Estacionamos el auto afuera de la casa de donde era el carrete, habían unos 15 autos afuera y eran puros adolescentes que venían al carrete, el pasaje estaba lleno con autos, no quedaba espacio alguno para más autos, eran aproximadamente 2 cuadras.
─ Wooooow, esto se viene bueno ─ dijo la Michelle
─ Amor, prométeme que no me vai' a dejar soloy no te iras con otro ─ dijo Matías, con una cara de insinuando algo
.─ No soy capaz de eso, te amo ─ dijo Michelle, de inmediato le dio un beso tierno.
─ Ya se pusieron tiernos estos hueones, mejor entremos ─dijo Monse
Entramos por la puerta de atrás, miraba a todos lados y adivinen a quién ví, al Gabo. Dios mio le quiero hacer la vida imposible a este hueon. Mientras caminaba hacia la piscina de la casa, volteo para darme cuenta quien gritaba mi nombre.
─ ¡ALME! ¡ALME! ─ gritaban
Miro hacia atrás y me doy cuenta que era Gabriel, en ese momento me quedo ahí y veo que se me acerca para saludarme.
─ Hola alme, como estas? no esperaba que vinieras ─ decia Gabriel
─ Bueno ps vine porque me invitó la Monse ─ dije
Después de hablar un buen rato sobre nuestras vidas, el me dijo algo que quedé impactada
─ Te amo aún Almendra, he pensado en ti todo este tiempo
Me alejé de inmediato y busqué a la Monse para planear la venganza, pero la encuentro totalmente ebria, me pasó un vaso con cerveza y me la tomé de inmediato...Bueno no diría un vaso, diría que unos cuantos por que al rato yo ya estaba un poco "entonada" , Monse y yo nos reíamos por cualquier cosa que pasaba sin importar nada, pero en un momento me dieron ganas de orinar así que entre a la casa y estaba todo oscuro con música y todos bailando o haciendo touch and go con cualquiera, yo seguí mi camino y subí por la escalera al baño, encontré la puerta y entré. Después de terminar lo que tenía que hacer y mirarme al espejo y decirme piropos sola, abro la puerta y afuera me esperaba el Gabriel con una sonrisa un poco picarona.
─¿Que queri' Gabriel?
─ Adivina AL-ME
¡Ya aceptémoslo! Gabriel esta bien rico, y me habla en esos malditos tonos provocativos, no me puedo resistir por la chucha! pero NO, debo obtener mi venganza.
─ No soy adivina pa' tu información.
Gabriel se me empezó a acercar lentamente de manera provocativa, ¡si señores lo que escucharon! PRO-VO-CA-TI-VA, pero como yo también se jugar solamente lo deje que avanzara, quizás así podría conseguir un poco de mi venganza. Se me acercó tanto que termine con la espalda presionada en la puerta y Gabriel presionando su pecho contra el mio, estaba muy cerca de mi cara.
─Te quiero a ti y lo sabes muy bien, te conozco y como tu sabes hay un juego, y podemos jugar los dos puede ser divertido Alme, inténtalo
Me acerqué a sus labios pero sin tocarlos le dije;
─ Y por eso mismo, yo no juego con hueones.
Lo alejé de un empujón y lo mire de reojo, le sonreí y me fui de ahí, pero antes de que me fuera Gabriel me grito "─hasta cuando te resistirás Alme!─" yo solo me reí y me fui, pero en mi mente no paraba de maldecirlo ya que en un momento casi caigo en su juego, pero no!, tengo que seguir firme en mi venganza.
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La tinta de unos corazones
Ficção AdolescenteFiestas, Drogas, Amor. Lo que describe la descontrolada y loca vida de Almendra