Primer día

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Me encanta como se pinta el cielo de colores al alba, colores cálidos, un poco de azul claro, naranja, y hasta las nubes parecen tinturarse de magenta; mientras los primeros rayos se adelantan al sol y anuncian su venir. Hay algo más, un calor humano y reconfortante, y una risa estrepitosa, creo que es mía pero no reconozco la razón de esta; el sabor dulce de unos labios y arena en mis pies. En el momento justo que se revelara su rostro, despierto. Siempre es el mismo sueño con el mismo decepcionante y frustrante final.

—Candice, despierta —escuché una suave voz susurrarme al oído empujando mi brazo—. Tienes clase.

Solté un quejido aun en la cama deseando regresar al sueño y descubrir quién era él, ¿Por qué ese sueño persiste a ser evocado en las noches? A veces pienso que es un recuerdo, uno muy lejano, en otras ocasiones creo que es solo un invento de mi imaginación en su desesperación por recordar.

— ¡Candice! —la escuché una vez más—, ¡No soy tu madre para estar rogándote que te levantes!

Me resigne al notar que no recobraría el sueño, y que si no me levantaba, ella me levantaría a gritos.

—Valentine, ya estoy despierta –refunfuñe antes de que me diera un ultimátum.

Saqué la cabeza debajo de las cobijas y fui bien recibida con su sonrisa. Valentine era mi compañera de cuarto, la conocía hacia tan solo una semana pero era una chica agradable. A pesar de no ser latina como yo, debía admitir que poseía mas atributos, su cabello castaño oscuro hasta la cadera en conjunto con su protuberante trasero y sus perfectas boobies, la hacían una mujer a envidiar.

—Es tu primer día, debes estar ansiosa –mencionó como si fuera algo muy obvio mientras terminaba con su maquillaje.

En realidad no era lo que yo esperaba, ¿Mi primer día de universidad? El día tan esperado para muchos adolescentes pero para mí, era un día como otros; sentía que no estaba en el lugar en que debía estar, si fuera ese día especial para mí, supongo que no podría con la emoción.

Me levante perezosa y con pesadez, ¿Ciencias políticas? No recordaba que fueran mi pasión, en realidad no recordaba nada de mi vida. Mientras me desperezaba descubrí a Valentine observando fijamente mi espalda semi cubierta por un top, seguí la dirección de su mirada y note la cicatriz que tanta curiosidad le causaba, llevaba toda la semana intentando descifrar aquella marca de mi espalda baja pero no se atrevía a preguntar, y yo no le podría responder a algo que no entendía su procedencia.

Devolvió su mirada a mis ojos y sonrió comprensiva, como si entendiera algo que yo no.

—Sé que no hablas mucho pero, ¿Te gustaría que te acompañara hasta tu clase? –se ofreció en un intentando por romper el hielo. 

—Está bien, se dónde queda —aseguré con una medio sonrisa cogiendo mi bata para dirigirme a las duchas—, no llegues tarde a tu clase.

¿Porque ciencias políticas? ¿Por qué? Mis padres me convencieron de que esto era lo que había querido toma mi vida, pero no siento que sea así, no siento que fuera lo que más anhelaba cuando aún tenía memoria.

¿Por qué me ocultan lo que paso? Desde que había despertado lo único que habían hecho mis padres era esforzarse en moldearme a su semejanza. Debían ayudarme a recordar, saber si mi memoria aún estaba ahí, escondida, y al comienzo sentí que así lo hacían, pero con el paso del tiempo ese sentimiento se convirtió en una sospecha de que todo lo que me estaban diciendo era una farsa para ocultar la realidad.

Algunas cosas que se hallaban en mi habitación cuando regresé comenzaron a desaparecer, antes de que pudiera recolectar pistas para descubrir quién era, poco a poco fueron cambiando mis objetos, desapareciendo la guitarra, los posters, e incluso las cartas que descubrí en la mesa de noche y que no alcance a leer, ya no estaban a la semana siguiente.

