_21_

302 24 36
                                    

Los agentes aún estaban tratando de asimilar lo que su aún directora les había revelado, ellos habían vuelto a su laboratorio para hablar a solas del tema.

-No.- Tadashi fue primero en alzar su voz, él junto a Honey Lemon, estaban sentados sobre su mesa de trabajo. Ella tenía su cabeza sobre su hombro y él la suya sobre la de ella.

-¿No qué?- le preguntó Hiro, quien estaba sentado en una esquina del laboratoria junto a su novia, él la abrazaba mientras ella tomaba una de sus manos.

-No podemos permitir que se entregue, arruinará su vida y con ello, la reputación de esta agencia.- respondió tomando un ambiente serio en la conversación y levantando su cabeza de la de su novia, la rubia hizo lo mismo.

-Oye, amigo, sabemos que eres noble y todo eso gracias a Granville, pero no comparto tu idea de líder.- habló el 4to de los Fredderickson abrazado por la espalda de su novio, parecía una mochila en la espalda de Wasabi, quien estaba sentado en un banco con su espalda ligeramente inclinada hacia delante.

-¡¿Qué?! ¿Por qué no?- preguntĺ el mayor de los Hamada.

-¡¿Encima lo preguntas?!- le reclamó el afroamericano frunciendo el ceño- ¡Granville le arruinó la vida a Bob Aken, Miranda Aken y a su hija! Debe de pagar como se debe, Trina hizo toda su vida alejada y ocultándose para sobrevivir, todo por una injustica. Perdóname, Tadashi, pero estamos en desacuerdo contigo.- le contestó frustrado.

-¿En serio todos piensan lo mismo?- el pelinegro lanzó la pregunya en general viendo a todos sus amigos.

Todos asintieron cabizbajos, el chico volteó a ver a novia quien lo miraba con una cara de culpable y también asentía con la cabeza.

-Lo siento, Taddy, pero justicia es justicia, amor, y lo que hizo Granville, llevó 18 años dañando a una familia inocente. No importa que tan buena ella haya sido con nosotros.- le habló con dulzura mientras acariciaba sus cabellos.

-Pero gracias a ella nos conocimos todos nosotros.- refutó con voz apagada.

Pero antes de que alguien más diga algo, Megan entró alterada a su labortario.

-¡Obake, su hija, Liv Amara y un ejército de robots se acercan aquí!- anunció mientras la alarma de la agencia sonaba.

Luego entraron Jak y Karmi detrás de la especialista en criminalística.

-Han revisado las cámaras de la ciudad y mi ex jefesito no se rendirá tan fácil.- les dijo el Menendez en aviso.

-¡Todos! Pónganse sus armaduras...- les ordenó Hiro al ver a su hermano sin reaccuonar- Tú también, Baymax.- añadió y fue allí cuando el robot blanco recién se movió.

-Vamos, nosotros ayudaremos a los demás agentes a contenerlos mientras esperamos sus órdenes.- les indicó Megan mientras se iba con su novia y Jak hacia el campus donde armarían un fuerte para resistir el ataque de Obake y compañía.

-Esto tiene que acabar ahora, chicos, sí o sí.- les habló la motociclista a sus amigos mientras terminaban de ponerse sus armaduras.

Los de más asintieron incluso el mismo Tadashi, quien ya estaba aceptando toda la realidad del asunto.

-¿Alquien me ayuda con mi armadura?- la voz de Baymax llamó la atención de todos, ellos soltaron unas sonrisas al ver cómo el robot intentaba inútilmente ponerse su armadura.

-Hay que ayudarlo.- murmuró Hiro antes de que todos caminaran hacia el robot para ayudarlo.

🐖🐖🐖

Granville miraba desde su gran ventanal la armada que se dirigía hacia su agencia, su vista se dirigió hacia Bob Aken, ese pequeño Bob que elka vió crecer y al final terminó destruyéndole la vida cuando le había prometido una llena de felicidad y plenitud.

La culpa la había consumido todos estos 18 años, ya era momento de hacerse cargo de sus acciones. Así que sin perder más tiempo, se dirigió a su escritorio y, con su mano temblante, tomó su celular para marcar un número.

-Sí, soy la direcrora Granville de la Agencia Secreta de San Fransokyo y tengo algo que confesarles...- esas fueron las palabras que iniciarían un nuevo trayecto en su vida.

✨✨✨

Los 6 agentes y Baymax ya estaban frente a los Aken, Liv Amara y su gran ejército de robots.

-No hay forma de hacerlo cambiar de opinión, ¿no?- preguntó Easabi hacia el hombre que estaba al frente suyo.

Obake no respondió, sólo se mostró con nuetralidad, pero fue su hija quien contestó por él.

-Claro que no... ¡Todos deben pagar por haberle dado la espalda a mis padres!... Y haber dejado que esa arpía se salga con la suya.- bramó Trina.

-Escucha, chica, nosotros estamos de su lado, ¿ok?- le habló Gogo- Creemos que ustedes se merecen justicia por todo lo que han pasado y la muerte de tu madre, Granville también lo cree así, pero no podemos permitir que destruyan la ciudad por eso.- dijo con firmeza.

-Sí, eso no es hacer justicia, sólo le estarían dando a todos lo que quieren.- apoyó Honey Lemon a su amiga.

-Demasiado tarde... 18 Años tarde...- respondió Trina antes de darle una señal a sus robots para que atacaran. Los agentes se pusieron sus cascos y respondieron el ataque empezando una gran batalla frente al campus de la agencia.

La batalla era bastante dura, robots contra agentes, agentes contra robots.

El único que no participaba en la pelera era Obake, veía todo en cámara lenta, ya tenía que admitirlo, no estaba de acuerdo con esto, no quería vengar su vida y a su amada esposa de esta manera. Pero algo, o mejor dicho alguien, llamó por completo su atención.

Era Granville, ella salía de la agencia con semblante decaído y mirándolo con culpa y arrepentimiento, la mujer empezó a caminar hacia en atravesando el campo de batalla, parecía no importarle si salía lastimada o que la mataran. Ella llegó hasta él y le tomó la mano sutílmente, Bob se sobresaltó, pero correspondió el gesto.

-Te pudo mis más sinceras disculpas, Bob, a ti, a tu hija y a... Y a Miranda.- se disculpó con la voz entrecortada.

Eso era todo lo que necesitaba escuchar, él asintió levemente antes de apretar su mano y luego jalar de esta para abrazarla. Granvilme correspondió el abrazo rompiendo en llanto, todos los agentes vieron la escena y gracias a Hiro, quien desconectó el núcleo de los robots, lo cual tenía Liv Amara en manos, todos los robots se descompusieron y los agentes ganaron la pelea.

Trina veía la escena de su padre co  Granville, tenía el corazón y el alma destrozados. La policía llegó y esposó a la directora para llrvásela a una patrulla, la castaña corrió hacia su padre y lo abrazó con fuerza.

Toda esta pesadilla había terminado.




























Hola hola, genteeeeee!

Y este es el capítulo final de eata historia, pero no se preocupen que falta el epílgo 😉.

Y bueno, espero que les haya gustado este último capítulo y si fue así, no se olviden de poner una estrellita y comentar.

¡Nos leemos pronto! ❤





























A_Hiccstrid

AGENTS OF SAN FRANSOKYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora