Mad Hatter

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Tim Burton y yo somos como hermanos, los dos siempre andamos creando personajes inimaginables y extraños, la única diferencia entre los dos es que a Tim le gusta y a mí me asusta...

Me levante de repente por el fuerte sonido del reloj que se encontraba en frente de mí, marcando las tres de la mañana.

No de nuevo por favor

No quería experimentarlo otra vez, no quería que el puto reloj marcara esa estúpida hora, para algunos son solos números, para mí es la hora de mi tortura  ¿acaso no podía tener sueños como una chica normal? ¿acaso no podía tener sueños cliché con algún muchacho? recibir un beso, casarme y poder escribir de eso ¡¡no entendía por qué la vida se había empeñado en joderme!!

Rápidamente mire hacia todos los lados con desesperación, estaba totalmente desorientada. Me encontraba en una habitación desconocida, pero por lo menos me sentía aliviada de que esta vez no me encontraba atrapada aquellas cuatro paredes blancas, sino que, En el mismo número de paredes, pero en lo que supongo que sería mi habitación.

La oscuridad reinaba en toda la habitación y el claro de luna era un pequeño canal que se abría paso por las persianas, lentamente entro una bailarina danzando por todo el claro; era de piel azuleja y lloraba desconsoladamente lágrimas negras mientras daba giros flojos, haciendo que su vestido flotara con cada uno de sus movimientos y aunque se trataba de una hermosa bailarina su cara estaba pintada como un payaso, no un payaso alegre y saltarín  si no uno muy triste.

Pero que danza más extraña.

La seguí con la mirada para observar a donde se dirigía, pero esta se acostó desvaneciéndose, dejando que sus restos se fundieran en el canal que daba a los pieceros del sillón que se encontraba a mi derecha.

Pude notar las botas desgasta y el pantalón negro que resguardaban su piel, se encontraba sentado y en curvado, su pie estaba descansado sobre el otro formando un cuatro, la mitad de su cuerpo estaba sumido en la oscuridad como había pasado aquella noche, pero aun así se notaba la figura de la otra parte dejando ver  el gran sombrero que  yacía arriba de su cabeza.

No podía entender como la  fragancia de su cuerpo inundaba toda la habitación, esta olía un poco peculiar, tanto  que  a mi mente llego la imagen de un hombre fuerte , el cual arrancaba hermosas rosas rojas con elegancia, luego de haber masacrado aquel rosal entro a su desgatada cabaña y las torturo en un gran mortero de madera, haciendo que sus inertes cuerpos escurriera toda la sangre de sus débiles pétalos y fue ahí cuando se permitió inhalar profundamente para capturar cada partícula de olor con su nariz y final sonrió satisfactoriamente por su mescla homogénea de olores.

A veces no podía creer lo creativa que podía ser mi imaginación y lo habilidosa que era para crear personajes como " el sombrerero de jade" era un personaje inspirado en él, para ser más exacta era uno de los personaje principal y aunque su visitas eran ideas para mis relatos, no podía darme el lujo de no saber que estaba pasando, porque no era normal que soñara con el dos veces de seguida.

¿Esto si será un sueño?

— ¿Esta vez hablaras? —la figura del sombrero medio bajo haciéndome entender que había asentido

—Hola Alice —emitió su gruesa voz provocándome escalofríos.

La primera vez que me visito en mis sueños fue último día del mes de enero, me había quedado dormida en la camilla del hospital y de la nada desperté en el mismo cuarto, con las misma maquina y la misma ropa, en si nada había cambiado, excepto por aquella persona que estaba sentada en el sillón observándome, llevaba una gabardina negra y la oscuridad tapaba toda su cara hasta el cuello,  sus espeluznante ojos  azules brillaba en la oscuridad y sombrero de copa no faltaba en su lugar, esa vez también me llamo Alice

A R H G E LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora