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Flasback... (Hace 18 años)

Era un día normal, común y corriente en la cuidad de San Fransokyo, pero siempre hay al menos una exepción, para ser más específicos en uno de los laboratorios personales de la Agencia Secreta de San Fransokyo, una muy enojada directora Granville presionaba al joven, pero ya adulto Bob Aken.

-¡Vamos piensa y mueva ese cerebrito que usted maneja!- le reclamó. Mientras él configuraba una máquina, el propósito de esta era que, cuando esté conectada a una persona con alzheimer natural o ya sea provocado por un accidente, puede recuperar su memoria.

Miranda, la esposa de Bob Aken desde hace 2 años, miraba toda la escena desde una esquina del laboratorio. En sus brazos llevaba a su pequeña hija de tan solo un par de meses, Trina. Ella no estaba muy cómoda con la mamera que Granville le hablaba a su esposo, tenía un mal presentimiento.

-¡Ya basta!- le gritó Bob a su directora- ¿Acaso no ve todo el esfuerzo que estoy poniendo? ¡Usted sólo se la pasa gritándome! ¡Esta fue mi idea, es mi proyecto!... Y a menos que usted aporte en algo, no tiene el más minimo derecho de exijirme apresurarme o cualquier otra cosa.- bramó molesto, ya estaba harto de cómo ella quería que hiciera su trabajo, nunca le había exijido así a ningún otro estudiante.

¿Por qué debia ser diferente en esta ocasión?

-Escúchame, Aken, tengo una muy buena razón para exijirte en este trabajo y más vale que no cuestiones eso.- le advirtió Granville guardando toda su frustración para sí misma.

-Entonces, díganos cuál es esa razón, direcrora Granville.- intervino Miranda desde su asiento- Porque, por lo que yo veo y sé, este es un complejo proyecto en el cual nos hemos esforzado bastante, sobre todo Bob. U no me parece justo como es su actitud frente a nosotros.- le refutó ella meciendo a Trina.

Miranda también forma parte de la agencia, en realidad, allí conoció a Bob y desde entonces, fueron inseparables. Claro, que con la llegada de su pequeña hija, ella tuvo que alejarse un poco, dejándole más trabajo a su esposo.

-Por favor, agente, no se meta en esto y ocúpese mejor de su hija.- respondió Granville con una gran falta de madurez.

Pero por estar discutiendo entre ellos, nadie se dió cuenta de que la máquina estaba empezando a fallar, pues como Bob Aken la había dejado a medio trabajo, algo debió salir mal. No fue hasta que unos segundos depués, que vieron a la máquina moverse como un temblor.

-Oh, no.- Granville anticipó lo que iba a pasar y salió de inmediato del laboratorio.

Miranda puso a salva a Trina en una cápsula para después ir con su esposo, quien estaba intentando inútilmente apagar la máquina.

-¡Bob, tenemos que salir ahora!- le gritó desesperada y con miedo tomándolo del brazo, pero por más que tiraba de este, no podía mover su esposo.

-¡No! Aún puedo apagarla, aún puedo lograrlo.- le dijo concentrado en sus esfuerzos por apagar la máquina que no logró ver que una fuente de enerhía se acumulaba en el interior y que muy pronto explotaría.

Pero Miranda sí la había visto, así que con todas sus fuerzas, tomó a Bob y lo empujó lo más lejos posible.

-¡MIRANDA!- gritó él al ver que sólo un par de segundos después de caer al suelo por el empujón, la máquina explotó consumiendo a su esposa en su núcleo. Él se sobresaltó y se protegió de los escombros que se desprendían del laboratorio y el lugar también empezaba a incendiarse.

Unos minutos después de la explosión, Bob abrió los ojos y se encontró con el terrible panorama, no podía oír nada, sólo un fastidioso pitido, como cuando alguen fallece en una cama de hospital. Pero recordó a su pequeña hija, rápidamentr volteó a ver las cápsulas y ahí estaba ella, esta perfectamente bien e ilesa, pero lloraba con intensidad. Es obvio que se había asustado.

Él, con dificultad, logró levantarse del suelo, le sorprendió que también estuviera ileso. Sólo estaba sucio, lleno de polvo y tierra, con un par de golpes y rasguños, pero nada grave. Corrió hacia la cápsula y la abrió para sacarla de ahí, abrazarla con mucha fuerza, tranquilizarla y derramar lágrimas silenciosas viendo hacia donde minutos antes vió a su esposa morir.

Luego salió de aquel lugar y vió que los bomberos, las ambulancias y los policías ya había llegado a la agenia, con fachada de univeridad. Un policía y doctor se acercaron a él y a su hija.

-Por favor, revisen a mi bebé, quiero asegurarme de que esté completamente bien.- les pidó devastado. El doctor asintió y cargó con delicadeza a Trina para llevarla a una ambulancia y atenderla allí.

-¿Señor Bob Aken?- le preguntó el oficial una vez que vieran que la bebé esté seguro con el doctor.

-Sí, soy yo.- le respondió extrañado de que supiera su nombre.

-¿Qué fue lo que pasó aquí? Alguien nos dijo que usted creó una máquina súper peligroso con la que planeaba matar a su esposa, la señora Miranda Aken.- le dijo el policía sin rodeos.

Esta información hizo que Bob se parara y le comenzó a dar vueltas la cabeza. ¿Quién pudo haber dicho algo así? Esto solo fue un maldito accidente en donde su esposa se llevó la peor parte.

-¿Q-Qué?- soltó en un hilo de voz- No, claro que no, sólo trabajaba en mi proyecto, despues algo me salió mal, mi esposa logró poner a nuestra hija a salvo, pero... Pero yo no la pude salvar a ella.- dijo con la voz entrecortada y el corazón desgarrado.

-¿Qué coincidencia, no?- atacó el oficial ganándose una cara de sorpresa por parte del agente secreto- Casualmente, le creo más a la fuente que me dijo sobre su plan, también dice que es una gran amenaza para todo San Fransokyo.- reveló.

Bob Aken no podía creer lo que escuchaba.

-¡No, no! Oiga, mi esposa era todo para mí junto a nuestra bebé, esto fue un accidente, pero todo se basa en la directora de la universidad. Por favor, le pido ayuda a usted, ayúdeme a denunciarla y darle justicia a Miranda, ella nos hará mucha falta a Trina y a mí.- le pidio ayuda pensando que tal vez así haría mejor su trabajo de policía, pues él debia investigar los hechos y saber con exactitud lo que pasó. No venir y acusarlo de frente.

-Lo siento, pero tiene 24 horas para decidir con quien va a dejar a su hija, en 24 horas yo saldré hacia su casa para arrestarlo.- le dijo el oficial sin compasión alguna para después retirarse.

Ahí fue cuando él la vió, ella estaba mirándolo con neutralidad a una distancia muy considerable, en ses momento supo que fue ella quien le dijo eso al policía. Ella seguramente se estaba vengando por no haber terminado su estúpida máquina.

Y ahora él se vengará de ella.

Pero para eso tenía que coger a su hija y escapar de San Fransokyo.

Fin del Flashback...













































Hola hola, genteeeeee!

Y al fin. Al fin, pueden saber lo que había pasado con la esposa de Obake y madre de Trina, esta fue la razón por la que él busca venganza por su muerte.

Y ahora que saben esto... ¿Están o no de acuerdo con sus acciones? ¿Creen que es suficiente motivo para todo lo que hace actualmente?

Me gustaría leerlos.

¡Nos leemos el próximo miércoles!🖤

















































A_Hiccstrid

AGENTS OF SAN FRANSOKYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora