Narra Charlotte
No, mi padre no me dejaba salir entre semana, por eso le dije que me iba a dormir y me escapé por la ventana de mi habitación.
Necesitaba desconectar, necesitaba estar con mis amigos y emborracharme para olvidar los jodidos problemas y los dolores de cabeza que te da la vida, aunque fuera un miércoles.Me alegré de ver a Beth con ellos, riendo y pasándoselo bien mientras Tyler bailaba de aquella manera que siempre nos hacía carcajear a todos.
Tengo que reconocer que me gusta que Harris se lleve tan bien con nosotros, comenzaba a ser aburrido estar siempre los tres y de alguna manera ella augmentaba la diversión en el grupo.Jamás pensé que me caería tan bien.
Había desaparecido hace un rato cuando Robin la tomó del brazo y la arrastró hacia los baños, y como me cansé de bailar decidí sentarme en un taburete frente la barra.
—¿Otra? —me preguntó Michael.
—Por favor.
Acepté con ganas esa cerveza fría que me tendió Michael y giré el taburete para quedar de caras a la gente.
Me entretuve mirando a Emily mientras intentaba coquetear con aquella chica de pelo negro que se le acercó hace un rato para pedirle el mechero.
Parecía que la chica le seguía el rollo a mi amiga.
Sonreí mientras me llevaba la cerveza a los labios.Bien hecho, Ems.
—¿No bailas?
Giré mi cabeza hacia la chica que se había sentado a mi lado. Me miraba sonriente y con una ceja levantada.
—Estoy esperando a que pongan algún temazo. —contesté volviendo la vista a mi amiga.
—¿Esto no es suficiente temazo?
Volví a mirarla y se señaló de arriba a bajo.
Reí.—Lo eres. —apoyé mis dos codos en la barra que estaba pegada a mi espalda. —Pero no tengo muchas ganas de bailar.
La chica hizo una mueca y miró al frente.
—¿Cómo te llamas? —pregunté observando su perfil.
Era guapa, y mucho.
Su pelo era oscuro y sus ojos también, sus cejas eran gruesas y bien perfiladas. Vestía unos vaqueros oscuros con una chaqueta de cuero que le quedaba genial con la camiseta blanca y corta que llevaba debajo.—Beth. —contestó. Vaya, qué casualidad. —¿Y tú? —volvió a mirarme.
—Charlotte, pero todos me llaman Charlie.
Cuando miré al frente, vi a Robin tirando de la mano de Beth, saliendo de los baños y dirigiéndose a la terraza.
—Bien, Charlie... —se levantó de su asiento y se colocó frente a mí. —Te veo un pelín aburrida.
Dió un paso al frente, rozando mis rodillas.
—Ahora ya no tanto. —contesté mientras le daba una mirada descarada.
Ella sonrió y acabó por acercarse del todo, colocándose entre mis piernas pero sin tocarme del todo.
—Me gusta tu pose de chica mala. —soltó mientras miraba mis labios.