El Club de las Manzanas Podridas 🍏 (SooKai/SeBaek/Exo)

VIII. Club 🍎

Sé el resultado
Como la palma de mi mano
Los otros tipos
Me importan un carajo
Besan mi anillo, yo llevo la corona
No necesito ningún consejo
Tengo un plan
Nada puede vencerme
Tengo gas en el tanque
Tengo dinero en el banco
Tengo noticias para ti
Estás viendo a "el hombre"
Tengo la piel en el juego
Tengo un nombre familiar
Así que, ¿quién es el hombre?

The Man, The Killers

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La reunión con el alcalde Han resultó exitosa. Al hombre ni siquiera le importó saber qué rayos iba a pasar con el pueblo entero. En cuanto oyó la palabra oro y la suma multimillonaria que iba a recibir a cambio de demostrar su apoyo, no quiso indagar más. La Corporación Park tenía el terreno libre para ir a convencer a todos los ciudadanos, e incluso para iniciar pequeños desastres que atentasen contra la estabilidad y seguridad de todos, forzándolos a largarse con prisa.

Aquella parte en la que KyungSoo tampoco quería ahondar.

Ciegamente, quería confiar en que las sumas desorbitantes de dinero convencerían a las personas al igual que lo habían hecho con él y el alcalde. Park le había advertido que ni bien tuviese la aprobación del alcalde, no se espantase si comenzaban a haber incendios, deforestaciones o incluso robos y algunos desalojos de campesinos que se rehusaban a partir, aún habiendo aceptado dinero. Esas eran estrategias muy importantes para que la gente dejase el pueblo cuanto antes. Y por lo general, nadie iba a saber nunca quienes eran los que provocaban los disturbios, sólo acabarían echándose culpas entre vecinos mismos, porque según Park, la ambición de algunos y la lealtad de otros, los terminaba enemistando entre sí mismos.

KyungSoo esperaba que para cuando esos momentos llegasen, él ya estuviese muy lejos de Golden Apple. Viviendo cómodamente en una casa frente al mar, y en sus vagos y fantasiosos pensamientos, con JongIn. El hada de la suerte que le había conmovido a tempranas horas antes de su reunión. La diferencia entre BaekHyun y JongIn seguía siendo abismal. Y no se debía en términos de relación, sino en lo que a pesar del tiempo, habían verdaderamente madurado.

Por un lado BaekHyun lo ignoraba, lo culpaba y le deseaba lo peor en su trabajo. Y por el otro, JongIn hacía que renazca su esperanza en el amor. Le recordaba la intensidad. Despiadadamente, aceleraba su corazón en un segundo y le deseaba buena suerte, haciendo que su día se volviese mejor. Le quitaba todo el peso y el dolor que acarreaba desde casa, le contagiaba las ilusiones que creía desvanecidas.

✧✧✧

Usualmente, BaekHyun almorzaba con SeHun en la cafetería del hospital municipal. YiXing también les acompañaba ya que llevaba a su abuela a dialisarse día por medio. Los tres compartían mesa y habían formado un pequeño y unido grupo. SeHun había finalizado sus estudios hacía un año, actualmente trabajaba de enfermero en el sector de guardias. Siempre tenía alguna historia interesante para contar sobre algún vecino. A veces, eran cosas tristes, otras violentas. Algún vecino con una sobredosis de algún medicamento y otros con un coma etílico, o alguien lastimado por un arrebato de un borracho. Sin embargo, también habían anécdotas divertidas y bastante vergonzosas que se convertían en secreto de ultratumba para evitar problemas.

La más épica hasta el momento, era la que acababan de escuchar ese día.

Cierta persona que todos conocían había llegado en plena madrugada con un pepino atorado en el culo, pero SeHun guardó su nombre por ética y porque todos habían recibido cierto dinero a cambio. Aunque, tras varias menciones y miradas cómplices, lo descubrieron pronto y estallaron en risas.

—Eso le pasa por hacerse el hombre del pueblo —rio BaekHyun.

YiXing les había acompañado ese día y su rostro asombrado era una obra de arte.