El Club de las Manzanas Podridas 🍏 (SooKai/SeBaek/Exo)

XII. Sabotaje 🍎

No lo soporto
Sé que lo planeaste
Ya lo dejé claro
Entonces, escúchame, no puedes decir nada
Me apagarás con sólo tocar un botón
Pero estoy fuera, ya me fui
Y te lo diré ahora
Lo seguiré una y otra vez
Porque lo que ves
Tal vez no lo entiendas
Y podemos apostar
Estás tramando algo
Es un montaje
Te lo advertí, es sabotaje.

Sabotage, Beastie Boys

🍏

A BaekHyun le agradaba el sonido de los grillos en las noches calurosas. Lo relajaban. A veces, salía a contemplar el cielo y a observar las estrellas como un simple ejercicio de meditación. Y ese viernes, no era una excepción. Mientras esperaba a SeHun, se sentó en la entrada, intentando hallar una respuesta a lo que iban a hacer para defender Golden Apple. YiXing le había puesto el panorama de forma tan clara como la luna que avistaba, y no quería cometer otro error del que pudiese arrepentirse.

Sin embargo, desde el fondo de su corazón, más allá de si serviría o no para algo, tenía un anhelo incesante por luchar. Pero no podía luchar contra KyungSoo, él también ya era una batalla perdida que aún dolía. Aún si el pueblo ni siquiera había sido tocado aún, más allá de los negocios que eran puros papeles y transacciones, nada le impedía poner su cuerpo y canalizar toda la frustración en una lucha como esa. Estaba totalmente mal lo que iban a hacer en Golden Apple. Ni siquiera eran necesarias las razones. Lo iban a destruir por completo, iban a remover tierra, arrancar árboles, matar a la naturaleza.

A la madre tierra que YiXing había nombrado.

Iban a aniquilar el espíritu de Golden Apple, y con ello, el único lugar donde él tenía una historia acabaría en ruinas. ¿Por qué tenía que dejar morir su hogar? Jamás había soñado demasiado grande, ni con ciudades, ni con lujos. Sólo quería ser feliz y tener paz en el alma. Pero saber que toda su historia quedaría reducida a cenizas sin siquiera intentar evitarlo, iniciaba un fuego en su corazón muy difícil de apagar. Podría haberle pedido a KyungSoo que se marchase en el pasado. Pero jamás había pedido el desarraigo de su tierra.

Su vida entera, las desgracias y alegrías, estaban allí. Nadie le estaba pidiendo que se vaya. Lo estaban echando a cambio de dinero. Y eso hervía su sangre. Bajo ningún motivo BaekHyun iba a negociar con sus sentimientos. Alzó la mirada cuando vio llegar a SeHun y se levantó para ir corriendo hacia sus brazos. Desde el día de la asamblea no se habían vuelto a ver o a hablar. Cada uno estaba sumido en sus pensamientos, y SeHun, en medio de un conflicto familiar.

Sus cuerpos chocaron y se besaron con intensidad, sintiendo el rastro de electricidad en sus labios y piel.

—Te extrañé mucho —SeHun lo sujetó por las mejillas y volvió a besarlo.

—Yo también... SeHun —dijo seguro de su decisión—. No me importa lo que quiera la gente, voy a reclamar en Golden Apple, con carteles, haciendo ruido, haciendo vigilia, pero todos sabrán que no hay dinero que compre mis recuerdos. No me voy a ir de aquí.

SeHun asintió, mirándole con entusiasmo.

—Nuestra familia tampoco va a aceptar ningún trato. Sabemos la verdad, y si hay oro en este lugar, es nuestro. Así se quede enterrado allí por el resto de nuestros días o lo saquen para repartirlo. KyungSoo nos los dijo y se fue. Dijo que es un riesgo para él quedarse aquí.

—¿Oro? —susurró incrédulo—. Sabía que KyungSoo ocultaba la verdad. Por eso nadie decía nada. ¿Qué vamos a hacer? Seguro van a empezar a firmar contratos la semana que viene.

—Mis padres y tíos van a empezar a correr la voz para ver si se suman más personas a proteger las fincas. Pero eso no ahuyentará a los que quieran el dinero. Hay mucha gente interesada en cobrar, jamás en la vida verán tanto dinero, ni con sus trabajos aquí lograrían una fortuna así... —sopesó—. ¿Cómo vamos a convencerlos?