Te amaré por siempre.

Decisiones.

Estuve un buen rato pensativa, Claudia a mi lado, sentí como sus ojos se cerraban y su respiración era más calmada, pronto se durmió, pero yo no lograba conciliar mi sueño, tenía una infinidad de pensamientos en mi mente, qué debía hacer, no quería faltar a mi corazón que elegía una y mil veces a Claudia, pero no quería hacer daño a Caro tampoco. Definitivamente YO debía decidirme.

-Buen día,- unos dulces labios me besaron, al parecer yo estaba en el cielo.. pero era más lógico que estuviese despierta, me había quedado dormida finalmente, sin darme cuenta, en los brazos de mi amada. Respondí a su beso- ¿cómo estás, mi cielo?- dijo dulcemente.

-¿Qué hora es?,- dije más fría de lo que creí que podría sonar, y quise enmendarlo, ella notó mi frialdad, pero no mencionó nada al respecto- ¿cómo estás, dormiste bien?- agregué apresurada.

-Estoy bien, gracias.. y son las 11:30 am, imaginé que te hubiese gustado despertar ahora- ella contestó en un tono bastante cortante. -Lo siento,- dije agachando mi cabeza- no quise ser grosera.

 -Créeme, yo te entiendo- dijo acariciándome con sus suaves manos.- Sabes que te entiendo perfectamente, he estado en esa situación y comprendo lo confundida que tienes que estar.

 ¿POR QUÉ SIEMPRE TENÍA QUE SER TAN COMPRENSIVA, TAN DULCE, TAN.. HERMOSA?

*mensaje de whatsapp en mi teléfono*

Creo que nunca había volteado a mirar a mi teléfono con tantos nervios.. definitivamente era Caro. No había solo un mensaje, eran aproximadamente 15 mensajes y unas 8 o 9 llamadas sin contestar, también de ella. Me va a matar.

Abro el teléfono y de todos los mensajes que tenía de ella solo me quedo con el último:

Cr- Voy en camino a tu apartamento.

¿¿¿PERO QUÉÉÉÉÉÉÉ???

Sentí cómo mi mundo caía, y al parecer lo estaba expresando en mi rostro, pues inmediatamente Claudia preguntó:

-¿Qué pasa? ¿Todo bien?- dijo algo inquieta. Negué con mi cabeza.

-¿Viene tu novia, cierto?- dijo con un tono algo "ya sé qué es lo que pasa".

Asentí con la cabeza.. yo estaba en shock, no sabía qué hacer o decir.

 -Vale, ¿a qué hora te dijo eso? Hay que darnos prisa....-FLOR, hay que darnos prisa. Sacudí mi cabeza como diciendo "ya estoy reaccionando".

 -Hmmm.. me dijo eso ahora mismo, hace cinco minutos. -Bien, llámala, necesitamos saber a cuánto tiempo está, para organizar e irme. 

-Va..le- dije un poco en el limbo aún. Claudia chasquea los dedos en frente de mi rostro.

-FLOR, POR FAVOR. ¡¡¡LLÁMALA!!! Voy a cambiarme. Marco el número, mientras trato de despertar de este trance en el que estaba..

-¿Aló?- digo rápidamente.

 -Flor, al fin apareces.. No sabes cómo estaba, bastante preocupada. -Perdóname, me quedé dormida ayer y me levanté hasta ahora.. ¿cómo estás tú?, ¿ya vienes en camino?- pregunté en lo que espero haya sonado bastante casual.

-Hmm.. sí, ya voy en el taxi de camino, en 10 o 15 minutos estoy por tu apartamento. 

Chasqueé los dedos en dirección a Claudia para que entendiera que estábamos apuradas de tiempo. Ella entendió perfectamente, y se puso manos a la obra, mientras tanto yo respondía a Caro. 

-Vale, cariño, te espero acá, un beso- colgué sin esperar su respuesta.

...

-Ya viene, Claudia, qué le voy a decir?- dije bastante desesperada mientras la ayudaba a acomodar todo. 

-Eso ya lo decides tú, Flor. No puedo hacer nada ahí- su tono era bastante serio.

Logramos acomodar todo en 10 minutos, ella estuvo lista al instante. Se despidió con un pequeño beso en la mejilla, lo cual me hizo caer en cuenta de la gran decisión que tenía que tomar.  Escuché la puerta cerrarse mientras se desvanecía el sonido de las pisadas de Claudia. ¿Qué debo hacer? ¿Cómo evitaré hacerle daño a Caro? ¿Cómo puedo evitar hacerle daño a ambas?

Suena el teléfono de la recepción y me saca de mis pensamientos.

-¿Sí?- atiendo al teléfono.

 -Señorita, muy buen día. Le informo, va en camino la señorita Carolina.

 -Muchas gracias, don Manuel. Buen día.

YA VIENE, YA VIENE, YA VIENE.. *knock, knock..* Abro la puerta.

-Hola..- dice Caro un poco distante, sé que sabe que algo pasa, también me conoce muy bien.

Intento darle un beso, pero es ella quien se aparta y mi beso acaba en su mejilla.

-Hola, ¿cómo estás?- preguntó algo ansiosa. 

-Hmm.. bien, ¿y tú?..- hubo una pausa silenciosa- Flor..¿pasa algo?

No dije nada, no se me ocurría nada qué decir.

-Oh.. a que no adivinas a quién vi saliendo en la recepción ahora que llegué.

NO PUEDE SER.

-Mmm.. no, ni idea. ¿A quién?- dije fingiendo sorpresa, sabía perfectamente de quién me hablaba.

-Claudia, la profe. Tu jefa. ¿Estuvo aquí? 

-Olvida eso, no importa.. tengo que hablar contigo, pasemos al sofá, porfa. 

-¿Qué pasa? se le veía preocupada, y claro, con este misterio con el que estaba yo.

No sabía cómo empezar, qué decirle.. tenía un millón de pensamientos juntos.

 -¿Flor.. qué pasa?- repitió.

 -Pasa que no quiero hacerte daño- dije cabizbaja. Sentí cómo una lágrima caía por mi mejilla.