Te amaré por siempre.

Tus besos, eso es lo que quiero.

-Bueno, dichas ya mis condiciones, creo que puedo decirles que aceptaría el trabajo. 

-¡Perfecto!, en ese año vamos a luchar para que te quedes más tiempo, ¿cierto, doctora?- se dirigió a Claudia, que parecía estar ausente, desde que le mencioné lo de mi noviazgo estuvo muy pensativa- ¿doctora?

-¿Eh?.. sí, cierto. Perdón, les pido un permiso, Flor, qué bueno tenerte con nosotras- rápidamente salió de la oficina y yo estoy casi segura que un lágrima se le escapó.

-¿Se encuentra bien la doctora Claudia?- le pregunté intrigada.

-No sé qué le pasa.. desde que ambas estaban afuera hablando su semblante cambió..

-Qué raro, no sé qué sería..- obviamente no le iba a decir a ella de qué habíamos estado 

hablando.

-Pero bueno, me alegra que todo esté aclarado, vamos a redactar los dos contratos, a incluirles tus condiciones, y te llamo en cualquier momento para que vengas a firmarlo y empecemos de 

una vez a laborar.

-¡Perfecto!- dije emocionada, acompañado de una sonrisa, realmente estaba feliz porque estaría hombro a hombro con Claudia, ¿le afectaría tanto lo que le dije que tuvo que salir?

Nos despedimos y salí al baño, ya me urgía orinar. Cuando entro, la veo salir de uno de los cubículos secando lágrimas en sus ojos.

-¿Estás bien?- dije preocupada realmente.

-No es buen momento para bromas..- dijo a la defensiva.

-En serio estoy preocupada, Claudia.

-¿Entonces para qué preguntas lo evidente?

-Bueno, entonces, ¿qué tienes, qué te pasa?

-Nada, no quiero hablar con nadie, ya me voy para mi oficina.

-Te llevo, no puedes manejar así- no sé qué carajos le estaba proponiendo, pero estaba muy preocupada por ella y era un petición razonable (o eso me decía yo para mis adentros.)

-No, no te molestes.. no vaya a ser que tu novia me mate.

-No seas boba, anda recoge tus cosas y te llevo- entonces ya tengo un indicio de porqué se encontraba tan descompuesta.

-¡Eres tan...Ashhh!- se quejaba furiosa, pero sé que en el fondo se moría por estar conmigo a solas.. tanto como yo.

-Dame tus llaves, por suerte hoy me trajeron y no traje mi auto.

-¿Quién te trajo?, ¿tu novia?..-preguntó con sus ojos saltones, muy expresivos, jajajaja- Es más, ni me digas, que tampoco me interesa, toma las llaves.

-Ok, no te digo- le dije y la dejé con la intriga, mientras ella me dejaba una cicatriz en la palma de la mano, me dio sus llaves de una manera muy poco amigable, para nada amigable.

-Bueno.. vamos- dijo exasperada.

-Espera, tengo que mear..- reí.

-Ashh, ¿puedes ser un poco más delicada?

-Te encanto así- le decía mientras yo vaciaba mi vejiga, no sé porqué le dije eso, ya estaba arrepentida.

-Idiota.

Nos dirigimos al carro, yo estaba emocionada, temblando, sudando, estaba fría, mi presión arterial estaba por el piso, todo lo provocaba una sola persona, y la tenía a mi lado, caminando conmigo.