Cap 42 ~ Recuérdame

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El dracul estaba paseando tranquilamente por los pasillos de la mansión, cerca de donde se encontraba sus habitación, miro hacia ambos lados y giró lentamente el cuadro de la reina.
Al ver las escaleras, no dudó ni un segundo de bajarlas, siguió caminando hasta toparse con una gran puerta que se encontraba encadenada.
Antes de entrar, miro nuevamente a ambos lados para ver si alguien lo estaba observando.
Al ver que no había nadie, se tranquilizó y paso la puerta.

La habitación era totalmente oscura y misteriosa, Trevor sintió una presión en el pecho al verla allí.
Claramente, Trevor fue a ver a su antigua maestra que se encontraba cautiva en las mazmorras de la mansión Hellsing, tanto Integra y Alucard le prohibieron rotundamente a Trevor y a Seras el tener contacto con Eileen.

Pero Trevor, no lo dudo dos veces y no hizo ningún caso sabiendo las consecuencia que podría llevar sus actos.
Encendió una pequeña luz que había y allí estaba ella.

Sentada en una silla, atada con las manos detrás de la espalda y una venda tapandole los ojos.
Trevor no le gustaba nada que ella estuviese en esa situación.

Pero Eileen supo perfectamente que había entrado alguien ya que movió un poco la cabeza, el vampiro no se lo pensó dos veces y le quitó la venda de los ojos.

Al quitarsela, sus ojos escarlata se posaron con los suyos, se miraron fijamente durante un buen rato, hasta que ella comentó.

"Creo que te conozco, pero no se de que" susurró.

Trevor casi se le parte el corazón al escuchar eso, pero sabía perfectamente que si le sonaba es porque sus recuerdos podrían volver.

"Yo creo que a ti también" Dijo con una triste sonrisa.

"Has venido por tu propia cuenta verdad?" Preguntó ella curiosa.

El sólo asintió con la cabeza.

"Parece que ese estúpido te lo ha prohibido" Dijo con cara de asco.

"Se refiere al señor Alucard" pensó él.

"Sí, así es" Dijo ella.

"Has leído mis pensamientos" Dijo el con una leve sonrisa.

"No te creas que porque este en esta situación tan "delicada" sea un vampiro débil, que te quede claro" Dijo con una sonrisa burlona.

"No lo dudo en absoluto, mi señora" Dijo con una agradable sonrisa.
 

Ella se quedó mirándolo otro rato más.

"Parece, que no todos aquí sois desagradables al fin y al cabo" Dijo dulcemente.

"¿Qué es lo que quieres pequeño?" Preguntó.

"Que vuelva tu memoria, Eileen" Dijo.

Ella alzó una ceja en señal de duda y se quejó.

"Otro con esa estupidez? No he perdido la memoria en ningún momento, no os conozco en absoluto, me secuestro ese estúpido vampiro pervertido mientras estaba en una misión" Dijo regañadientes.

"Vaya, parece que si te la borraron bien la memoria. Esto nos va a llevar un bien tiempo" Dijo un poco preocupado.

Ella suspiró en señal de derrota.

"Sois muy cabezotas...mira escuchame, si me ayudas a salir hablaré con Max para que no te hagan nada y puedas escapar" Dijo un tanto desesperada.

"Eileen, tú misma me enseñaste a que no me dejara manipular por sucias ratas" Dijo con la cabeza bien alta.

"Sí te conozco, quien era para ti entonces?" Dijo ahora curiosa.

"Eres mi maestra, tú misma bebiste mi sangre para salvarme la vida" Dijo con un sonrisa de nuevo.

Cuando te conociDonde viven las historias. Descúbrelo ahora