𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 || ᴍᴀʏʟᴏʀ
✧ ೃ༄ tu lo imaginas, yo lo escribo.
*ੈ✩ pequeños escritos de esta pareja conformada por brian may y roger taylor situados en distintas épocas o universos.
↳ pedidos cerrados ¡! ༊*·˚
⍣ ೋ empezada: 10/04/2021 ˚ ༘♡
#21 en ma...
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11:10 am
Eso marcaba el reloj en la desgastada pared de aquella tienda de música sobre una avenida completamente modernizada, mientras que ese local era el único que parecía haberse quedado en el tiempo.
Con su vitrina llena de portadas de los álbumes que en las décadas del sesenta, setenta y ochenta fueron éxitos, un cartel en cada vitrina con la palabras "Discos en oferta", algunos pósters de The Beatles o Led Zeppelin decorando un poco, y finalmente arriba de todo en el frente del local el cartel le daba nombre a aquella antigua tienda.
"May Records" escrito en letras negras y un fondo negro con un vinilo en el centro.
El jóven muchacho de apenas veintiún años estaba sentado detrás del mostrador con su celular, chistando cada dos por tres debido a que la señal no llegaba en el local.
Sumando a esto, las gotas de sudor que recorrían por su frente producto de la alta temperatura que hacia en la ciudad gracias al calor de verano lo estaban impacientando.
Además, estaba allí desde las siete y media de la mañana y solo dos clientes pisaron el local.
Uno era el repartidor de diarios, que llegaba todas las mañana a dejar un periódico para su abuelo, y otro era un anciano que todos los días iba para comprar cuerdas nuevas a su vieja guitarra criolla. El pobre padecía de ausencia y se olvidaba que el día anterior también había ingresado al local en busca de esas cuerdas.
Brian May era el nombre del chico que trabajaba allí. Nieto de Robert May, el dueño de aquel local de música.
El rizado había decidido trabajar todo el verano allí por dos razones, la primera es que era un gran amante de la música de otras décadas, creció escuchando bandas de los setenta y ochenta principalmente, encantado por la música de estas. Y la segunda razón, necesitaba dinero. Brian era un holgazán con todas las letras y con suerte había terminado el secundario, no tenía trabajo, y era un mantenido por sus padres.