Todo finalizo y comenzo con un accidente el cual no recuerdo. Los doctores me dijeron que tal vez el cerebro no registró lo sucedido en el momento del impacto, tal vez afecto mi lóbulo temporal o fue un accidente cardiovascular, no lo sé, nadie me quiso hablar sobre mi propio accidente. Lo peor es que la amnesia post-traumática no solo se lleva los recuerdos del accidente, sino también algunos antes del suceso. "La memoria a largo plazo no se fija inmediatamente y no hay un sector exacto donde esta quede archivada", al menos esas palabras del doctor son lo que más ha retenido mi memoria desde entonces. Así es, lo más duro es que no recuerdo meses, incluso años de quien solía ser.

Dure unos minutos bajo el agua y al terminar me asegure de que las duchas estuvieran vacias, no me gustaba salir y que otras mujeres me encontraran desnuda. Regrese a la habitación corriendo y busque entre mi ropa unos shorts y una franela; antes de que mis padres cambiaron la vestimenta de mi armario alcance a rescatar ropa que solía colocarme antes del incidente —o eso creo—, y debo admitir, que me agradaba. A pesar de no recordar las cosas que me hacían ser Candice Pettyfer, reconocia cuando tenia afinidad con estas.

Agarre mi mochila y me observe al espejo, ¿Era este el aspecto de una estudiante de ciencias políticas? cabello castaño oscuro, piel levemente bronceada, ojos claros y rasgos latinos. Ademas de las tenues curvas que poseia mi cuerpo, mi madre me recordaba todo el tiempo lo delgada que estaba y aspiraba que mi peso aumentara en la universidad. Seguía sintiéndome como un pez fuera del agua, tal vez por mi conjunto, la imagen que reflejaba o por el tatuaje del sistema solar que llevaba al descubierto en mi antebrazo, el cual, aun no sabía porque lo tenía. Me sentia inconforme.

Atravesé el campus disfrutando del entorno y el ambiente del primer día de clases, la mayoría de estudiantes se veían muy entusiasmados. Algunos coqueteaban desde ya y flirpeaban con los estudiantes de otras facultades; andaban en grupos –a mi forma de ver parecían un rebaño- y tanto los hombres como las chicas, se veían más arreglados que para una fiesta lo cual me recordaba la invitación que me había hecho Valentine a una “reunión” esa misma noche, al parecer en la universidad las fiestas a diario eran la bomba. 

Salón 305. Las emociones luchaban en mi estómago, más que ansias sentía miedo por lo que se hallaba detrás de la puerta. Mordí fuertemente mi labio, todo esto si estaba pasando, el dolor era real. Saque valentías de donde no tenía y crucé la puerta tratando de actuar indiferentemente. Algunos estudiantes ya se hallaban en el aula, la mayoría en los puestos de adelante del salón de catedra en forma de cascada y unos pocos en los últimos puestos. Tomé asiento en un puesto intermedio e intenté convencerme a mí misma por enésima vez que esto era lo que yo quería.

Mi celular vibró desconcentrándome de mí farsa mantra, al observar la pantalla encontré un mensaje:

Te observo. CANDICE.

Trague saliva con dificultad. No era la primera vez que me llegaba un mensaje con mi nombre desde un número desconocido, me provocaba escalofríos y angustia, ¿Quién podría ser? Sentía que me acechaban como a una presa. Era cierto que no recordara quién demonios era yo pero si podía asegurar que poseía un sexto sentido, y esté me indicaba que estos mensajes no significaban nada bueno para mi. 

Hola chicos :) Intriguense un poco con Candice, en este capitulo no se dice mucho en realidad pero deja mucho que esperar. Espero lo disfruten y quieran seguir leyendo. No podre subir tan seguido como en el anterior libro :\ por la universidad, pero intentare subir todos los domingos <3 beesoos.
M.

Remember (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora