Capítulo 2

15 0 3
                                    

POV Isabel

Me tiré toda la mañana del domingo durmiendo. Estaba reventada de la noche anterior, me vine arriba con el whisky.
Cuando por fin me desperté a las 5 de la tarde, me pillé unos macarrones que habían en la nevera y me fumé un cigarro.

Miré el móvil, mensajes del grupo y una llamada perdida de Lucía. Le devolví la llamada.
- Hola Zeta, ¿qué pasa?
- Isa, escucha, estoy con Iñaki, dice que mañana tiene que ir por la mañana a Agost porque va a quedar con Bryan, que le tiene que dar 50 gramos. Yo le acompaño y así pillo para el mes, ¿te quieres venir?
- Que va, tía- le dije cansada- Yo ya no trabajo con Bryan, es un poco mareón. Ahora estoy con el Cuco, el de las milvi.
- Ah, perfe. Bueno, nos vemos mañana en clase- dijo despidiéndose.
Colgué la llamada y me dispuse a revisar los mensajes del grupo.
Inés había mandado 50 fotos del sábado por la noche. Las empecé a ver una por una. Joan y yo tomándonos un chupito, Joan hablando con un grupo de chavales, Joan peleándose con un chaval, Joan en el suelo, Alba ayudando a Joan a levantarse, Lucía acabándose en cubata de un trago, Inés y Alba bailando, yo en el suelo, yo en el bus con un charco de vómito, mi hermana bebiéndose un chupito con Lucía e Inés, Inés bailando en el baño del Wakanda... ¡¿Cómo!? ¡¿Mi hermana de fiesta con mis amigos?!

Llamé otra vez a Lucía.
- ¿Te lo has pensado mejor?- descolgó el teléfono.
- ¡¿Os fuisteis de fiesta con mi hermana?!
- Ah si- se rió- Te dejamos borrachísima en casa y le dije que se viniera un rato. Se la veía tan modosita en la disco... Ni bailaba ni na.
- Tiene 16 años.
- Y tú 17, ¿no te jode?- me respondió- Tu hermana es de puta madre.
- Mi hermana es una empollona, no sale de fiesta.
- Pues ya le tocaba empezar- se tomó una pausa, estaría fumando- No te ralles, que no la liamos mucho.
- Loco, que sois mis amigos, no los suyos- dije molesta- Si quiere salir de fiesta que lo haga con sus amigos.
- Isa por dios, que ha sido una noche, la chavala quería probar. Escucha, te dejo, que empieza la telenovela y tengo que verla con mi iaia- colgó el teléfono dejándome con la palabra en la boca.

Iba a salir de la habitación para ir a la de mi hermana y echarle la bronca. ¿Quién se pensaba que era para salir por ahí con mis amigos?. Me volvió a sonar el teléfono. Era Marcosito, el jefe del bar donde trabajaba. Descolgué el teléfono.
- Isabel, ¿se puede saber donde estás?- me gritó nada más me puse el móvil en la oreja.
- En mi casa- dije confundida.
- Hoy trabajas, Isabel. Te lo dije la semana pasada- miré el reloj, las 17:56- Entrabas a las 14.
- Joder, voy ya para allá- contesté mientras me iba poniendo las botas y cogía la chaqueta.
- Más te vale, es la segunda vez este mes que se te olvida que trabajas. Una más y te despido.
- No, no, de verdad, voy ya para allá- colgué el teléfono y cogí mis llaves de la moto. La conversación con mi hermana tendría que esperar.

Me sonó el despertador, las 7. Joder. Me levanté de la cama y comencé a vestirme. Mierda, los pantalones de cuero estaban para lavar. Fui a la cocina y empecé a prepararme el café, de fondo escuchaba el ruido de la ducha y los malditos podcast que se ponía mi hermana para estudiar mientras se duchaba. Estaba hasta los cojones con mi hermana, todo el día estudiando, ni un momento para parar, me ponía nerviosa. Y todo para ser la favorita de mis padres.

Mientras me tomaba el café  entró mi hermana a la cocina.
- Eh, tú- le dije- me han dicho mis amigos que te fuiste con ellos de fiesta el sábado.
Se quedó un momento helada.
- Sí, me fui un rato con ellos- contestó al final- Me invitaron ellos a ir. ¿No te han dicho nada más?
Pasaba de contestar. Era muy pronto, no me apetecía ponerme a discutir.

Seguí bebiéndome el café mientras ella se hacía el desayuno y se preparaba un bocadillo. Mis padres le sacaban del congelador todas las noches dos trozos de pan para que por la mañana lo tuviera descongelado y se pudiera hacer un bocadillo. ¿Por qué a mí no me sacaban también pan? ¿Es que yo no tenía derecho a almorzar? ¿O era porque ella es la niña mimada de mis padres? Da igual, no necesito que mis padres me traten como a ella, yo me sé cuidar sola.

Cogí las llaves de la moto a las 7:45, si llegaba tarde a clase me la sudaba. Mi hermana se había ido antes, paso de llevarla en mi moto, y menos para llegar pronto a clase, ni que me pagaran por ir. Me puse el casco y fui dirección al instituto.

FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora