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Aizawa Shota.

¿Recuerdas nuestros catorce?

Hubo un tiempo donde comenzaste a estar nervioso, estabas sumamente estresado y solo te quedabas en tu mundo, sentado en el patio de tu casa, pensando en capaz que cosas.

Me preocupe mucho por ti, trataba se acercarme pero te ponias mas nervioso, el Hizashi de catorce años se puso nervioso el también ante toda la situación, no supe que hacer por lo que solo me senté a tu lado una noche y me quede allí, en silencio.

Te pusiste a llorar, no sabias que hacer, todo te habia llegado como un golpe de repente, eso dijiste. Te abrace aún sin hablar, acariciando tu cabeza que escondías en mi cuello.

Creciste en una familia homofóbica, se entiende toda tu reacción. Tu no eras tanto, no te importaba lo que hagan los demás, por algo no reaccionaste mal conmigo, pero contigo reaccionaste mal.

Estuvimos ahí unos buenos minutos, hasta que te safaste de mi agarré. No se aun que pensaste como para hacer eso, tal vez querías probar y confirmarlo. Me besaste, agarraste mis mejillas con mucho cuidado y comenzaste a besarme.

En ese momento no supe como reaccionar, iba a quitarme para irme, pero me quedé, me quedé porque me gustabas y había deseado besarte desde hace mucho tiempo, sentir tus labios contra los mios fue lo mejor.

Estuvimos minutos así, y quería seguir, quería estar toda la noche besándote, pero necesitaba explicaciones y saber que te pasaba, así que me separé y te miré fijamente a los ojos. Tú respiración estaba agitada de tantos nervios, en susurro te insultaste a ti mismo.

"Tal vez me gustes"

Y me emocione aun más, ignore el hecho de como estabas, mande un grito y sonreí para abrazarte. Te di un beso en la mejilla, en la frente, en la nariz, y a pesar de hace unos minutos estábamos besándonos, con mucha vergüenza te di uno en la boca.

Tú me miraste callado, sonreiste a lo bajo, estabas haciendo un esfuerzo muy grande para ignorar todas las cosas que te han dicho desde niño diciendo que estaba mal, ignoraste todo eso para sonreír y ponerte feliz de que te correspondo. Volviste otra vez a esconder tu cara en mi cuello, pero esta vez con una gran sonrisa y abrazandome.

Recuerdo que esa noche comenzamos a ser novios.

Luego de eso todo fue tan hermoso, era magnifico, a excepción de que teníamos que estar a escondidas, claro.

Me gustaba besarte, abrazarte y decirte cuanto te amaba, pasar tiempo contigo y verte hablándome tan emocionado de tu gatita mientras estabas acostado, mientras apoyabas tu cabeza en mis piernas y yo te hacia mimos. Realmente extraño hacer todo eso, estar contigo.

Cuando salíamos y nos dabamos besitos, así bien rápido para que nadie nos vea, reíamos y estabamos así en toda la salida. Era divertido para nosotros jugar a que no nos pillen. O acostarnos en tu pieza y ver películas, toda la noche abrazados viendo pelis, junto a palomitas y muchos dulces.

Estar en clases y tomarnos de nuestras manos, nadie nos veía ya que estabamos en el fondo, dormías agarrado de mi mano, antes de dormirte me regalabas una sonrisa, luego te acomodabas y comenzabas a soñar, ignorando el hecho de que estabas en clases.

Tu primera vez, la recuerdo perfectamente. Estábamos los dos en tu cuarto, tus papás salieron ese día junto a tus hermanos, estábamos en tu cuarto y entré tantos besos las cosas comenzaron a avanzar.

Me gané encima tuyo y te besé con mas ganas, comencé a tocar tu pecho bajando mis manos lentamente, hasta llegar hasta el borde de tu polera y sacarla, quedaste al descubierto y en seguida comencé a tocar. Recuerdo besar tu cuello, me detuviste y te sentaste rápido alejándome.

No lo dude ni un segundo, me alejé y te miré, esperando a que dijeras que querías hacer. Querías hacerlo, pero tenias miedo y vergüenza, eso era el problema.

Te costó un poco, pero las ganas eran demasiadas, solo me dejaste en claro que cualquier cosa tenia que parar. Y claro, eso es obvio, pararía incluso con cualquier mueca o gesto que vea mal, incluso hubiera preferido que hubieras dicho fuerte y claro un "Sí, si quiero", estar seguro.

Tú cuerpo, tu cara sonrojada, tus manos tocándome, tu respiración agitada, tus gemidos y tus caderas moviéndose buscando más fueron cosas geniales de escuchar, sentir y ver. Si te dolió en el momento que entré, pero solo fue un momento, logramos seguir sin problemas, los dos disfrutando, disfrutando del otro.

Después de eso, nos pillaron.

Los gritos de tus papás, los golpes, todo fue tan doloroso, pero mas para ti. Otra vez, nos prohibieron ver. Fueron semanas tan deprimentes, hasta que te escapaste de casa y viniste hacia mi, diciendo que todo te había gustado, te acostaste junto a mi y me abrazaste, diciendo que querías solo estar conmigo.

Ahí nos quedamos viviendo en mi casa, también recibimos a Nemuri, los tres juntos, disfrutando nuestra libertad.

Pasamos momentos geniales, pero lamentablemente eres como una rosa, eres hermosa pero si la tomas mal te haces daño. Al principio iba todo bien, después comenzó todo el infierno.

Hubo un problema, te caíste y en el momento que te fui a recoger, me enterré todas tus espinas.

Con cariño, Hizashi.
Para: Aizawa Shota.

Rose And Thorns [ EraserMic ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora