tiempo en el campo, regresar a casa para comer, después su abuelo le contaría historias de héroes para acabar hablando sobre que debía tener un harem, recibiendo un <Gospel> de Alfia.

Creía que todos los días serían iguales, pero no estaba más equivocado...

Cuando la noche cayó se podía observar un pequeño niño en su cuarto durmiendo tranquilamente, mientras que tres personas, sentadas en sus sillas con una mesa la cuál simplemente tenía encima vasos de agua, se encontraba en el centro de la sala de la pequeña cabaña

Rompiendo el silencio una pequeña frase dicha por Alfia alteraría a los siguientes dos hombres

-Quiero entrenar a bell y que le des un Falna

Abriendo los ojos de par en par tanto <Zeus> como <Zald> dudarían de esas palabras. Aun así, Zald logró salir de su trance, pero aún tenía una duda

-Bien...

-Pero que no querías que bell tomara una espada nunca?... Es contradictorio

Palabras dichas con su habitual semblante serio

-Si, pero...

Tomando un sorbo con elegancia de su vaso de agua procedió con su respuesta

-No puedo hacer ni decir nada después de ver esos ojos y su determinación

Lo había dicho mientras cerraba sus ojos, recordando todo lo que dijo la noche anterior

-¿Esos ojos?, ¿Determinación?

El [Dios] que se mantenía al margen aun estando con una sonrisa por fin habló queriendo despejar sus dudas de que había pasado para declarar algo así

Alfia procedió a contarles lo de anoche, su plan de entrenamiento y las palabras dichas por el pequeño peliblanco.

Seguían siendo palabras dichas por un niño infantil, pero cuando Alfia habló sobre sus ojos llenos de determinación y deseo, la cosa cambió, si Alfia lo decía era porque estaba en lo cierto y que podía haber un futuro con él

Danmachi-Destello Blanco-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora